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Tres detalles novedosos del lockout


Escribo esto el viernes, antes de marcharme de fin de semana, cuando propietarios y jugadores siguen reunidos por la diferencia horaria. Por eso, es posible, aunque poco probable, que la paz se haya firmado cuando estéis leyendo estas líneas.

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¿Qué hay nuevo? Tres detalles importantes que pueden influir en el devenir de los acontecimientos.

El primero es que la corte de apelación de San Louis no confirmó los augurios de uno de sus miembros, que tras escuchar a las partes recomendó un acuerdo amistoso ya que la sentencia no agradaría a ninguna de las partes. Esas declaraciones fueron el empujón definitivo para que se abriera la actual ronda de negociaciones, que parece la definitiva. El caso es que la sentencia ha confirmado que el cierre es legal, así que la NFL se puede apuntar una victoria que a estas alturas no debería tener demasiada trascendencia. En la vorágine de acontecimientos los sucesos se quedan viejos enseguida. Esta sentencia podría abrir una nueva ola de demandas por parte de los jugadores que ahora están sin contrato, pero os ahorro la historia porque, sinceramente, no creo que de tiempo a que eso suceda.

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El segundo detalle es que el fiscal general de Nueva York ha iniciado una investigación antimonopolio sobre el cierre patronal de la NFL y los daños económicos que está sufriendo el estado por el cese de actividades. El secretario de justicia auxiliar, Richard Schwartz, ha enviado una carta a Roger Goodell reclamando toda la documentación necesaria para estudiar si se ha actuado legalmente según la ley antimonopolio de Nueva York. Como sabéis, solo mentar la palabra ‘monopolio’ produce urticaria a los miembros de la NFL, y esta primera investigación podría provocar una cascada similar en otros estados, así que es más que probable que esta noticia sea un nuevo aliciente para que el acuerdo sea inmediato.


El tercer detalle es que el partido del Hall of Fame, que abre la pretemporada de la NFL y que está previsto para el 7 de agosto, entre los Rams y los Bears, solo podría celebrarse si se llega a un acuerdo ya. Si las discusiones se alargan, los equipos no tendrían tiempo material para celebrar sus campus de entrenamiento y llegar con un mínimo de preparación a esa fecha. Si tenemos en cuenta que está en juego el devenir de toda la temporada podríamos pensar que un partido de pretemporada es pecata minuta, pero por las últimas declaraciones (todas ‘off the record’ y sin autor confeso, que como las negociaciones son secretas nadie debe decir ni pío), y viendo las prisas que le ha entrado a todo el mundo por arreglar el entuerto cuanto antes, parece que nadie está dispuesto a perdonar ni un solo centavo de los ingresos futuros. El pellizco que podrían conseguir con un partido tan señalado, y que, además de abrir la pretemporada, se convertiría en el símbolo de la paz en la NFL, está consiguiendo que a todo el mundo se le pongan los ojos como al Tío Gilito cuando cuenta monedas. Money, money, money, money money....

En resumen, mucho me extrañaría que a final de la semana que viene, o en los primeros días de la siguiente, no estemos comentando los primeros fichajes de la agencia libre.