Una imagen, una frase y un retorno a los orígenes (Semana 8)
Este año me está pasando una cosa que me preocupa. Toda mi vida he presenciado cualquier deporte como un acontecimiento extraordinario, en el que seres superiores son capaces de hazañas imposibles para el común de los mortales. Por eso me hice periodista deportivo. Quería vivir en primera fila la mitología griega exportada a nuestros días y encontrar al Aquiles, Heracles, Odiseo, Jasón o Héctor de nuestro tiempo.
Si os habéis dado cuenta a lo largo de estos años siempre he contado la NFL desde un enfoque básicamente emotivo. Me han importado poco los análisis técnicos y las revisiones científicas y he buscado el lado humano y los ángulos más emocionales de nuestro deporte. Dani ha incidido aún más en ese aspecto.
Últimamente, sobre todo desde que estoy atrapado por el Games Pass, me pierdo en el maremagnum de partidos, drives y jugadas y veo el football americano más como una obligación, para luego contar en el blog mis impresiones, que como una emoción, que es lo que daba sentido a mi interés. Eso ha provocado que algunos domingos se vuelvan tediosos y que el bosque no me deje ver los árboles, que aunque algunos piensen que es un dicho dado la vuelta, en este caso resulta muy explicativo.
Por eso voy a intentar recuperar la emoción, ver football dentro del caballo de Troya, mirando a los ojos de Medusa o cabalgando sobre los titanes. Si yo me estaba empezando a aburrir de mis historias, no quiero ni pensar lo que os estará sucediendo a vosotros y, en el fondo, todos nos sentamos cada domingo frente a la pantalla para ver heroicidades de guerreros escondidos tras sus cascos y corazas. En otra batalla suicida en el paso de las Termópilas, estrecho como una virgen, en un emparrillado que se pone al rojo vivo durante tres horas memorables.
Olvidemos quién es bueno y malo, cuales son nuestros colores y volvamos juntos a los orígenes que nos llevaron a este deporte atraídos por los colores brillantes, las cheerleaders, el chocar de cascos y corazas y los gemidos de quien pierde todo el aire de los pulmones tras un choque de trenes.
Recuperemos la afición al football por si mismo y apuremos hasta la última gota de pasión del deporte más grande del mundo.
Ravens 30-Cardinals 27
Por fin un ejemplo empírico de lo que es Flacco para los Ravens: un lastre la mitad del tiempo y un jugador solvente la otra mitad. Otra vez es Ray Rice el que termina capeando el temporal y ya nadie podrá echar la culpa al grupo de receptores o al coordinador ofensivo. Seamos serios, Flacco se ha quedado en demasiado poco para tanto equipo.
Panthers 21-Vikings 24
Un field goal fallado fue un final injusto para una batalla apasionante que demuestra que la clase media también merece ser tenida en cuenta en la NFL.
Texans 24-Jaguars 14
Se habla mucho de Tebow, pero lo de Gabbert es bochornoso, y a ese sí que se le presuponía una capacidad innata para lanzar. Los Texans, a los suyo, este año sí que tienen una defensa capaz de atornillar un resultado.
Giants 20-Dolphins 17
Lo dije en mi último artículo. El lado bueno de Eli Manning es tan cojonudo que me pongo a verle jugar y al rato me doy cuenta de que estoy boquiabierto y paralizado. Estos Giants ganarán a rivales poderosos y perderán con enemigos de juguete, pero si son capaces de alcanzar su punto de ebullición a tiempo, pueden provocar el fin del mundo.
Rams 31-Sants 21
44 intentos de pase, 20 totales de carrera. Dos intercepciones a Brees y estos Saints se parecen al equipo de hace unos años, que intentaba tapar todas sus carencias a base de fuegos artificiales y terminaba quemándose en cientos de yardas inútiles.
Titans 27-Colts 10
Siguen volando por debajo del radar, y alternando cal con arena, pero si Chris Johnson despierta a tiempo, los Titans pueden sacar petróleo (como en tiempos pasados) de la caraja que empana a casi toda la AFC.
Bills 23-Redskins 0
Cero puntos para Shanahan. Me pregunto que hace aún el maestro perdiendo prestigio mientras malgana un dinero que posiblemente no necesita. Nueve sacks, ¡qué vergüenza! Y también me pregunto si los Patriots y los Jets son este año mejor equipo que los Bills.
Broncos 10-Lions 45
¿Tanto lío para ésto? Las cámaras no paraban de enfocar a Elway y a Fox mientras su equipo era masacrado por unos Lions al ralentí. Es muy fácil echarle la culpa al pasado y a McDaniels, pero si un entrenador cree en un proyecto, lo mínimo que puede hacer es mimarlo. ¡Qué pena me da Denver!
Steelers 25-Patriots 17
El pass rush de los Patriots fue inexistente frente a la porosa línea ofensiva de los Steelers, la secundaria perdía tantas coberturas y estaba tan despistada que parecía formada por jugadores escolares, el backfield, desaparecido, tuvo que echar mano a una solución desesperada en forma de Kevin Faulk, el pase profundo no es un factor con Ochocinco convertido en marioneta… Brady solo puede contar con el potencial del pase corto y entre líneas y los Steelers se limitaron a defender esa faceta del juego para ganar casi sin despeinarse. Y lo peor es que el mismo Brady que arengaba a su equipo hace un año frente al mismo rival, parece otra vez el jugador resignado que empieza a trabajar cuidando sus estadísticas y con muy poca ilusión. Los Patriots pueden desmoronarse.
Mientras tanto, la defensa de los Steelers fue terrorífica y este año huye de las polémicas, Big Ben parece mucho mejor en su nueva faceta más estática, está rodeado de muy buenos receptores y Mendenhall cada vez se parece más a si mismo. Los Señores del Acero están de vuelta.
Seahawks 12-Bengals 34
Nunca pensé que los Bengals pudieran jugar como lo están haciendo esta temporada. La receta vuelve a ser la que funcionó tan bien hace dos años: una defensa ‘made in AFC Norte’ y un juego de carrera convincente. Al final quizá el problema no fuera Palmer sino el punto de destino.
Ah, y Carroll debería asociarse con Fox para montar un teatro de tahúres y patrañas.
49ers 20-Browns 10
Os lo contaba el otro día, si Crabtree sigue mejorando a este ritmo, partido tras partido, puede provocar un efecto dominó que atrape a Edwards y Vernon Davis para convertir el juego aéreo de los 49ers en letal… y de paso abrir las defensas rivales lo suficiente para que Frank Gore se siga poniendo las botas.
Eagles 34-Cowboys 7
¿Habéis visto el típico combate de boxeo en el que uno pone los puños y otro la cara? Pues eso.
Chiefs 23-Chargers 20
San Diego encuentra cada año la manera de jugar mucho peor de lo que sabe. Una vez solucionado su problema con los equipos especiales se le van acumulando las lesiones y, sobre todo, los apagones. Parece que Rivers gastó el año pasado las pilas que tenía también para éste. Sabéis que siempre me ha parecido menos jugador de lo que dice la mayoría, pero tampoco esperaba de él la sinfonía de vulgaridad con la que nos está castigando esta temporada. ¡Pero cuidado! Quizá despierte a tiempo y sigo pensando que los Chargers son el mejor equipo libra por libra de la AFC.
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