Ferrero, talento incombustible
Tomás de Cos
Nuevo fin de semana grande de nuestro tenis. Tras la machada cosechada por los chicos de Albert Costa en Austin (Texas), conquista histórica en toda regla, las raquetas españolas han vuelto a ser protagonistas. Seis de ellas disputaron finales ayer domingo: Ferrer, Feliciano, Ferrero, Andújar, María José Martínez y Anabel Medina. Como sucede en motociclismo con los triunfos en Sachsenring de Pedrosa, Márquez y Faubel, España es la envidia del mundo. En realidad en tenis lo es desde hace ya décadas.
Ferrero se impuso a Pablo Andújar en la final de Stuttgart (6-4, 6-0) dejando atrás un calvario de lesiones. Ferrer, héroe patrio que se despachó a los amiguísimos Fish y Roddick con fe, inteligencia, piernas y corazón, cayó derrotado ante Soderling en Bastad (doble 6-2). Feliciano se llevó el Challenger de Bogotá ante el local Carlos Salamanca (6-4, 6-3). Además, el tenis femenino da síntomas de mejoría con los triunfos de María José Martínez en Bad Gastein (6-0 y 7-5 a Patricia Mayr-Achleitner) y de Anabel Medina en Palermo (6-3, 6-2 frente a Polona Hercog).
Unos resultados con los que España suma catorce jugadores entre los cien primeros de la exigente lista ATP. Algo que no es novedad, pero que demuestra por enésima vez (la victoria en Austin y Mar de Plata son quizás las más representativas) que el tenis español es mucho más que el inconmensurable Rafa Nadal.
Sin embargo, y sin restar un ápice de mérito al resto de victorias de la semana, quisiera destacar hoy especialmente el logro de Ferrero. Un tenista incombustible, de un talento increíble, al que las lesiones (rodilla izquierda y muñeca derecha) parecían haberse empeñado en retirar antes de tiempo en los últimos tiempos. El segundo de nuestros números uno y una de las grandes joyas de la brillante generación de tenistas sometida por Federer (Roddick, Hewitt, Safin, Ferrero, Haas…)
Ferrero superó a un durísimo rival como Andújar, seis años más joven, en su décimo partido de 2011. Un triunfo incontestable, rubricado con dos saques directos, que amplía su palmarés a dieciséis títulos y le reportó más de 68.000 euros, 250 puntos ATP (con los que escala veintiuna posiciones (del 85 al 64) y un precioso Mercedes Benz SLK 350 BlueEFFICIENCY Roadster. Un aliciente muy especial para un fanático de los coches, que ofreció el deportivo a su padre sobre la misma pista. Otro detalle del gran campeón que es.