Patriots-Jets (La previa)
A veces pienso que crean dependencia. Me reí mucho con un comentario de uno de vosotros en el artículo en el que cerraba los partidos de wild card. El autor se quejaba de que no hablara de los Patriots. Incluso me llegó un e-mail de un aficionado indignado porque no televisaran a los Patriots la semana pasada. No me parece extraño. En Digital+ les hemos visto más que a nadie… y a alguno todavía le ha parecido poco.
Pero este año los Patriots partían como víctimas. Por fin eran un equipo en reconstrucción, sin claras opciones en una división en la que Jets y Dolphins parecían mejores. Brady y Moss eran las únicas armas de verdad, pero teniendo en cuenta que Brady no parecía el de sus mejores tiempos y que en Moss cada vez era más aplicable la famosa frase de que los años no perdonan; Welker salía de una grave lesión y casi nadie esperaba que pudiera rendir como antes; Mankins se enfrentaba al club y no parecía que el problema tuviera arreglo; Maroney era el peor corredor titular de toda la NFL; la defensa estaba plagada de novatos; perdían a las primeras de cambio a jugadores importantes como Kevin Faulk, Ty Warren, Torry Holt; otros muchos, sin entrar en injury reserve, quedaban fuera para muchos partidos.
Pero en estos Patriots había una clave que los volvía a convertir en un equipo muy parecido al de los primeros años de la década. Estaba formado por muchos jugadores desconocidos, en los que nadie creía demasiado (al menos a corto plazo), dispuestos a abandonarse en las manos de uno de los mejores entrenadores de todos los tiempos: Bill Belichick.
Varias veces he escrito que Brady hizo en un momento un pacto con el demonio, o directamente es hijo de Lucifer. Es un jugador sin fisuras, un sex symbol, millonario, casado con la top model más cotizada, también millonaria. A día de hoy no se le conocen defectos de ningún tipo, ni personales ni como jugador, ni problemas, ni preocupaciones. Durante una época no jugó a su nivel, pero me sobran los dedos de una mano para encontrar partidos en los que jugara mal, en el que tuviera un papel criticable. En las entrevistas y conferencias de prensa es gracioso, amable, agradable, dice cosas interesantes pero nunca ofende, nunca falta el respeto, nunca levanta polémica. ¿Existe en el universo alguien más perfecto que Tom Brady? Yo solo le he visto humillarse ante Petyon Manning, en esos partidos en los que perdía la puntería impresionado por la luz del otro mito, pero eso le llevó a hacerse amigo íntimo de su gran rival. Estoy seguro que ambos han hablado esta semana buscando la mejor manera de hacer daño a los Jets.
Con la marcha de Moss parecía cerrada definitivamente la posibilidad de que los Pats usaran el pase profundo. Yo creo que ha sucedido exactamente lo contrario. Es ahora cuando son peligrosos de verdad. Os pongo un sencillo ejemplo: ¿qué va a hacer Rex Ryan con Revis, su gran estrella defensiva? Revis da su verdadero nivel cubriendo al hombre y anulando a la gran estrella rival. ¿A quién va a cubrir el domingo? ¿A Welker? ¿A Branch? ¿A Tate? ¿A Gronkowski? ¿A Hernandez? Usar a Revis contra cualquiera de ellos tendría el efecto contrario. Sería él quien quedaría anulado mientras la nube de avispas seguiría picando sin importar que una de ellas no estuviera disponible. Decían que la mayor virtud del viejo Moss era la necesidad de hacerle una doble cobertura. Tras su marcha, Belichick ha ganado en libertad para hacer formaciones imaginativas. Fijaos que estos Patriots tienen siempre cuatro receptores peligrosos en el campo saquen la jugada que saquen: tres receptores y un TE; dos receptores y doble TE; dos receptores, un TE y dos en el backfield con Woodhead (el nuevo Faulk) saliendo al pase… Todos ellos tienen buenas manos, todos son capaces de ganar muchísimas yardas tras la recepción, Branch y Tate pueden hacer daño a campo abierto y el abanico de rutas, cruces y engaños es tan descomunal que las defensas rivales nunca tienen la iniciativa. ¿Cómo se defiende contra eso?
