Claves para entender los éxitos del relanzado Castilla de Toril
El cambio de Menéndez por Toril en el banquillo del Castilla no ha podido tener un efecto más positivo. El filial blanco ha ganado de forma consecutiva los seis encuentros que ha dirigido el nuevo técnico y ha pasado de estar situado en mitad de la tabla a luchar por el ascenso con serias aspiraciones de conseguirlo. ¿Cuáles son las razones de esta transformación? ¿Que lleva a un equipo a cambiar tanto de cara en apenas mes y medio? La valentía de Toril para tirar de los más jóvenes podría explicarlo. Pero hay algo más. Estas son, a grandes rasgos, algunas de las razones futbolísticas que lo argumentan:
Carvajal y Casado, dos laterales con libertad: los laterales del equipo son mucho más importantes en el juego ofensivo que antes. Tanto Carvajal, por la derecha, como Casado, por la izquierda, son futbolistas específicos de ese puesto y explotan sus virtudes ayudando en defensa pero desdoblándose también en ataque cuando es preciso. Ahora dan asistencias e incluso marcan, como Casado en la visita al Celta B.
Nacho, mejor de central: en las últimas temporadas se había abusado de la polivalencia del internacional Nacho, capaz de jugar en los laterales además de como central, su posición natural. Pero el resurgir del Castilla ha llegado con su presencia definitiva en el eje de la zaga. Es un futbolista curtido pese a sus 21 años y da el empaque necesario a la defensa para que nunca se descoloque. Va bien por alto y es rápido.
La manija es por fin para Álex: el hermano pequeño de Nacho, el mediocentro pelirrojo Álex, es probablemente la gran aportación de Toril al equipo. Y es un acierto en toda regla. Con su buena fluidez en la circulación y la capacidad para mantener el equilibrio ha dotado de mayor calidad al centro del campo, precisamente donde se cuecen la mayoría de los encuentros. A sus 18 años, necesitaba esa confianza para seguir creciendo.
Dos balas en los extremos: la velocidad del Castilla llega por donde más daño hace, los costados. Juanfran y Juan Carlos son punzantes como pocos, pero da la sensación de que sus internadas responden mucho más al juego colectivo que antes. Es decir, sus galopadas son la conclusión a las buenas combinaciones en el centro del campo, no acciones aisladas y sin apoyos como pudiera parecer antes. Por las dos bandas respira siempre este Castilla.
Sarabia, centrado y dando un estilo: el jugador más en forma del Castilla ahora mismo junto a Morata. Toril ha reconocido el talento de su pierna izquierda y le ha dejado a su libre albedrío. Hace bien. Actuando más centrado, una posición en la que ya le ubicó Menéndez, ha dejado fluir una visión de juego que muy pocos jugadores tienen en esta categoría. Otro joven, de 18 años, que se desgasta mucho menos físicamente que cuando actuaba pegado en banda.
Morata: un goleador con ganas de que se hable de él: Mourinho quiso zanjar el debate en torno a Morata dejándolo finalmente en el Castilla y animándole a que marcara un buen puñado de goles en Segunda B. Dicho y hecho. En los seis encuentros que Toril lleva al mando, el delantero ha marcado ya ocho. Y esa cifra seguro que aumenta. Está con un chispa y una velocidad de movimientos interesantísima, además de la voracidad que ya tiene. Es el 'nueve' que a todo equipo le hace falta.