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Madrid olímpico: hay que continuar

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Este blog se dedica básicamente al atletismo, pero dado que tiene nombre olímpico (Carros de Fuego) y que el atletismo es el deporte olímpico por excelencia, me vais a permitir que en este caso nos desviemos de lo que es saltar, correr y lanzar (y marchar) para hacer una incursión más general en el mundo del deporte. Vamos con la candidatura de Madrid a los Juegos de 2020.

Confieso que he tenido dudas sobre la conveniencia de que insistiese en la carrera olímpica. Sobre todo por la deuda que tiene el Ayuntamiento y por la crisis en que estamos todos metidos. Pero la verdad es que da pena pararse ahora, olvidarnos del sueño, viendo cómo envejecen las instalaciones ya construidas y cómo no nacen aquellas que tienen su sentido básicamente en la organización de unos Juegos. Hay que continuar, con condiciones.

La más importante de ellas es que la candidatura sea austera, como corresponde a los tiempos en que vivimos. El alcalde lo ha prometido así. Pues que así sea. Los ciudadanos no están ahora para grandes fastos, pero creo que si se les informa bien, comprenderán la necesidad de moverse cuando parece que todo se para. De mostrarse ilusionados en medio de la desilusión. De tener sueños alegres, en lugar de crueles pesadillas. De atraer inversión privada, cuando nadie quiere gastarse un euro. Porque así se contribuirá a reactivar la economía y nos irá mejor a todos. 

Deportivamente, yo creo que Madrid tiene una buena oportunidad. Roma ha anunciado que se presenta. Fue la primera en hacerlo y ya tiene hasta presupuesto. Pero Roma no es superior a Madrid, aunque ya sabéis que el Comité Olímpico Internacional es impredecible, por lo heterogéneo, y porque a veces vota con criterios que poco tienen que ver con el deporte, basados en otras consideraciones. Por eso ganó Río de Janeiro para los Juegos de 2016. 

Estambul también ha anunciado que optará a los Juegos. Puede ser una rival difícil. Es una gran ciudad musulmana en un gran país musulmán y democrático. Una doble condición que sólo los turcos han desarrollado en profundidad. Sus infraestructuras han mejorado mucho en los últimos tiempos. Y su poder económico. Estambul es una encrucijada de mundos y de culturas, una ciudad fascinante. Y en el momento histórico que vivimos y que vamos a vivir, apostar por un país musulmán y moderado puede ser una gran tentación.

Tokio puede presentarse, pero hay dudas. Japón está en una situación dramática: un terremoto, un tsunami, una catástrofe nuclear... Demasiado para despertar alegrías olímpicas. Me parece que los japoneses están ahora para otras cosas. Ya fueron candidatos para 2016, con una gran oposición popular, y perdieron claramente. Quizá no lleguen a presentarse.

Se habla también de Durban, la ciudad sudafricana en la que, precisamente, se reunió la semana pasada el Pleno del Comité Olímpico Internacional. Sudáfrica quiso lanzarse casi en tromba tras el éxito de los Mundiales de fútbol (se hablaba de Johannesburgo, de Ciudad del cabo, de la propia Durban...), pero luego los ánimos se enfriaron. Ahora vuelven a calentarse, pero tímidamente.

Nawal El Moutawakel, miembro del Comité Olímpico Internacional, ministra marroquí y primera musulmana campeona olímpica en cualquier deporte (oro en los 400 metros vallas en Los Ángeles 1984) ha echado un jarro de agua fría sobre su continente: "África no está capacitada aún para organizar unos Juegos". Si ella lo dice... Y es uno de los miembros más influyentes y con mayor peso del COI.

Madrid tiene a favor la rotación continental. Porque es cierto que ahora toca Europa, así como no tocaba para los Juegos de 2016, donde quizá hubiera sido mejor hacer una pausa. Ya sabéis que esto de la rotación no es una norma escrita, que no aparece por ningún lado, pero que existe. Cuando algo sucede ineludiblemente desde el año 1952 hasta ahora, no hace falta que nadie lo ponga negro sobre blanco.

A Madrid también le favorece el que esta sea su tercera vez consecutiva, aunque ello no otorga necesariamente la victoria, como es obvio. En las dos anteriores estuvo cerca, muy cerca, e incluso lideró las votaciones en alguna ronda. Aunque después, es cierto, perdió.

La reina de la insistencia, por cierto, es la ciudad de Detroit, en Estados Unidos. Se presentó para los Juegos de 1952, 1956, 1960, 1964, 1968 y 1972. ¡Seis veces consecutivas! Y siempre perdió. Una tenacidad nada recompensada, desde luego.

Y volvemos al atletismo. Os recomiendo que sigáis de cerca los Europeos Sub-23. Estoy seguro de que España va a alcanzar algunas medallas, lo que siempre es de agradecer en momentos turbulentos. Pero, además, podréis ver en acción (lo transmite Teledeporte) a no pocos atletas de clase mundial. El francés Teddy Tamgho, plusmarquista mundial de triple en pista cubierta, sin ir más lejos, que se entrena a menudo en Alicante, playas incluidas. Y que dice que está para hacer récord mundial absoluto.