Soderling se doctora en Bercy
Tomás de Cos
La semana en el mundo de la raqueta tiene al sueco Soderling como protagonista destacado. El tenista de Tibro se llevó el último Masters 1000 del año, en París-Bercy, torneo en el que además se decidieron las plazas aún vacantes para la cita de maestros de Londres. Ferrer, Roddick y Berdych sacaron su billete tras la temprana derrota de Verdasco.
Soderling superó con comodidad al irregular y cansado Gaël Monfils por 6-1 y 7-6 (1) en poco más de una hora, e introdujo su nombre en la lista de escogidos ganadores de Masters 1000 de 2010. Una clasificación que lidera Nadal (Montecarlo, Roma y Madrid) y en la que también figuran Murray (Toronto y Shangai), Federer (Cincinnati), Roddick (Miami) y Ljubicic (Indian Wells). ¿Dónde está Djokovic?
El logro de Soderling, que eliminó por el camino a Simon, Wawrinka, Roddick y Llodrá, le sirve para asentarse en la élite del tenis, reconciliarse con París -donde ha perdido las últimas dos finales de Roland Garros- y adelantar a Andy Murray en el cuarto escalón del tenis mundial. Parece que el ‘amigo’ de Nadal (y de otros muchos tenistas) llegó hace tiempo con la intención de quedarse.
Federer ya le señaló hace tiempo como un tenista a tener muy en cuenta. Pese a su estilo poco ortodoxo y a que muchos lo contaban entre sus llamados ‘hijos’ de Roger. Soderling ha reforzado su mentalidad, lo que unido a su notable repertorio de golpes y su actitud agresiva, le convierte en un top cinco de garantías.
”Esto es en lo que más he progresado. Me siento capaz de batir a los mejores jugadores, incluso sin jugar mi mejor tenis. Siempre he sabido que si llegaba a jugar mi mejor tenis sería capaz de batir a cualquiera. La cuestión era llegar a hacerlo partido tras partido, y no sólo uno o dos encuentros”, dijo tras doblegar a Monfils, un portento físico con una cabeza para hacérsela mirar. El sueco mandó un guiño a Rafa cuando destacó su triunfo en un torneo de pista rápida y bajo techo. “Mirad a Rafa, es un jugador increíblemente talentoso, pero antes jugaba mejor sobre tierra batida y ahora lo hace en todos lados. Por eso es el número uno”, explicó.
Finalmente, dos españoles tienen plaza fija en Londres: Nadal y Ferrer. Verdasco regaló el triunfo a Monfils, después de haber tenido el partido en sus manos, y tendrá que esperar su oportunidad como reserva. Tomas Berdych y Andy Roddick completan el octeto de maestros.
Feo gesto de Murray
La gran decepción del torneo, que se añade a la del Valencia Open 500, fue la actuación de Andy Murray. El ahora nº 5 de la ATP realizó un calamitoso y desafortunado paripé en la pista central del Palais Omnisport de París-Bercy en su enfrentamiento contra Nalbandián. En un momento delicado del encuentro paró el juego por unas molestias en la muñeca que le impedían incluso empuñar la raqueta… Pero la milagrosa visita del fisio le permitió continuar y culminar la remontada (2-6, 6-4 y 6-3). “Nunca es lindo perder, lástima que Andy llore demasiado en la cancha. Si te pincha la muñeca y no puedes jugar al tenis, tienes que parar y dejarlo”, comentó un mosqueado Nalbandián. Razón no le falta. Sin ánimo de dar nombres, ese tipo de comportamientos parecen bastante frecuentes entre algunos tenistas de las generaciones más recientes.
Carlos Moyà se despide del tenis
El primero de los tres números uno del tenis español en la Era Open anuncia mañana su retirada del tenis profesional en un hotel de Madrid, acompañado de los suyos. Charly Moyà (Palma de Mallorca, 27 de agosto de 1976), que tras su enésimo renacimiento sufrió un calvario de lesiones, cuelga la raqueta con 20 títulos individuales en la espalda, entre ellos Roland Garros 1998 y los Masters 1000 de Montecarlo, Cincinnati y Roma, y numerosos recuerdos en la memoria. Se va un grande, por más que la alargada sombra de Nadal haya empequeñecido a la legión de tenistas de La Armada. Y se va como le ha gustado vivir, sin hacer demasiado ruido. Desde aquí, nuestro rendido aplauso.