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Ojala que no lluevan ladrillos


Estoy leyendo con gran interés los comentarios a mi anterior artículo, en el que daba mi opinión sobre algunos de los asuntos que rodean al paro patronal anunciado, y me gustaría añadir algunas puntualizaciones que se me han ocurrido tras leer vuestras aportaciones.

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Lo primero que tengo que deciros es que lo que afirmo en el artículo es una interpretación personal de la cuestión. Yo creo que Goodell ha modificado el reglamento para intentar facilitar el acuerdo por las razones que explico en el texto, pero en ningún sitio se ha dicho oficialmente que esa sea la razón. Solo es mi opinión.

Yo no estoy de acuerdo con la ampliación. Tiene un punto muy positivo, que pesa muchísimo: ¡dos jornadas más para disfrutar de la NFL!, pero muchísimos puntos negativos que me parecen muy perjudiciales a la larga:

1 Se debería rehacer un calendario que funciona muy bien (pese al asunto de los criterios y el orden de clasificación para playoff que tampoco tiene tan difícil arreglo).

2 Ahora cada partido es decisivo. Cuanto más larga sea la competición menos trascendencia tendrá una derrota. El secreto de la NFL está en la intensidad.

3 La pretemporada no es vistosa, pero es importantísima. Los jugadores, entre otras cosas, exigen una reducción de las sesiones de entrenamiento para aceptar la ampliación. Si hay menos entrenamientos y menos partidos de exhibición, las plantillas llegarán menos compenetradas. Además, olvidaos de las historias bonitas como la de Woodhead. Con menos tiempo para probaturas, los entrenadores apostarán por lo seguro y no darán oportunidades a jugadores no drafteados. La NFL se puede convertir en una liga de primeras rondas del draft.

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4 Las lesiones no se reducirán a no ser que el reglamento se endurezca tanto que incluso desvirtúe el mismo deporte.

5 Los equipos sin aspiraciones alargarán su agonía sin obtener ningún beneficio. En las últimas jornadas habrá más partidos intrascendentes que nunca.

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6 Los equipos con aspiraciones llegarán más tocados que ahora a postemporada.

Se me ocurre un buen puñado de razones más, pero prefiero tratar otros temas en este artículo.


Sólo se está hablando de entrenadores y jugadores, pero en el mundo del football americano hay infinidad de personas que ganan sueldos normales y que serían los más perjudicados con el parón de la competición. Hay miles de empleados estacionales encargados de mantenimiento, marketing, catering, transportes… e infinidad de empresas de muchos sectores que sobreviven gracias a la NFL. Una franquicia y todos sus jugadores sobrevivirán un año sin problemas a pesar de sus lágrimas de cucudrulo, pero muchas otras personas, cuyo nombre nunca sabremos, se pueden quedar en la puñetera calle y desesperados. Ese aspecto está siendo el más olvidado pero también puede ser el más grave a la larga.

A mí también me pareció absurdo que los bufetes de abogados contratados por ambas partes no tengan un plus por resolver el conflicto cuanto antes, pero ya lo he leído en varios medios distintos. Visto lo visto, me lo creo todo.

El argumento de que habrá acuerdo porque todos pierden si no hay competición, es el mismo que se esgrimió meses antes de los parones que sufrieron MLB, MBA o NHL en los últimos años. Las dos partes se quejan, pero ambas tienen dinero suficiente para aguantar en sus posiciones. El problema lo tendría el que vende perritos calientes en el aparcamiento. Si dependiera de ese último, yo sí que estaría seguro de que habrá liga.

Estoy de acuerdo con algunos que decís que el sueldo de los jugadores de la NFL, incluso de los peor pagados, es suficiente como para que puedan planificarse el futuro si tienen dos dedos de frente. Pero también creo que en la empresa privada nadie cobra por encima de los beneficios que genera, así que tienen todo el derecho del mundo a exigir mejoras laborales.


Creo que la crisis sí que ha afectado a la NFL, como a los demás deportes profesionales. Las audiencias de televisión siguen creciendo pero, por poner un ejemplo y sin tener los datos concretos, sospecho que los ingresos por merchandising han podido bajar sensiblemente. Los clubes suelen ser muy reticentes a la hora de dar datos concretos sobre ese tipo de ingresos, pero apostaría a que lo están notando mucho. Lo mismo podría decirse de las tiendas y los bares de los estadios. No todo es televisión. La NBA, la NHL y la MLB han tenido que hacerse cargo de algunas franquicias por no ser viables económicamente. La NFL no ha llegado a ese extremo, pero la gallina de los huevos de oro puede volverse clueca si no la miman un poco.

Por último, un tema que no tiene nada que ver, pero que no consigo aclarar. Como sabéis, los Green Bay Packer son propiedad de sus 111.967 socios, que con su primer abono reciben una acción del club. Es una empresa sin ánimo de lucro en la que el único cargo directivo con sueldo es el de Bob Harlan, su presidente. Creo, y me gustaría que me lo confirmarais, que todos los demás miembros del consejo de administración trabajan sin remuneración aunque, por supuesto, sus empleados si que cobran. ¡Faltaría más!

Llevo un par de semanas intentando preparar un artículo sobre ese tema, pero soy incapaz de avanzar en él. El caso es que no consigo entender qué hace el club con los beneficios generados. Los 31 clubes restantes reparten dividendos y reinvierten, pero no comprendo muy bien qué narices hacen en Green Bay con tanto dinero. ¿Qué servicios reciben los socios? ¿En qué se reinvierte? ¿Por qué es considerada una franquicia ‘pobre’? Ni Lambeau Field ha sufrido grandes remodelaciones (la última fue en 2003), ni creo que el dinero generado se pierda por un agujero. Tal vez os parezca un tema poco atractivo, pero a mí me parece muy interesante conocer los intríngulis de una empresa tan peculiar, única en el deporte profesional estadounidense (y tal vez en el mundial). Agradecería que si alguien conoce el tema nos lo contara brevemente en un comentario, o nos regalara la vista con una estupenda tribuna libre.