Sobre DeAngelo Williams y los Patriots
Durante la Semana Santa me tomaré algunos días de descanso, y aún no se si Javier Virto me enviará una nueva entrega de sus artículos sobre películas de football o esperará hasta la siguiente semana. Por eso no encontraréis artículos largos en los próximos días.
El miércoles sí que trabajaré. La final de Copa es cita obligada. Pero dudo mucho que me quede un segundo libre para dedicarme a hablar de NFL.
De todos modos, quería hacer un apunte a unos comentarios que aparecieron en uno de los últimos artículos. Alguien decía que DeAngelo Williams, agente libre, era el fichaje ideal para los Patriots. Creo que el asunto merece un pequeño análisis.
Williams siempre me ha parecido un corredor sensacional. Y por eso nunca he entendido que Fox no creyera de verdad en él a pesar de elegirle en primera ronda del draft. Primero fue Foster el que le cerró la puerta, provocando que solo fuera usado como especialista. Más tarde, los Panthers eligieron a Jonathan Stewart y crearon un monstruo con dos cabezas, destinado a ser en el mejor backfield de la NFL y convertido a la postre en un tremendo fracaso.
Ya sabéis mi opinión. Fox ha pasado años empeñado en un juego de pase largo, pensando que Steve Smith y el innombrable eran armas suficientes para ganar una Super Bowl, y desaprovechando a un Williams que encuentra huecos imposibles, se convierte en imparable en campo abierto y tiene una manos extraordinarias, a pesar de que en Carolina casi nunca le han permitido explotar esa faceta de su juego.
Si lo pensamos fríamente, es un corredor de la élite con las características que le gustan a Belichick: polifacético y capaz de ganar muchas yardas cuando la jugada parece terminada.
Pero ha varios factores en contra del fichaje. El primero es que Williams se lesiona mucho, michísimo. Y los Patriots han salido escaldados cada vez que han fichado a un jugador propenso a lesionarse en los últimos años. El segundo es que, salvando las distancias, el binomio Green-Ellis-Woodhead aporta exactamente las mismas virtudes que Williams, aunque hagan falta dos jugadores para hacer el mismo trabajo. El tercero es, quizá, el motivo que llevó a Fox a no confiar en Williams: no es un jugador que ayude en el backfield, o al menos no lo ha sido hasta ahora. Creo que Belichick sigue necesitando como el comer un corredor que sea capaz de frenar un blitz, dar tiempo al pase de Brady y leer defensas para convertirse en el último recurso de su QB. DeAngelo Williams no va a aportar nada de eso y creo que los Patriots tratan de encontrar un jugador así, el nuevo Corey Dillon.
Algunos me diréis que soy un cachondo. Claro, si el mejor Dillon y el mejor Williams coincidieran como agentes libres en una temporada, todos los equipos pujarían antes por el primero. ¡Nos ha fastidiado! Y quizá aquí empiece otro debate.
¿No será que la época de los grandes corredores ha terminado? ¿No se habrán extinguido como los dinosaurios? En el football universitario los QBs son los que pasan, pero desde hace algunos años también son los que corren. Eso está provocando que la posición de RB esté perdiendo peso progresivamente y que no lleguen grandes estrellas al profesionalismo… Pero de todo esto hablaremos en Pascua.