Una imagen, una frase (Jorn. 16)
Singletary no será el último. Esta temporada puede pasar a la historia como la que más entrenadores principales se lleve por delante de toda la historia. Ya han caído Wade Phillips, Brad Childress, Josh McDaniels y el propio Singletary, pero la lista se puede ampliar a John Fox, Tony Sparano, Gary Kubiak, Eric Mangini, Jeff Fisher, Tom Coughlin, Marvin Lewis… Los siete últimos están en todas las quinielas, pero yo tampoco descartaría a Norv Turner o Ken Whisenhunt. Incluso Jack de Rio y Mike Shanahan deberán andarse con ojo. Casi la mitad de los entrenadores de la NFL en la silla caliente. Los viejos métodos de don Jesús Gil y Gil parecen exportados a una competición en la que, hasta hace muy poco, los entrenadores se perpetuaban en sus cargos.
Steelers 27-Panthers 3
¿Os acordáis de aquellos partidos en los que los Globetrotters burreaban a sus ‘rivales’ en un espectáculo circense?
Cardinals 27-Cowboys 26
La triste historia de los Cowboys en 2010 se resumen en un extra point fallado para frustrar una gran remontada.
Bills 3-Patriots 34
Lo mejor de estos Patriots no es su acierto, es que no se equivocan. Tal vez no sean maravillosos recién levantados, pero cuando termina de maquillarse parecen perfectos.
Bears 38-Jets 34
El domingo vimos al mejor Cutler y al mejor Sanchez. Y también vimos que el mejor Cutler le da mil vueltas al mejor Sanchez. Ah, y olvidad del mito de la secundaria de los Jets, su secreto es poco deportivo.
Browns 10-Ravens 20
La secundaria está enchufada, la defensa contra la carrera también, Ray Rice vive su mejor momento y Flacco al menos cumple… Los Ravens llegan a postemporada con el motor a punto. ¡Qué placer es ver jugar a Ed Reed!
Jaguars 17-Redskins 20
Los Jaguars perdieron a Jones-Drew al mismo tiempo que casi todas sus opciones para entrar en postemporada. El problema no fue la prórroga, sino llegar a ella.
Chiefs 34-Titans 14
Los Chiefs, con un Cassel excepcional, culminaron una de las historias más bonitas de esta temporada, se clasificaron por merecimiento propio por encima de cualquier desmerecimiento y continúan invictos en casa. No serán convidados de piedra.
Dolphins 27-Lions 34
La segunda victoria consecutiva fuera de casa llegó gracias al trabajo de la secundaria. En los renacidos Lions ya funciona incluso la defensa.
Rams 25-49ers 17
Singletary nunca fue la solución. Los enamorados de los 49ers han tardado demasiado tiempo en descubrir lo que fue evidente para el resto desde el primer día. Sus 49ers no eran los 49ers, sino otra cosa indefinible.
Bengals 34-Chargers 20
No meteré el dedo en la herida, que los hay muy susceptibles, pero Chiefs, Raiders y Broncos ya no serán desde ahora una perita en dulce para unos Chargers que están en el ocaso de una decepcionante época dorada. Marty, te debes estar muriendo de risa.
Broncos 24-Texans 23
Sigo sin saber si Tebow será el QB del futuro en Denver. De lo que estoy seguro es de que es un espectáculo, que enamora a primera vista y que tiene ‘algo’… Quizá ese algo sean un par de pelotas descomunales.
Raiders 26-Colts 31
Tirarse al suelo a dos yardas de la end zone para cerrar el partido, cuando el touchdown estaba asegurado, es una decisión magistral sólo al alcance de un jugador que anoche provocó un escalofrío a todos los demás clasificados en la AFC.
Packers 45-Giants 17
Cuanto más veo jugar a Rodgers más me convenzo de que los Packers van a hincharse a ganar anillos en la próxima década. ¡Aaron no es magia; es la Magia!
Buccaneers 38-Seahawks 15
Los Seahawks no se jugaban nada: ganaran o perdieran, todo se decidirá el próximo domingo ante los Rams. Pero hubieran perdido de todos modos aunque se hubieran estado jugando su vida y la de sus familias.
Falcons 14–Saints 17
Brees pasó de villano a héroe en pocos minutos, pero lo auténticamente heroico fue el trabajo defensivo de los Saints.
Eagles ¿?–Vikings ¿?
El tuerto que persigue a los Vikings llegó a Filadelfia con tiempo suficiente para que no se pudiera celebrar el partido. Cada vez me parece más peligroso que los de Minnesota se puedan trasladar a Los Angeles; tal movimiento podría desencadenar el ‘Big One’.