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Bill Winkenbach, la que has liado...

Por Dani Hidalgo

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Está siendo una semana algo atípica en Zona Roja. En cuanto a la NFL, todo sigue igual, con multitudes de sorpresas deportivas y, a la vez, ocurrencias muy previsibles. Me decepciona ver como T.O. sólo consigue ofertas de la Arena Football League, el atroz resultado que está dando el cambio de los kickoffs de la yarda 30 a los 35 (de esto ya escribiré pronto) —touchback, tras touchback, tras touchback— o que Clay Matthews sea multado por jugar con zapatos amarillos. Yo, por mi parte, estoy de bajón por pasar del purgatorio al infierno con los Redskins en un solo partido y a asumir que su temporada ha terminado (lesiones simultáneas de Hightower y Moss, TKO). 

El mayor acontecimiento de los últimos días, sin embargo, tuvo lugar en el Sun Life Stadium. No, no voy a hacer la tercera entrada sobre Tebow de esta semana. Simplemente quería dejar caer que tenía una exclusiva mundial para Zona Roja con Jesús de Nazaret. Sí, Cristo. Resulta que la figura central del cristianismo eligió el domingo pasado para volver a la Tierra. Tebow regresando a Florida justo cuando recupera la titularidad, la milagrosa victoria... Vamos, las estrellas se alinearon y se dieron las condiciones perfectas. En fin, lo dejaré para otra ocasión para que aparquemos la Tebowmanía un rato.

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En AS hemos estrenado esta temporada la Liga AS Fantasy, de doce equipos. Teniendo en cuenta el fenómeno social que supone, extraña que no lo hiciéramos desde más atrás, pero para bien y para mal, es una tradición que ya veo durando muchísimos años. Los que participamos en fantasy football sabemos que es algo que añade una dimensión totalmente nueva al deporte que amamos. Yo, por primera vez en mí vida, no pego saltos únicamente cuando Laron Landry provoca un fumble o cuando el quarterback de los Redskins (no aplicable a esta temporada) lanza una bomba de 50 yardas y es atrapada por un receptor. Ahora me marco un baile cuando Calvin Johnson atrapa un balón en el área, Janikowski mete un field goal de 53 yardas y Jimmy Graham recibe otro pase de Brees. Tengo la certeza de que el Dani Hidalgo de 18 años de edad me pegaría una buena colleja si llegara a leer esto. ¿Como surgió esta locura?

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En estas fechas, se cumplen ya 49 años desde que se creó el concepto de fantasy football. Hubiera quedado más bonito esperar hasta el año que viene para celebrar su medio siglo de existencia, pero así no nos toma desprevenidos. Todo empezó a finales de octubre, en 1962, tras un día largo de trabajo, en el que tres hombres decidieron curar sus males con una noche fumando puros y bebiendo cocteles. La fecha exacta no se sabe, porque en EE UU se vivía entonces en pánico por estar en plena crisis de los misiles en Cuba. Sí hay constancia de que fue en el Manhattan Hotel de Nueva York (ahora llamado Milford Plaza) y que de estas tres personas sobre todo destaca una, Bill Winkenbach [a la derecha del todo en la imagen de encima]. Este hombre de negocios era un enamorado de todos los deportes y un accionista importante de los Oakland Raiders (aunque sin poder de decisión). De hecho, se encontraba en Nueva York por estar de gira con unos pésimos Raiders, que terminaron la temporada 1-13.

Los dos hombres que acompañaban a Bill eran dos periodistas deportivos del Oakland Tribune, Scotty Stirling y George Ross. Winkenbach, que ya había creado juegos similares de béisbol y golf en el pasado, abrió el debate sobre como se podría crear una liga imaginaria, en la que uno ficha jugadores para su equipo ficticio y los propietarios compiten entre sí. La discusión duró varias horas y los ánimos estaban muy altos en la habitación. No sabían si era el efecto del tercer vaso de Jack Daniels, pero estaban convencidos de que habían descubierto algo muy especial.


Los tres genios acabaron elaborando un sistema de puntuación que poco tiene que envidiar a las fórmulas que se usan hoy en día. Aunque dejaron claro que no se les daba bien elaborar buenos acrónimos: GOPPPL —the Greater Oakland Professional Pigskin Prognosticators League— es el nombre que dieron a la primera competición oficial de fantasy football de la historia. Oakland, hoy en día, sigue siendo el vecino pobre de San Francisco, cada día más cerca de salir de su sombra, pero siempre sin conseguirlo. En los años sesenta incluso era más evidente. Los Raiders eran el único equipo profesional de la ciudad (los Athletics seguían en Kansas y los Warriors en Filadelfia) y la recién elaborada GOPPPL era un motivo de orgullo más para la localidad obrera.

Oakland seguía siendo de la AFL (American Football League) hasta que ésta se fusionó con la NFL. Por lo que leyendas como Jim Brown o Johnny Unitas no llegaron a contar para la GOPPPL, cuyo jugador más valioso la primera temporada fue el quarterback George Blanca, que sumó 1,430 puntos bajo las reglas de la fantasy (50 puntos por cada touchdown corriendo, 25 puntos por touchdown lanzado, 25 puntos por field goal, 10 puntos por extra point y 200 puntos por cada retorno de kickoff convertido en touchdown). Y es que Blanda, aquella temporada, lanzó 27 pases de touchdown, pateó 26 field goals (acertando 11) y metió 48 de 49 puntos extra.

Si eres de los que lamenta haber gastado horas delante de la pantalla haciendo cambios en tu equipo, viendo como va tu enfrentamiento, haciendo traspasos, cuando, en vez de ello, podrías haber hecho la colada, paseado al perro, etc... Los fundadores tenían varias teorías sobre por qué su creación ha puesto patas arriba el mundo del football. George Ross explica por qué: “Bill Winkenbach creo la idea y nosotros aportamos conceptos. Era un sistema muy sólido desde el inicio. Luego, creo que el concepto del draft es lo principal, es algo que pone realmente a la gente, que le gusta sentirse como si fuera un Al Davis. Aunque sobre todo, culpo el éxito del juego a las televisiones. Desde siempre, sólo enfocan a los quarterbacks y runningbacks y no el resto del partido, y eso ha sido clave en el boom de fantasy football”.

 

Ya sea en nfl.com, yahoo.com, espn.com o hecha en casa, el fantasy football arrasa más cada año. Es imposible ver una retransmisión en la televisión sin alusión a él y ya no sólo es cosa de aficionados. Ha llegado a los vestuarios de la NFL, donde la mayoría de los jugadores participan en ello. Ya es habitual ver vaciles en Twitter de un jugador a otro diciéndole que se ponga las pilas o agradeciéndole por su buen rendimiento. Los jugadores se quejan porque las victorias de sus equipos ya no evitan que sean sujetos a críticas e insultos en sus vidas cotidianas (vean la publicidad de encima). El canal FX lanzó el año pasado una serie, The League, basada en un grupo de amigos que gestionan su propia liga (serie altamente recomendable). En 2010, se estimó que la industria del fantasy football genera la friolera de 800 mil millones de dólares al año y que 23 millones de estadounidenses participan en ello. Bill Winkenbach, la que has liado...

dhidalgonfl@yahoo.es / twitter: @danihidalgo