Sub-21: los Juegos de Londres están más cerca que nunca
No importó que Silkeborg amaneciera tapada por negros nubarrones. Ni que el viento soplase con más fuerza de la habitual en la Plaza Torvet. En el hotel de concentración español en Dinamarca se palpaba ayer otro ambiente tras la gran victoria obtenida ante la República Checa en la víspera. Un ambiente de optimismo, de satisfacción, como una antesala de lo que está a punto de producirse.
Y lo que asoma cada vez con más nitidez no es otra cosa que la clasificación para los Juegos de Londres. España está a sólo una factible combinación de obtenerla. Necesita no perder el domingo ante Ucrania y que Inglaterra gane a los checos. Dos resultados, tan sólo dos, darían al traste con 12 años de ausencia olímpica. Esa excitación se notó en la cara de los protagonistas durante la jornada de ayer. Lo que tras el primer día eran malestar y desconfianza, esta vez se han tornado en seguridad y alegría.
Milla también ayudó a que reinase esta sensación llevando al grupo a una bolera en una de las pocas tardes de ocio que el equipo ha tenido desde que se concentrara hace ya más de dos semanas. Un premio merecido al buen partido del miércoles.
Pero aún queda camino por recorrer y esa es la consigna que también se quiere transmitir. Charlar con el entrenador, con los miembros de la expedición, con los propios jugadores desprende cierto aroma a entusiasmo. "Estamos más cerca que nunca de Londres", comentan algunos con un brillo especial en los ojos. Para que esta intuición se convierta en algo sólido y real, los técnicos preparan el último duelo frente a los ucranios basándose, sobre todo, en aspectos psicológicos.
Así, durante estos días harán ver a los jugadores el Holanda-Ucrania del playoff previo, en el que los neerlandeses cayeron contra pronóstico con todo a su favor. Algo parecido a lo que ocurre ahora con España. Además, Milla volverá a repetir equipo, pese a los seis apercibidos. No le importa. Tras Ucrania puede estar la meta. Y seguramente esconda los Juegos.