La cuenta pendiente de Ferrer
Tomás de Cos
El segundo gran tenista español de los últimos años volvió a quedarse en la antesala de la gloria este domingo. En la tercera final de un Masters 1000 de su carrera, disputada en el espectacular Qi Zhong Stadium, pinchó en hueso ante un firme y enrachado Andy Murray (7-5 y 6-4), que ha firmado una gira asiática perfecta enlazando los títulos en Bangkok, Tokio y Shanghai.
Así que Ferrer, cuarta raqueta mundial en 2008 y actual número cinco de la ATP, sigue sin saber lo que es ganar un título del prestigioso circuito Masters 1000. Hasta la fecha, ha alcanzado tres finales (dos ante Nadal -Roma 2010 y Montecarlo 2011- y la de ayer frente a Murray) y ha sido cinco veces semifinalista. De momento debe seguir conformándose con sus once títulos ATP: Bucarest, Stuttgart, Tokio, Bastad, s-Hertogenbosch, Auckland (2), Valencia (2) y Acapulco (2).
Ya se ha reseñado aquí en infinidad de ocasiones el mérito de David Ferrer, ejemplo de esfuerzo, entrega, dedicación y talento. Pero los títulos se ganan y no sólo se merecen. Ante los cuatro que integran el G-4 que domina el tenis desde hace algunas temporadas, la inferior velocidad y peso de sus tiros, resulta un serio hándicap. Lo compensa con garra y unas piernas incansables, pero a menudo no es suficiente.
La sombra de Rafa Nadal es muy alargada y muy probablemente sin la presencia del mallorquín, Ferrer tendría uno o varios Masters 1000 sobre tierra batida. Pero como a muchos otros, le ha tocado compartir carrera con una bestia hambrienta que le ha apartado del camino en las ocho ocasiones que se han cruzado en un torneo de esta categoría (4-13 en total), de las que cinco fueron sobre la arcilla de Roma (2) y Montecarlo (3). Comparte con Nadal múltiples cualidades, pero el balear cuenta en todos los casos con una versión revisada y mejorada, razón que explica que nunca le haya podido ganar en una final o semifinal.
Muchas más dificultades encuentra Ferrer para brillar en el resto de superficies, pese a su trabajada capacidad camaleónica. Ante Murray, Ferrer tiene un 3-5 en contra, con tres triunfos sobre tierra batida y cinco derrotas en pista dura. Frente a Djokovic, a quien ganó en dura en los cuartos de final del Abierto de Australia 2008, el ‘cara a cara’ arroja un 4-6, con otras tres victorias en tierra. Pero perdió en las dos finales en las que se midió al serbio: Dubai y Pekín. Poco se puede decir de su balance ante Federer, su gran bestia negra, que le ha vencido las once veces que se han cruzado.
Murray adelanta a Federer
Con su quinto título del año (Queen’s, Cincinnati, Bangkok, Tokio y Shanghai), el escocés ha conseguido su principal objetivo en el ocaso de la temporada y adelanta a Federer en la Lista de Entradas de la ATP. El suizo, que ha preferido descansar en la gira asiática y pierde los 600 puntos de la final de Shanghai 2010, no estaba fuera del podio desde 2003.
Tras el forzoso parón por lesión de Djokovic, el gran protagonista de la temporada, Andy Murray parece obsesionado con reivindicarse en la segunda mitad del año. Ya suma 25 triunfos en sus últimos 26 partidos. Eso sí, habrá quien diga que lo ha logrado con un Nadal en horas bajas y con Djokovic y Federer fuera de juego. Y es en parte verdad, pero hay que hacerlo en todo caso, que el resto tampoco son mancos.
Mayer pudo con Nadal
Sin duda alguna, la dolorosa derrota de Nadal frente al alemán Florian Mayer ha sido la nota más negativa de la semana, por delante del escaso acierto de Nico Almagro para aprovechar su oportunidad de acercarse a la clasificación para el ATP Finals de Londres tras las prematuras derrotas en tierras chinas de algunos de sus principales rivales.
El tenis de Rafa volvió a evidenciar falta de ideas y determinación. El número dos mundial no tuvo una sola oportunidad de quebrar el servicio de su rival y tampoco fue todo lo superior que se esperaba desde el fondo de la pista. Crítica de Toni Nadal (“no hay excusa para no jugar bien”) y minuto de gloria para Mayer y su poco ortodoxo tenis, que fue eliminado por un buen Feliciano López al día siguiente.
Nadal nunca ha destacado en exceso en la segunda parte de la temporada, pero ahora parece algo descentrado con el liderazgo de la revuelta de los jugadores en contra del calendario. La causa lo merece y espero que acabe en buen puerto. Además, mantener la forma durante 365 días al año es simplemente imposible. Otra cosa es lo de su fichaje por el Inter Manacor de sus amigos… En cualquier caso, no todo es negativo. Nadal es el gran referente del deporte español, tal y como ha confirmado la encuesta AS-Ikerfel, realizada en 20 estadios de Primera División. Y a él le debemos en gran medida que el tenis aparezca valorado en la cuarta posición, por detrás del fútbol, el baloncesto y la Fórmula 1, y por delante de otros de gran tradición en España como el ciclismo y el motociclismo.
Sin embargo, no quisiera cerrar este post sobre lo acontecido en Shanghai sin destacar al joven nipón Kei Nishikori, que a sus 21 años se coló en la ronda semifinal tras haber dado buena cuenta de Haase, Tsonga, Giraldo y Dolgopolov. Sólo cayó frente al campeón, lo que le ha servido para ascender diecisiete posiciones y colocarse cómo trigésimo mejor tenista del mundo.
Ocho tenistas para tres plazas vacantes en la Copa Masters
Djokovic, Nadal, Murray, Federer y Ferrer, que consiguió el boleto en Shanghai, ya tienen asegurada su presencia en el torneo de maestros que cierra la temporada en el O2 de Londres del 20 al 27 de noviembre.
A falta de siete torneos, ocho tenistas aún siguen con la esperanza de colarse en el torneo con mejor cartel de la temporada. Berdych, finalista en Pekín, Fish y Tsonga son los mejores colocados, seguidos de Almagro, poco amigo de los torneos ‘indoor’. Pero Simon, Soderling, Del Potro e incluso Tipsarevic aún tienen opciones matemáticas. Esta semana comienzan los torneos de Estocolmo y Moscú, la siguiente Viena y San Peterburgo, posteriormente Valencia y Basilea, con el Masters 1000 de París-Bercy como colofón.