Bears-Seahawks (La previa)
Lo de los Seahawks ha dejado de ser una anécdota que nos mantuvo entretenidos durante los días previos al comienzo de las hostilidades. Ahora puede convertirse en una plaga. Primero eliminaron a los vigentes campeones jugando el mejor partido de toda su temporada. Después pusieron patas arriba los cruces de la Nacional. Ahora, por esos milagros que cada vez suceden más desde que los Red Sox ganaron las Series Mundiales, pueden plantarse en su propio estadio, recibiendo a los Packers, para luchar por un puesto en la gran final.
Vale, lo acepto, en enero comienza una temporada nueva. Nada de lo sucedido en los meses anteriores tiene ninguna importancia. Pero esta historia me sigue pareciendo un mal chiste. La NFL deberá replantearse los criterios de clasificación, o al menos los de los cruces de postemporada. Aunque también confieso que si la semana pasada me senté a ver, con cierto fastidio, un partido del que no esperaba casi nada, el domingo debo exigir que, por lo menos, los de Seattle mantengan la incertidumbre hasta el final.
¿Quién iba a decirnos que los de Carroll se convertirían en uno de los alicientes de estos playoff?
Pero curiosamente lo que mejor hacen es presionar a los QBs rivales y los Bears son el peor equipo en ese aspecto con diferencia. Voy a apostar por una victoria de los Bears por más de un touchdown, pero también os digo que los Seahawks han tenido suerte con el cruce. Si tenían alguna remota posibilidad de ganar a alguno de los tres equipos que siguen vivos en su conferencia, esa posibilidad pasaba por Chicago.
Los Bears también llegan a este partido sin terminar de convencer a casi nadie. La mayoría de sus victorias han sido por un estrecho margen, algunas con polémica, y siempre cimentadas en la gran defensa y el juego de carrera. Cutler ha tenido una temporada muy irregular y en muchos momentos ha sido cuestionado. Su primer partido bueno de verdad llegó en la semana 12 contra los Eagles. Aunque yo quizá destacaría más las victoria ante los Vikings y los Jets. Esos han sido los partidos en los que ha estado más contenido, jugando sobre todo para su equipo, sin prisas ni estridencias. Formando por primera vez un auténtico tándem con Matt Forte. También fueron dos partidos en los que la línea ofensiva jugó sus mejores minutos, tal vez aliviada de tener que proteger a su QB durante demasiado tiempo.
Ahora Johnny Knox es el teórico número uno y Earl Bennett completa la tripleta. Ya, a mí tampoco me emociona demasiado. Y a los tres hay que sumar un Greg Olsen que se ha diluido en la temporada que debía elevarle a la élite. Se le han caído tantos balones fáciles, tantos pases sin dificultad, que me sorprende que aún cuenten con él. Para mí, Olsen ha sido una de las grandes decepciones de 2010.
El que ha ido de menos a más es Matt Forte. Sus mejores partidos han coincidido con las mejores actuaciones globales de los Bears. Definitivamente, los de Chicago pueden permitirse el lujo de jugar con un Cutler mediocre siempre que no lance intercepciones, pero Forte es un argumento indispensable si quieren llegar lejos en las próximas semanas.
Para terminar con el ataque, creo que Mike Martz se rindió mediada la temporada y decidió simplificar el plan de juego al no tener jugadores adecuados para poner en práctica su filosofía. Para mí ha sido una sorpresa. Hasta ahora, Martz siempre estaba dispuesto a morir con sus ideas. Lovie Smith le ha sabido contener.
Y ya que hablamos de Smith, creo que ha recuperado todo el crédito como entrenador principal en los Bears. Liberado del juego ofensivo, se ha podido centrar en lo que realmente le gusta: las defensas. Los Bears tienen jugadores extraordinarios en casi cada posición del ‘front seven’, pero además han sido imaginativos, han solucionado los problemas con mucho criterio y han mejorado cada semana.
De verdad, ni Chicago me parece un equipo que merezca haber descansado en la semana de repesca, ni los Seahawks me parecen un aspirante de postemporada. Creo que la suerte se ha aliado con ambos, haciéndoles mucho mejores de los que realmente son. Pero uno de ellos estará en la final de conferencia. No creo que los Seahawks tengan muchos argumentos para acceder a ella, pero los Bears podrán apelar a la calidad de su defensa, a la eficacia de Forte y a la genialidad de un Cutler que en cualquier momento puede dirigir una sinfonía triunfal. Que uno de estos dos equipos pudiera ser el representante se la Conferencia Nacional en la Super Bowl sería para mí una tremenda sorpresa.