El lockout ha sacado el Grinch que llevo dentro, como bien habéis dicho en alguno de vuestros comentarios. Eso me está llevando a desmitificar bastantes aspectos de la NFL. Ser aficionados al deporte rey estadounidense en un país en el que hay muy pocas cosas más allá del fútbol, el Real Madrid o el Barcelona, nos convierte en amantes demasiado devotos. Quizá no esté mal sufrir de vez en cuando algún desengaño.
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En nuestro forofismo, terminamos por ver la NFL como una competición perfecta en la que todos y cada uno de los aspectos, tanto deportivos como ejecutivos, parecen inmejorables. Tenemos nuestro deporte favorito idealizado y solemos ponerlo como ejemplo de lo que deberían hacer otras competiciones para funcionar bien de verdad.
Somos como esos enamorados que ven una supermodelo donde los demás solo contemplan un ñu. No digo que la NFL sea un espanto, pero tampoco es esa competición perfecta que pensábamos. El lockout nos ha ayudado a ver verrugas, patas de gallo y michelines incipientes.
Por eso me ha divertido tanto el vídeo que me ha enviado Dani Hidalgo y que muchos habréis visto ya en la ventana de twitter de este blog. La NFL no está formada por jugadores nobles que jamás fingen, que tienen la caballerosidad por bandera y el espíritu del juego limpio como ley. Los jugadores de la NFL son tan marrulleros, tramposos y teatreros como los de cualquier otro deporte. Eso se demuestra con este video de casi cinco minutos que provoca sonrojo y auténtica vergüenza ajena.
Pero el amor no tiene explicación. No entiendo el motivo, pero ver esas imperfecciones, esos detalles oscuros que me disgustan, provoca que esté aún más enamorado de la NFL, un deporte que, a pesar de todo, consigue que cada domingo de otoño me despierte con una excitación inexplicable, sabiendo que voy a vivir otro día mágico, lleno de momentos inolvidables, situaciones imposibles, emociones inesperadas, ardor, genialidad… y detalles oscuros.
No muchos amores pueden ofrecer lo mismo, durante tanto tiempo, y sin provocar hartazgo.
mtovarnfl@yahoo.es
