Hablemos sobre quarterbacks - (1ª parte)
Muchos me echáis en cara que sobre todo hablo de quarterbacks. Tal vez sea una simplificación excesiva, pero muchas veces he contado que, para mí, el football es un deporte de equipo en el que todo el ataque intenta aprovechar al ciento por ciento el potencial de su QB y toda la defensa intenta, por encima de todo, anular al QB rival.
Os hago un pequeño análisis por posiciones para explicar esta generalización que muchos discutiréis.
La línea ofensiva tiene como misión prioritaria proteger a su QB, y además abrir huecos a la carrera.
Los corredores consiguen cerrar las defensas rivales para abrir huecos al pase, ayudan en los bloqueos en el backfield para proteger a su QB, o salen al pase para asegurar lanzamientos de seguridad. Muy pocos equipos han ganado una Super Bowl, y menos en los últimos años, con un corredor como gran estrella ofensiva y sin un QB de la élite.
Los TE ayudan a la línea a proteger al QB o salen a correr, casi siempre, rutas de pase fáciles para su líder.
De los receptores ni hablo, porque su trabajo se ciñe, casi exclusivamente, a conectar con el QB.
Los líneas defensivos son, cada vez más, cazadores de QBs. Una línea sin peligro en el ‘pass rush’ se considera mediocre, aunque sea poderosa defendiendo la carrera.
Los linebackers modernos se valoran menos por su trabajo contra la carrera que por otras virtudes. La capacidad para entrar en blitz, o para ayudar en cobertura de pase, son cada vez más importantes.
De la secundaria tampoco hace falta hablar. Su trabajo es, casi exclusivamente, luchar contra los QBs rivales e impedir el ataque aéreo.
Los quarterbacks son los reyes del tinglado.
Eso no quita que en este blog hablemos de todos los aspectos del juego, pero si titulo un artículo ‘Manning vs Brady’ os lanzáis casi todos como pirañas ansiosos de sensaciones fuertes, mientras que si os cuento que llevo todo el año con la impresión de que el rendimiento de Michael Oher cubriendo el lado ciego del QB ha sido muy inferior al de 2009 en el otro lado de la línea, el asunto os resbala a la mayoría. Algunos reclamáis ese tipo de análisis, y los intento hacer, pero lo que de verdad enciende los ánimos es que diga que Flacco ha sido el talón de Aquiles de unos Ravens que habrían disputado la Super Bowl si su QB hubiera cumplido las expectativas.
Antes de seguir adelante, voy a hacer una tabla con los QB titulares de cada equipo a día de hoy, su auténtico valor y los equipos que podrían necesitar un refuerzo en la posición.
Pero ahora creo que, con todo el tiempo que tenemos por delante, puede ser interesante hablar de otros muchos temas que se puedan ir planteando en vuestros comentarios.
En la tabla me sale que hasta doce equipos podrían buscar un QB antes del comienzo de la temporada 2011 (si empieza). En la lista incluyo a los Bengals, suponiendo que ni Palmer va a cambiar de opinión sobre su intención de marcharse, ni los Bengals van a hacer demasiado por retener a un QB del que están hartos. También incluyo a los Broncos, que estarían obligados a buscar un QB veterano que cubriera las espaldas de Tebow (¿Palmer? ¿McNabb?), si Orton termina marchándose. Además apuesto por que los Shanahan se quitarán de encima a McNabb y se darán cuenta demasiado tarde de que Grossman está maldito (¿un intercambio McNabb-Orton?). Por último, dudo que Al Davis pueda evitar la tentación de buscar un nuevo QB titular. Estoy convencido de que Campbell le aburre. En el resto de los equipos, la necesidad es obvia.
Algunos pondréis en entredicho que Sanchez, Flacco, Garrard, Cassel, Eli Manning, Tony Romo… sean QBs realmente buenos. El debate sería largo e intentaré hacerlo en los próximos días, pero no cabe duda de que todos ellos tienen la titularidad asegurada en 2011 salvo sorpresa mayúscula.
En el próximo capítulo, entraremos en faena. Por ahora, espero vuestras objeciones a las valoraciones que hago en el cuadro.