Libros, vídeos y contratos
Mientras espero el inicio de la final de Copa, aprovecho para haceros una visita rápida y contaros algunas cosillas sucedidas en los últimos días.
La primera se refiere un correo que me ha enviado Ignacio y que os reproduzco íntegro porque seguro que os interesará. Estamos hablando mucho de películas que tienen como temática principal el football, pero hemos dejado de lado la literatura de ficción dedicada a nuestro deporte. Varios me habéis escrito proponiendo un serial sobre el tema y, curiosamente, Ignacio aporta el primer granito de arena:
“Sigo tu blog desde el inicio de esta temporada, ya que el pasado verano estuve en Miami y puede ver el primer partido de pretemporada en casa de los Dolphins contra los Falcons y he vuelto fascinado por el juego. Ya lo seguía en mi etapa universitaria y lo he vuelto a retomar con mas fuerza aún.
Ya que Javier Virto ha iniciado una sección sobre películas que traten el tema del futbol americano, quería hacerte un comentario a ti y a los seguidores del blog sobre un libro que trata sobre la misma temática.
El libro en cuestión es "El Profesional" de John Grisham. No tiene nada que ver con los típicos libros de este autor, sobre temas judiciales, sino que trata la historia de un quarterback de Iowa, que después de salir rebotado de varios equipos de la NFL, y realizar un último partido de playoffs horrible con los Browns de Cleveland, y ser el tío mas odiado de esa ciudad y de medio país, emigra a Italia, para jugar con los Panthers de Parma, en la Liga Italiana de Fútbol Americano. A pesar de que algunas traducciones, sobre todo de las posiciones se hacen algo extrañas, corredor de fuerza, esquinero etc, es un libro muy entretenido y que puede llenar algún rato libre estas vacaciones, aunque un rato corto, porque no es demasiado extenso y su lectura es muy sencilla.
Espero que os guste”.
El tercer tema es que, como sabréis, la jueza Susan Richard Nelson ordenó a propietarios y jugadores que volvieran a negociar y les impuso un mediador tras comprobar que ni siquiera se ponían de acuerdo en ese asunto. Después de cuatro días parece que se ha avanzado muy poquito. Todos están más pendientes de la inminente decisión de la jueza sobre la legalidad del lockout.
El cuarto asunto da para un artículo largo, y quizá lo escriba a la vuelta de vacaciones. La propuesta de los propietarios sobre la reducción de sueldos de los novatos elegidos en el draft pasa por un recorte que rondaría el 60% del salario garantizado que han conseguido en los últimos años y por la obligación de que el primer contrato tenga siempre una duración de cinco años. En pocas palabras, me parece muy bien que se reduzcan los contratos para jugadores que aún no han demostrado nada, pero me parece un abuso que les mantengan con un contrato dependiente de los objetivos conseguidos durante tanto tiempo. Es justo que alguien no se haga rico hasta que no haya demostrado que lo merece, pero es injusto que no pueda firmar un gran contrato en cuanto haya demostrado su calidad. Cinco años me parecen demasiados. Me temo que volverá el desacuerdo en un tema que parecía casi resuelto.
El quinto hace referencia al partido de Wembley. Me imagino que a estas alturas ya lo sabréis todos, pero si el 1 de agosto no se ha resuelto el conflicto laboral, el Bucs-Bears se disputará en Tampa. Varios habéis escrito preguntando cómo conseguir entradas. No tengáis prisa que es sencillo. Solo hay que darse de alta en NFLUK, tener paciencia y rezar para que haya acuerdo cuanto antes. Comprar entradas por otro conducto es caro y no merece la pena.
Y para terminar, siguen creciendo los rumores que sitúan a McNabb en Minnesota. Los Vikings parecen apostar por un último asalto al anillo con su actual generación de jugadores. Ya os conté que no me parece muy buena idea. Quizá Peterson merezca tener otra oportunidad, pero McNabb no parece el QB ideal para facilitar el juego del mejor corredor de la NFL. Casi nunca hablamos del propietario de los Vikings, Zygi Wilf, pero desde que llegó a Minnesota ha dejado en ridículo a Dan Snyder con sus decisiones. Manolo Arana está convencido desde el primer día de que el único empeño de Wilf es demoler el equipo para podérselo llevar a Los Ángeles. He pasado de considerarle un exagerado a creerle a pies juntillas.