“Siempre seré un Panther”. Tremenda frase que nos lleva de nuevo a Dillon, el reino ficticio de Eric Taylor, ‘EL ENTRENADOR’ con mayúsculas. El tipo que más veces nos ha puesto de pie frente al televisor, y que dejó de ser un Panther para convertirse en un Lion y terminó… Perdón, casi le reviento el final a quien no haya visto la quinta y última temporada.
Pero esa frase, que se repetía una y otra vez en la serie 'Friday Night Lights', ha salido en esta ocasión de la boca de Steve Smith. El receptor de Carolina dijo hace algunas semanas que nunca volvería a jugar en los Panthers, aunque ahora afirma que no se entendieron bien sus palabras. Efectivamente, no debimos entenderle bien, porque parece más feliz que una lombriz de seguir en su equipo de siempre. Lo mismo ha sucedido con DeAngelo Williams. Carolina le ha hecho un ofertón descomunal y el jugador ha firmado sin pensárselo y supongo que desde entonces no ha parado de beberse botellas de Moet Chandon a morro. 43 millones de dólares en cinco años, 21 de ellos garantizados. Otra de las joyas de la agencia libre que se queda en su casita. Más vale malo conocido…
Me inclino a pensar que Belichick está valorando volver a una 4-3 en 2011. El año pasado, de hecho, los Patriots combinaron las dos formaciones casi al 50%. Ahora, su defensa sigue sin tener pass rush y la vuelta de Ty Warren no asegura la solución del problema, aunque alivie un poco la desesperante ausencia de defensive ends dominantes en la plantilla. En cualquier caso, la resurrección de Haynesworth por parte de Belichick podría convertirse en el gran milagro de nuestro tiempo. Porque, para más inri, el jugador ya huele.
Pero el caso de Haynesworth no es la única sorpresa del día. Reggie Bush ha dado la segunda.
Y nada, chavales, poco más. Como os decía el otro día, las carteras están llenas, hay que llegar al 93% del límite salarial y los equipos están tirando el dinero como si esto fuera una lista de bodas. Demasiados jarrones chinos.