Peor era casi imposible. La Sub-21 de Luis Milla tendrá que hacer frente a la República Checa, Ucrania e Inglaterra en la fase final del Europeo que se jugará en Dinamarca el próximo mes de junio. Tres rivales de enjundia, tres países complicados de superar y que pondrán muy caras las cosas para una Selección que no sólo peleará por el cetro continental, sino también por una plaza en los JJ OO de Londres. Para ello era imprescindible evitar a los ingleses, anfitriones olímpicos y ya clasificados de antemano, pero no fue así y por el potencial de sus jugadores serán el gran rival de España en el grupo. El partido inaugural entre ambas selecciones determinará, probablemente, el futuro de uno y otro. Pero también costará superar a checos y ucranios. Los primeros son los únicos que llegarán a Dinamarca sin haber perdido un solo partido en la fase de clasificación, mientras que los segundos se encargaron de evidenciar su peligro eliminando en el playoff previo a Holanda, durísimo contricante para España en la primera liguilla de grupos.
Pero llegados a este punto sólo cabe pensar que España e Inglaterra son mejores equipos que los otros dos y que, por lo tanto, suyas son las mayores opciones de clasificarse para semifinales. Si esto sucede, si los de Milla y los de Pearce acceden de la mano a los cruces, la clasificación para los JJ OO será matemática. No es tan descabellado, ni mucho menos. Pero en el colmo de la mala suerte tampoco han favorecido ni las sedes ni el calendario para la Rojita. Dos de sus tres primeros partidos serán en Herning, una ciudad industrial del centro de Dinamarca, mientras que el otro será en Viborg. Las ciudades de Aalborg y Aarhus, mucho mayores y vinculadas con el fútbol, quedan reservadas para el grupo del anfitrión. Además, España iniciará su camino ante los ingleses el 12 de junio. Esa será su exigente puesta de largo en el torneo. No exisitirá, por tanto, la posibilidad de especular con el resto de resultados y pactar, entre comillas, un empate en el último partido, algo que probablemente sí hubiera pasado en el caso de que Inglaterra hubiera sido el último adversario. No fue un buen día para celebrar el sorteo. Pocas cosas favorecieron. Pero España tiene calidad de sobra como para sobreponerse a ello. Ojalá.
