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El truco del tenedor

Por Dani Hidalgo

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La semana 10 de la NFL hizo que recordara un truco que me enseñaron de pequeño. No se trataba de magia, porque no consistía en engañar al público que tenías delante, aunque si se ejecutaba correctamente, sí conseguías miradas de asombro. Bastaba con tener un conocimiento de los conceptos más básicos de la física y la gravedad, además del siguiente kit: un salero, dos palillos y dos tenedores. El truco consiste en meter un palillo en uno de los huecos del salero, juntar los dos tenedores para que formen una ‘X’ y colocar un palillo entre los dientes de ambos. Después, poner la punta de un palillo encima del otro y, ¡voila!. 

El resultado es algo impresionante, porque a primera vista no entiendes lo que estás viendo. ¿Cómo puede ser? Incluso, si haces temblar la superficie, los tenedores suelen seguir equilibrados sobre las dos finísimas puntas de los palillos. Eso sí, pegale una buena patada a la mesa y todo se derrumba de la forma más estrepitosa. ¿Pero qué más le podías pedir al salero y los tenedores?

 

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Lo que vi retransmitido desde el Sun Life Stadium fueron cuatro cuartos atroces. La emoción que inexplicablemente seguía acumulando durante la semana para las dos horas y media de partido se escaparon por un tubo en cuestión de minutos. Creo que en ninguno de mis años como seguidor de los Redskins he querido alzar la bandera blanca y pedirle al equipo que deje de jugar y pida de forma automática el 3-13. Ahora no sólo lo pido, lo suplico.

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Me parece que al escribir mi optimista análisis de principio de temporada, en el que predecía un récord de 8-8 para el equipo, me pudo la emoción de ver que al final no había lockout. Creí en la categoría de Shanahan para pensar que en su segunda temporada sólo podía mejorar, que aprendería del pasado reciente. Pensé que el fantasma de las lesiones de otros años nos dejaría más tranquilos de lo habitual (en mi defensa, sólo hubo una lesión en pretemporada, algo casi de récord).

El caso es que la franquicia de los Redskins me hizo a mí y a tantos aficionados de Washington el truco del tenedor. Los que pensábamos conocer los trucos de la confección de este equipo veíamos solidez donde los demás veían una cosa aguantada por palillos. Y, para sorpresa de toda la NFL, la cosa aguantó... cuatro semanas. El equipo se puso 3-1 y lideró el NFC East durante los primeros ‘weeks’. Después, la realidad, la mala suerte, pésima gestión y la lógica vinieron y patearon con todas sus fuerzas a la mesa de los Redskins: “¡¡Toma!! Soy el karma del football (¿quizás un espíritu nativo américano enfadado por el logo y nombre de ‘Redskins’?) y os voy a hundir por enésima temporada”.

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El resto de la historia ya la conocen muchos: lesiones que demuestran la poca profundidad del equipo, errores de Grossman que reducen los pelos de tu cabello semana a semana, la nula sangre fría de Beck, más decisiones patéticas de Shanahan y su hijo Kyle (coordinador ofensivo)... Y para fantasmas del pasado, Carlos Rogers, cornerback de los 49ers, que durante cinco años en Washington sólo hizo dos intercepciones, ya lleva cuatro en media temporada como jugador de los Niners...

Hace dos meses, en la cabeza de Dani Hidalgo...
Abogado del diablo: “¿De verdad piensas que con Grossman y Beck de quarterback vais a alguna parte?”
Dani Hidalgo: “Tenemos una buena defensa, profundidad de runningbacks, hemos fichado a Atogwe...”
A. del d: “Te hablo del quarterback, el que al final es el hombre clave de tu equipo”
D.H: “Bueno, a Grossman le gusta lanzarla lejos y así se puede... Olvídalo, ya verás.”

Volviendo a la realidad, repasemos los jugadores de los Redskins que merecen y seguramente terminen yendo al Pro Bowl: Ryan Kerrigan (rookie linebacker defensivo) y Sav Rocca (punter). Sí, dos y encima sólo hay que ver sus demarcaciones...
Mención honorable: London Fletcher (siento de verdad que esté malgastando sus últimos años en este equipo), Laron Landry, DeAngelo Hall, Roy Helu y Orakpo.
Para tirar a los leones: Rex Grossman, John Beck, Trent Williams, línea ofensiva (depende enteramente de la mala salud de Jammal Brown, algo lamentable), los special teams, Kyle Shanahan, Mike Shanahan, Brandon Banks... 

Así no se va a ninguna parte. Es cierto que los Redskins tienen a catorce jugadores en IR (‘injury reserve’) e indisponibles por lesión, pero irónicamente, John Beck dio en el clavo cuando le preguntaron por ser el equipo con más lesiones de las últimas semanas en la NFL: “Los equipos que realmente son buenos encuentran alternativas para apañarse”. Ahora, los Redskins son número 31 del Power Ranking de la NFL (sólo por delante de los Colts). Y lo peor de todo es que empiezo a entender a las tantas personas que me he encontrado a lo largo de mi vida que me han dicho “odio a los Redskins porque no son nada vistosos”. Dicho eso, corto el rollo y dejaré de hablaros de un equipo aburrido que vive del pasado. Vuelvo a la tierra neutra de Zona Roja y a celebrar los grandiosos triunfos de mi equipo fantasy en la Liga Fantasy AS, los 'Georgetown Gangstaz'. Y, por último, Dan Snyder, eres... Te voy a... No sé.



dhidalgonfl@yahoo.es / twitter: @danihidalgo