Quiniela irracional (Semana 8)
Así que hoy no os puedo ofrecer grandes inventos ni fantasías, y menos tras varios correos de aficionados a los que les pareció “poco serio” que pidiera asistencia a un vidente y a Harvey Dent para hacer mis pronósticos. Así que, por la falta de tiempo, y para intentar contentar a los más puristas, esta semana mi quiniela irracional será más clásica… sin descartar que en un futuro pueda volver a acudir a cualquier personaje mitológico, fantástico y lúgubre para que me ayude a equivocarme.
Se espera un día bastante inestable en Londres, lo que por otra parte es más que normal por esas tierras, y el césped de Wembley no es el ideal para la práctica del football, y se levanta en terribles chuletones con la lluvia. Lo lógico sería que Frank Gore, y la dura defensa de San Francisco, se imponga al inoperante juego de carrera de los Broncos y a la endeblez de su defensa, pero también creo que los 49ers siempre son capaces de perder un partido, por muchos factores que tengan a favor, y que Kyle Orton, al que estoy deseando ver en directo, es tan bueno que va a destrozar los pronósticos. Troy Smith será el QB titular de los 49ers.
La prueba del algodón. Soy español y veterano en esto del football americano, por tanto, Jon Kitna siempre será mi QB, el tipo que llevó al equipo de mi país, los Barcelona Dragons, a ganar la World Bowl de 1997. Kitna es un fenómeno, con muchas canas, pero fenómeno al fin y al cabo. Ha toreado en suficientes plazas, y con una cuadrilla bastante peor de la que disfrutará en Dallas, como para creer a pies juntillas que puede conseguir que los Cowboys ganen muchos partidos. Pero el problema no será él. Felix Jones y Marion Barber deben despertar de una vez para dejar de ser un lastre y convertir el juego de carrera de los tejanos en dominante. Los irregulares Jaguars son el rival ideal para todo lo anterior.
Ambos equipos están colgados del alambre sin red de protección y una nueva derrota les puede alejar, casi definitivamente, de cualquier opción a postemporada. Los Bengals siguen en su particular camarote de los Hermano Marx y sin conseguir recuperar el factor que les llevó al éxito en 2009: la regularidad. Este año, Cedric Benson es una sombra de si mismo, Palmer da una de cal y otra de arena y la defensa ha perdido la agresividad y eficacia. Enfrente, los Dolphins son un equipo serio, rocoso, pero al que le falta la chispa de los equipos campeones. Lo lógico tal vez sería apostar por Miami, pero creo que son las situaciones desesperadas las que convierten a los locos en genios.
Los Bills tienen un gran ataque, pero su defensa es un chiste y los Chiefs, que cada semana juegan mejor, serán capaces de controlar el reloj, con su juego de carrera, para evitar los arreones de los de Buffalo. En el peor de los casos, Cassel también tiene armas suficientes para aguantar un mano a mano con Fitzpatrick (¿cuando se decidirán en Buffalo a darle los galones de una vez?).
Vuelve Stafford, y lo hará con la intención de dar un zapatazo desde el primer día, para alejar la posibilidad de que se abra un debate en Detroit, tras el magnífico papel de Shaun Hill sustituyéndole. Además, los Lions están jugando muy bien en todas sus líneas y vienen de descansar, así que ya no serán el puching ball al que nos tenían acostumbrados en los últimos años. Dani me intenta convencer todas las semanas de que los Redskins son un equipo de postemporada, pero siguen sin ser capaces de jugar un partido completo a un alto nivel. Sus altos y bajos terminarán por pasarles factura.
Lo de los Panthers de la semana pasada me pareció un accidente. Lo de los Rams de la semana pasada me pareció otro accidente. Los Rams son suficientemente buenos para ganar a los Panthers con suficiencia… y no creo que Matt Moore sea capaz de repetir otro festival.
Si los Packers son capaces de ganar a los Jets sin juego de carrera, definitivamente habrá que volver a contar con ellos como serios aspirantes. El problema es que los Jets me parecen el peor rival posible para un equipo tan unidimensional como los Packers. Además, me sigue pareciendo que le resto de las bajas de Green Bay cada vez pasan más factura. El fracaso de Favre nos ha hecho olvidar que los Vikings les tuvieron a su merced y que, incluso con la lamentable segunda parte del viejo mito, estuvieron a un pie de llevarse la victoria.
