Una imagen, una frase (Jor.11)
¿Qué ha cambiado en la defensa de los Broncos tras la llegada de Tebow? ¿Cuánto tiempo tardará Ryan en sacar a Mr Brunell de titular?
En cuanto Fred Jackson ha dejado de ser un factor, los Bills se han derrumbado y han resurgido las dudas sobre Fitzpatrick.
Los Bengals volvieron a tener el partido en las manos frente a un durísimo rival divisional por segunda semana consecutiva, pero las palmaditas en la espalda no clasifican para playoff.
Maurice Jones-Drew se pasó de gracioso imitando a LeBron James y solo consiguió enfadar a todo Cleveland.
Las grandes rivalidades no dejan de serlo nunca. Los Cowboys siguieron la línea ascendente de las últimas jornadas pero los Redskins incluso parecieron un equipo de la NFL.
Si Stafford sigue jugando a ese nivel y Kevin Smith es capaz correr como esta semana, el único problema de los Lions serán sus infinitas penalizaciones.
Los Packers volvieron a ganar sufriendo. Algunos ven en ello un problema pero se olvidan de que durante la temporada regular de 2010 eran incapaces de imponerse en finales cerrados.
Palmer ha vuelto. El jugador mágico de USC que llegó a la NFL como un mito, y desapareció tras aquella polémica lesión de rodilla, ha regresado vestido de plata y negro.
El mejor receptor de los Seahawks dio una explicación práctica a Travaris sobre cómo se lanza un balón: 55 yardas de pase para Sidney Rice.
Hace tres meses nadie hubiera pensado que los Niners serían capaces de ganar sobrados si Akers fallaba tres field goals en los primeros minutos.
El último en llegar ha sido Roddy White. Los Falcons están creciendo semana a semana sin que casi nadie se entere.
Ambos equipos perdieron. Los Bears a un Cutler que descubrió que los placajes no son los suyo. Los Chargers muchas de sus posibilidades de playoff a pesar de que Rivers jugó a un gran nivel hasta las dos intercepciones tardías.
Solo los Giants son capaces de perder contra un quarterback que lance tres intercepciones. Pero que nadie se engañe, un calendario complicado beneficia a NY. Solo juegan en serio, sin cometer errores absurdos, cuando tienen enfrente a un rival superior.
En la primera mitad jugaron los patéticos Patriots que no pueden aspirar a nada. En la segunda aparecieron los magníficos Patriots que pueden humillar a cualquiera.
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