En ataque solo tienen dos problemas, tal vez tres, que les pueden costar el partido. El primero es Green-Ellis. Me diréis que es el primero corredor de poder que han tenido los Patriots desde la retirada de Corey Dillon. Es verdad, pero sigue sin ser un RB bloqueador. Belichick seguirá con él en el futuro, después del largo periplo por el desierto Maroney, pero creo que le gustaría contar con alguien más eficaz cerrando huecos desde el backfield. El segundo es su línea ofensiva. Es de las mejores de la NFL, y más tras la vuelta de Mankins, pero los años han demostrado que sólo presionado a Brady a fondo se puede desactivar su ataque. Lo hicieron los Giants hace tres años, los Jets en su victoria de 2009, los Ravens hace un año, los Packers hace pocas semanas… Brady es un bailarín de ballet en el pocket, pero el exceso de presión termina por descentrarle y los Pats son un muñeco con su QB ausente. El tercero es el más grave. Y es el mismo que tuvieron los Packers ante los Eagles. Belichick tiene querencia a las tablas. Si mediado el tercer cuarto tiene la victoria clara, mantiene el plan de juego hasta el final, y su equipo arrolla sin piedad. Pero si el partido está igualado mediada la segunda parte, saca su espíritu de genio defensivo y comienza a jugar con el reloj apostando por la victoria ajustada. Toda su preocupación se centra, exclusivamente, en tener la última posesión. Creo que los Patriots han perdido algunos partidos (tampoco muchos) cuando han decidido controlar en vez de sentenciar. Eso fue lo que les perdió contra los Giants y en varias ocasiones contra los Colts. Belichick, por mucho que se diga, no es tan genial en los últimos cuartos.
En la defensa podríamos hablar de nombres, pero el auténtico nombre es Belichick. Creo que es la única defensa de toda la NFL que no tiene un esquema claro. La filosofía de Belichick siempre ha sido la de adaptarse a su rival explotando sus mayores defectos. Este año les he visto jugar 3-4, 4-3, 5-2 en algunas formaciones de carrera… pero lo que me ha dejado boquiabierto de verdad es ver como, mediados algunos partidos, todos los jugadores se recolocaban instantes antes del snap para formar una perfecta 2-5 con un DE retrasado en cobertura. Como os digo, los jugadores de los Pats son capaces de jugar casi en cualquier posición.
Su defensa contra el pase es la tercera que más yardas concede de toda la NFL… pero también la que más intercepciones ha conseguido. Su defensa contra la carrera es engañosa. Las estadísticas la sitúan en medio de la tabla, pero si contáramos solo los últimos partidos, casi todos contra rivales temibles, estaría entre las mejores. Mayo es cada vez más infranqueable y todos sus compañeros se benefician de su juego. A principio de temporada uno de los problemas de los Patriots era su incapacidad para presionar al QB rival. Creo que por la forma de jugar de Belichick esa no es una de sus grandes prioridades, pero de todos modos, también han crecido en ese aspecto para terminar la temporada con una cifra nada despreciable: 36 sacks.
Pero la defensa de los Patriots también tiene dos defectos graves que les pueden costar partidos. La complejidad de sus formaciones, la falta de experiencia de sus jugadores y el empeño por llevar siempre la iniciativa sobre el ataque, convierte en indispensable una reunión previa a cada jugada. Los ataques sin reunión (no huddle) les hacen muchísimo daño. Se quedan sin recursos, cunde el desconcierto y en ocasiones terminan a merced del ataque. El segundo problema es el desánimo. Cuando más peligrosos son, es en los primeros snaps de cada drive. Si sus rivales consiguen mover las cadenas ellos pierden la iniciativa, al mismo tiempo que las fuerzas. Suelen recuperarse cuando se acercan a su red zone, pero incluso eso les cuesta. También creo que esos defectos se extendían durante todo el partido cuando aparecían en las primeras jornadas, y que en los últimos choques Belichick ha sido capaz de reconducir la situación en el siguiente drive.
Tal vez sea muy atrevido, pero si estos Patriots tuvieran al mejor Corey Dillon en vez de a Green-Ellis en el backfield, tal vez serían los mejores Pats de la era Belichick. Si tenemos en cuenta la cantidad de jugadores jóvenes, de elecciones altas del draft 2011 y su inesperado rendimiento en esta temporada, quizá debimos creer a Brady cuando dijo, hace algo más de un mes, que aún no conocemos el auténtico potencial de esta plantilla.
¿Y quién puede ganar a un equipo así? Yo creo que los Jets pueden hacerlo. Y también pienso que la clave para ellos será Mark Sanchez. Sospecho que Belichick tiene asumido que entre Tomlinson y Greene le harán más de 100 yardas y no le preocupa demasiado. En la victoria de los Jets 28-14 sumaron 128 (136 totales de carrera) y en la derrota 45-3 llegaron a 111 (152 totales de carrera). También creo que Rex Ryan tenía descifrado el ataque de Brady con Moss, pero no sabe aún, o no lo sabía el 6 de diciembre, como anular la nube de abejas actual. También creo que Mark Sanchez es un QB de sensaciones y adrenalina. Si el partido se le tuerce se le quedará esa carita de cordero degollado que todos conocéis y el duelo terminará en carnicería. Si se enciende, a pesar de que la cobertura rival le desconcierte, confiará en su instinto y puede desarbolar a la secundaria. Si el partido llega igualado es muy capaz de conectar con Holmes para dar el sorpresón. Como he hecho en todas las previas, y más con la excesiva extensión de esta, os remito a la previa del Colts-Jets para profundizar en los de NY.
Yo apostaré por los Patriots, pero por menos de un touchdown de diferencia. Belichick se vuelve muy precavido en postemporada y creo que habrá mucha igualdad.