De pronto, los Titans son uno de los equipos más enchufados de la NFL… y los Chargers uno de los más enfermitos. Pero los de Tennessee me siguen pareciendo muy irregulares. Viven más de los conejos que Fisher se saca cada domingo de la chistera que de un plan de juego claro y que funcione. A los Chargers comienzan a terminárseles las ‘lecciones de novato’. Vamos, que me parece imposible que lo sigan haciendo tan mal. Pero no le estamos dando la suficiente importancia a los ¡20 sacks! Que ya ha sufrido Rivers en lo que va de temporada. Sólo le supera Cutler, pero es que lo de los Bears es estratosférico.
Los Patriots tienen cierta alma ‘carroñera’. Que nadie se ofenda, que me explico. Cuando se enfrentan a un equipo con muchos problemas, y ese es el caso de los Vikings, suelen meter el dedo una y otra vez donde más huele a muerto, sin compasión, hasta que dejan al cadáver en los huesos. Dudo que Favre sea de la partida, y aún más que aguante hasta el final, y si Tarvaris Jackson sale a jugar puede destruir definitivamente su carrera en un cuarto… incluso Peterson puede volver a sufrir otra sucesión de fumbles. Y no, no hablo de paliza. Los Patriots vuelven a ser un equipo que sólo sabe ganar por la mínima.
Comienzo a ser ‘Freemandependiente’. Se está hablando demasiado poco de un QB que puede convertirse en un mito en Tampa. Crece en cada partido, lento pero seguro. ¿Qué porqué apuesto por los Cardinals? Porque vuelven a ser los ‘pájaros locos’, porque aún no han perdido en casa, porque aún creo que Derek Anderson puede resucitar y porque, a pesar de todo, tienen muchas más posibilidades de entrar en postemporada que los Bucs… y éstas se diluirían con una derrota.
Los Raiders están enchufados y McFadden se ha vuelto un gigante. El equipo de Oakland está ahora mismo a una defensa contra la carrera consistente de ser uno de los mejores equipos de la NFL. Marshawn Lynch, Justin Forsett y equipos especiales serán las armas que intente usar Pete Carroll para asaltar el ‘Agujero Negro’, pero sigo pensando que los Seahawks siguen siendo un equipo con poca ‘chicha’.
Payton le ha echado en cara a Pierre Thomas que no esté recuperado de su lesión, yo, que le tengo en mi liga fantástica, me empecé a quejar cuando, tras la lesión de Bush, firmó unos números indignos. El resumen es que en la banda de NO comienzan a estar desesperados por la falta de juego de carrera. Me ha sorprendido la reacción de Payton y me hace pensar que en el vestuario de los Saints comienza a haber cierta anarquía: demasiados jugadores buenos convencidos de ser capaces de sacar al equipo de la crisis ellos solos. El año pasado muchos os quejabais de que nunca situara a Brees a la misma altura que Peyton Manning y Tom Brady y tal vez ahora lo estéis entendiendo. Enfrente, los Steelers, son el caso contrario. Siguen creciendo como bloque, no parecen tener ninguna grieta apreciable, y pueden dar un golpe de autoridad que haga temblar aún más a una NFL que cada vez mira hacia Pittsburgh con más ojos de pánico. Sólo un ‘pero’: ¡Ben, dale más balones a Mendenhall!
La baja de DeMeco Ryans me parece tan grave que no creo que los Texans tengan posibilidades de entrar en postemporada. La lesión de un solo jugador ha provocado que mi gran favorito de la AFC Sur se pueda convertir en un equipo inoperante en defensa. Pasar a Cushing al centro no arreglará el problema, y lo acentuará por las bandas, y los de Houston, salvo milagro, serán aún más frágiles defendiendo el pase y perderán muchas armas contra la carrera. Así de negro lo veo. Los Colts también han perdido un jugador clave para toda la temporada, el TE Dallas Clark, pero todos conocemos suficientemente a Manning para saber que Jacob Tamme, Brody Eldridge, Gijon Robinson o Perico de los Palotes se convertirán en TE de Pro Bowl en manos del mago. Para entendernos, para mí, la baja de DeMeco Ryans en los Texans sería comparable a que los Colts perdieran a Peyton Manning. Ni más, ni menos.