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Federer tiende a infinito

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Tomás de Cos

El genio suizo superó a Tsonga en la final (6-3, 6-7(6) y 6-3) para alzarse con su sexto título de Copa Masters, el torneo que cada año reúne a los ocho mejores tenistas del planeta.

Roger Federer cosechó en Londres, con treinta años y dos hijas en el mundo, el título número setenta de su carrera deportiva, en la que ha alcanzado un total de cien finales. Su cuarta victoria consecutiva sobre el potente 'Ali' Tsonga, al que ha enfrentado ocho veces este 2011 (6-2), le convierte además en el jugador de la historia con más títulos de maestro, por delante de Sampras y Lendl, ambos campeones en cinco ocasiones.

Federer encadena así diecisiete triunfos (y tres campeonatos: Basilea, París-Bercy y Copa Masters) desde que malgastara una bola de partido en la semifinal del US Open ante Djokovic, una marca que no alcanzaba desde el 2009, año en el que reconquistó el número uno. Un desenlace soñado para el primer ejercicio desde 2002 que cierra sin ganar un grand Slam (sólo alcanzó la final en Roland Garros, en la que fue superado por cuarta vez por un brillante Rafa Nadal). Un nuevo manjar para un deportista con un apetito insaciable.

Pero lo más grande del supertalento de Basilea es su respeto y amor por el deporte blanco. Federer es un ejemplo tanto por su actitud en la pista, como por su ilusión por seguir entrenándose, continuar encarando rivales en una pista de tenis y encontrar nuevos objetivos para mantener intacta la motivación. Porque no le queda nada por ganar y tampoco nada que demostrar. Ese es su gran mérito, que subyace en sus palabras.

Tras erigirse maestro de maestros, el suizo hizo balance del 2011 que empieza a dejarnos: "Este ha sido el final de temporada en el que me he encontrado más fuerte en toda mi carrera, he jugado muy bien aquí, así que espero que el año que viene empiece cuanto antes… Esta vez fui capaz de sobreponerme. Creo que esa fue la diferencia este año, lo que ha impedido que esta temporada fuera fenomenal... Novak ha sido el hombre del año; Murray ha jugado una gran temporada, y costará ganarle el año que viene, y Nadal siempre es un reto, estará allí en los grandes torneos".

La ambición, el anhelo de superación, una técnica prodigiosa y una mentalidad ganadora son algunas de las variables que componen la fórmula matemática que explica que Roger Federer tienda a infinito.