Triunfo de Ferrer en Auckland en su periplo hacia Australia
Tomás de Cos
A falta de dos días para que arranque el primer mayor de la temporada 2011, uno de los más ilustres representantes de 'La Armada', David Ferrer, ha sumado en Auckland el primer título del año para el tenis español. Si en el anterior post nos preguntábamos en voz alta qué nos depararía el nuevo año, parece que los sabios no iban desencaminados. Eso sin contar el triunfo en dobles conseguido por Rafa Nadal y Marc López en Qatar y el de Tommy Robredo y Marcel Granollers en la misma ciudad neozelandesa conquistada por ‘Ferru’.
David Ferrer derrotó esta madrugada al ‘Rey David’ en dos mangas, por 6-3 y 6-2. Medio set tardó el alicantino en hacerse con las riendas de un choque siempre complicado, por más que los mejores años del superclase Nalbandián ya hayan pasado. Una buena motivación para el de Jávea, cuya mejor actuación en el Abierto de Australia son los cuartos de final conseguidos en 2008.
En busca del ‘Nadal Slam’
Desde que Rod Laver firmara en 1969 la hazaña de ganar los cuatro grandes torneos de la temporada, nadie ha logrado sumar cuatro títulos de Grand Slam de forma consecutiva. A Nadal se lo impidió Murray en la semifinal del US Open 2008, el otro gran año del balear, que venía de encadenar los triunfos de París y Londres y posteriormente se estrenaría en Australia, en la final de las lágrimas de Federer. Tampoco lo logró nunca el suizo, al que Rafa castigó con insistencia en París y en 2009 Del Potro le arrebató el triunfo en Flushing Meadows.
El de Manacor aparca las estadísticas para centrarse en el torneo australiano. Vuelve a tener al alcance de su mano la enésima hombrada de su carrera y no quiere distracciones. Le hace mucha ilusión pero trata de que su objetivo no le genere una ansiedad negativa en su cabeza. Nadie maneja la presión en el circuito como lo hace el mejor deportista español de todos los tiempos.
Recientemente ha dejado una perla que explica a la perfección la filosofía de su éxito, que podríamos resumir con el lema ‘trabajar duro para seguir mejorando’. “Puedo mejorar todo: la volea, la posición en la pista, estar más dentro de la pista. He mejorado mucho desde el año pasado pero nunca es suficiente. No soy perfecto, todo el mundo puede mejorar”, dijo. Unas palabras cargadas de sensatez, humildad y ambición.
Salvo sorpresa, le veremos mordiendo el trofeo y consolando a su rival para regocijo del patrocinador principal del torneo, al que está ligado desde hace años. Ya lo ha dicho ‘Big Mac’, pero él o su entorno se encargarán de negarlo. Espero vuestros pronósticos.