Una imagen, una frase (Jorn. 7)
Un tercer cuarto de furia sólo fue una pausa para el festival de Michael Turner y Roddy White.
Más allá de la polémica arbitral, Big Ben está amordazando a la mejor arma ofensiva de estos Steelers: Rashard Mendenhall.
Los Bills llevan toda la temporada celebrando Halloween: dan grandes sustos pero terminan regalando caramelos.
Con ese juego de carrera, los Chiefs pueden empezar a soñar con dar guerra en enero.
Una semana más, los Saints se ahogaron en su falta de juego de carrera.
Es muy difícil ver a tanta gente hacerlo todo tan mal durante tanto tiempo.
¡¡Qué bochorno!! Los aficionados de San Francisco comienzan a hacer agujeros en sus bolsas de papel. Yo me llevaré una a Londres.
El año que viene, estos dos equipos deberían tener aspiraciones.
En el último cuarto pasó un tornado, llamado Britt, que desplumó a unos Eagles sin pegada.
Confirmado: los Seahawks son los menos enfermos en una división irrelevante.
Kris Brown sigue siendo inefable. Acaba de llegar y ya falla field goals decisivos en el último instante.
Un meteorito negro y plata, llamado McFadden, provocó un Armageddon en Denver.
Favre regresó a sus orígenes y volvió a ser el mejor jugador de los Packers.
Con la clavícula rota de Romo, y la humillación ante los Giants, los Cowboys dan por terminada su triste temporada.