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Seahawks 41 - Saints 36

La noche de los impostores

Antes de comenzar es importante aclarar una cosa: los Seahawks eran los que vestían de azul y los Saints los de blanco. Porque viendo el partido, la sensación fue que los jugadores se habían intercambiado las camisetas antes del comienzo.

Yo me senté a verlo. No pude aguantar la tentación a pesar de que os dije que no lo haría, convencido de que sería un paseo militar de los Saints. Creo que todos lo pensábamos. Pero tres horas después he vuelto a ver jugar al Hasselbeck que llevó con maestría a los de Seattle a la Super Bowl y a un Marshawn Lynch rehabilitado para la NFL después de ser traspasado desde Buffalo mediada la temporada. Pero Lynch no es el único recuperado para el football. No se si recordáis la historia de Mike Williams, un receptor que quiso entrar en el draft tras solo dos años en la universidad. Las normas de la NFL lo prohibían y él acudió a los tribunales ordinarios que le dieron la razón. La NFL, a pesar de todo, no le dejó entrar en ese draft y le convirtió en un apestado. Tras un año sin jugar fue elegido por los Lions, y desde entonces se movió de equipo en equipo hasta que en 2007 se quedó en la calle. Pete Carroll, que fue entrenador suyo en USC, le ha recuperado este año y el jugador le ha devuelto el favor con una temporada digna y un partido de wild card sensacional.

Volviendo al choque, los Saints empezaron como meteoros y se pusieron 0-10 tras dos drives ofensivos y conseguir interceptar al QB rival. Cuando parecía que el partido iba a ser un festival de los campeones, apareció el mejor Hasselbeck de los últimos años para amenizar la noche con un amplio repertorio de pases profundos con los que quemó una y otra vez a una secundaria de los Saints que jugó de forma lamentable.

Además, Julius Jones se sumaba al desconcierto de todo su equipo con un fumble que marcó, definitivamente, el cambio de tendencia del partido. Al final, la ausencia de un juego de carrera estable ha condenado a los campeones.

Así pasaban los minutos, con Lynch cerrando la defensa de los Saints, Hassselbeck quemándola con pases profundos y Brees ahogado por el pass rush de la defensa local. El público aullaba y en las caras de los de Nueva Orleans se presagiaba la derrota.

En los últimos minutos del tercer cuarto, y en los primeros del último, los Saints parecieron despertar, pero tras un drive magnífico, que terminó en touchdown, y frenar a los de Seattle con un tres y fuera, la defensa local dio otro paso adelante presionando a Bress para parar en seco la reacción.

En los últimos minutos, una jugada mágica de Lynch, que tras salvar cinco placajes consiguió un touchdown de 67 yardas, dejó sentenciada la mayor sorpresa de la historia de los playoffs.

El campeón ha perdido contra el peor registro de la historia de postemporada. Y además hemos presenciado un duelo magnífico. Los Seahawks, cuya clasificación llevo criticando toda la semana, han jugado un partidazo y han justificado su clasificación y su temporada.