Los temas pendientes de Marta
La juez Mercedes Pérez Barrios ha decidido exculpar ("provisionalmente", según dice el auto, una parte del cual me leyó ayer por teléfono su abogado) a Marta Domínguez de la acusación de suministrar productos farmacéuticos sin receta a Eduardo Polo, que le hacía habitualmente de liebre durante los entrenamientos. Todos lo esperábamos. Ya en su día fue exculpada de otras acusaciones iniciales. Pero quedan asuntos pendientes. En otro auto la juez reconoce que la campeona mundial de 3.000 metros obstáculos es sospechosa de dopaje, pero no entra en el asunto porque doparse no es delito en España. Sí es perseguible penalmente aquel que dopa a otros, o que trafica, pero no quien consume.
Que quede claro que no estoy diciendo que Marta se haya dopado. Lo que digo es que en un auto que tengo aquí al lado, mientras escribo, una juez expone sus sospechas: "...efectivamente lo que se pone de manifiesto son las sospechas de que Marta Domínguez fuese consumidora de sustancias prohibidas en el deporte, lo que daría lugar a una sanción en dicho ámbito, pero nunca a una imputación penal...". Y dice que la intervención de su teléfono (las escuchas fueron luego anuladas) buscaban "determinar quién le suministraba tales sustancias...". Está en el folio 10, de los 48 que tiene el documento, de lectura larga y a veces un poco tediosa, pero apasionante en muchos momentos y siempre reveladora.
Y es un hecho que el Consejo Superior de Deportes, personado en la causa a través de la abogacía del Estado, ha pedido a la juez datos sobre el particular, por si pudiera iniciar los trámites de una sanción deportiva para la palentina. Y también es un hecho que la titular del Juzgado número 24 de Madrid no ha respondido, por el momento. Porque ella persigue delitos, y doparse no lo es. Pero el Consejo sigue esperando.
Y para terminar quiero recordar el titular en portada de AS del 10 de diciembre de 2010: "Marta Domínguez, acusada de tráfico de sustancias dopantes". Un relato aséptico de los hechos. Otros medios informativos titularon de forma más agresiva: "Marta Domínguez también era mentira. Detenida como camello de una red de dopaje". "¿De reina del estadio a camello del dopaje?", "La traición de la novia de España"... Creo que en este periódico hemos realizado en equipo un buen trabajo informando de la Operación Galgo, describiendo lo que sucedía, sin truculencias y descartando acertadamente (a veces a altas horas de la noche) aparentes noticias que eran rumores infundados o malintencionados. Es posible que haya habido errores, de los que nadie está a salvo, pero nunca saltos en el vacío. Las noticias publicadas se han contrastado siempre. En ese camino seguiremos.