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Javier Martí acelera el paso

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Tomás de Cos

Javier Martí Hernanz (Madrid, 11-01-1992), una de las grandes promesas del tenis español, ha dado un gran salto adelante este 2010. Arrancó el año con dudas y en el puesto 685 de la lista ATP que lidera Rafa Nadal. Este lunes ha salido en el 341 tras su reciente triunfo en el future de Espinho (Portugal) y ya sueña con bajar del 300 antes de comerse las uvas. El gallego Óscar Burrieza (Lugo, 22-07-1975), integrante del cuadro técnico de la FMT, es el otro gran protagonista del progreso del madrileño, cuarto mejor tenista de su edad.

“Javi ha mejorado las metas que nos marcamos para este año. Al ir consiguiendo buenos resultados, hemos ido marcando nuevos objetivos. En febrero la idea era acabar en el puesto 450, ahora intentará bajar del 300. Aunque no lo consiga, habrá sido un gran año porque ha evolucionado mucho en el aspecto mental”, comenta Burrieza. “Antes tenía una actitud más negativa en la pista. En los entrenamientos, durante los partidos duros, cuando empezaba mal… Ahora aguanto tranquilo los momentos difíciles y me he dado cuenta de que soy capaz de cambiar las cosas”, confiesa Martí, que se granjeó hace años el apodo de ‘Chucky’ (nombre del muñeco diabólico) por su complicado carácter en la cancha.

“Perder luchando duro. Eso es lo que ha conseguido este año. Ha perdido un par de partidos fáciles, pero no lo ha vuelto a hacer desde febrero. Ha jugado muchos partidos a tres sets y eso te fortalece tanto física como mentalmente. Haber hecho buenos partidos contra jugadores de los 150 mejores del mundo, y competir bien en Madrid, le ha liberado de la presión y le ha hecho ver que está en el buen camino”, apostilla orgulloso el gallego.

A la undécima fue la vencida frente a Boluda

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Nada más acabar de entrenarse con Roberto Ortega en la sombría pista 5 del CT Chamartín, ante la atenta mirada de algunas otras jóvenes promesas del tenis madrileño con las que comparte el escaso tiempo que pasa en España, Martí hace balance de su temporada: “Empecé el año con partidos muy duros, sin ganar demasiado y con cuadros difíciles, empezando siempre contra cabezas de serie. Al hacer final en Croacia cogí confianza y los resultados empezaron a llegar. En los futures he jugado bastante bien: he ganado tres (Varna-2 en Bulgaria, Cluj Napoca en Rumanía y Espinho en Portugal) y he hecho otras tres finales (Rovinj en Croacia, Plovdiv en Bulgaria y Alcorcón)”.

Además, ahora en Portugal has ganado al alicantino Carlos Boluda (su gran bestia negra hasta ahora)… “Sí, hacía mucho que no jugaba contra él, pero hace dos años ¡perdí unas diez finales contra él! Me pilló con confianza e hice un buen partido. Carlos está jugando bien y el primer set fue muy duro. Pero aguanté mejor físicamente y sobre todo de cabeza. Ahí estuvo la diferencia. Acabé ganando 6-4, 6-1”. “Ese partido es el mejor resumen del año de Javi”, apostilla Burrieza.

Carlos Boluda y Javier Martí han jugado estos años con una pesada mochila en la espalda tras ser señalados como los sucesores de Rafa Nadal. “La comparación con Nadal les ha ayudado con los sponsors, pero les ha perjudicado en lo deportivo. Nadal hay uno en la historia. Con 18 años -edad de Martí ahora- ganó Roland Garros. La comparación no viene a cuento y Javi sabe que depende de él llegar a donde quiere llegar”, argumenta el entrenador. “Salir fuera de España nos ha servido para disfrutar más de los torneos y no sentirnos tan observados”, indica.

El cuarto mejor tenista del mundo de su edad

Javi Martí es en la actualidad el cuarto tenista con mejor ranking de los nacidos en 1992, por detrás del norteamericano Ryan Harrison (182), el serbio Filip Krajinovic (216) y el australiano Bernard Tomic (219). El madrileño lo lleva con orgullo pero evita echar las campanas al vuelo. “Me gustaría llegar a estar algún día entre los diez mejores del mundo, aunque ser top 20 no estaría mal”, dice. “Pero hay que ir paso a paso, que esto es muy complicado”, le corta Burrieza, siempre pendiente de no regalarle el oído más de lo necesario.

Al de Lugo le incomoda hablar de su jugador con éste delante. Incluso evita ponerle notas a sus golpes: “Técnicamente es un jugador muy bien dotado. Le han enseñado muy bien a jugar de pequeñito… Hoy por hoy su golpe más bonito es el revés, pero gana más puntos con la derecha. Es habilidoso y tiene mucha mano”, destaca. “Mi punto fuerte son los golpes de fondo (derecha y revés) pero tengo que mejorar el servicio, aunque no es malo”, se sincera Javi. “Tiene que sacar más y no preocuparse tanto de si la bola entra o no. Ese va a ser uno de los objetivos en la pretemporada”, apunta la voz de su conciencia.

Una relación muy estrecha

Pupilo y entrenador mantienen una relación especial. Charlando juntos desprenden buen rollo y naturalidad. No parece que les separen 17 años. A los entrenamientos diarios, los viajes y los sufrimientos en pista, Martí y Burrieza han sumado anécdotas y complicidades jugando dobles juntos. “Ganar partidos, aunque sea en dobles, siempre da confianza. Y además lo paso muy bien jugando con Burri”, dice Javi. “Me ha ayudado más a mí que a él”, afirma Burrieza. “Al estar dentro de la pista jugando con él, he aprendido a conocer cómo reacciona en los momentos malos, cómo elige las jugadas cuando está cabreado… Eso me ha dado mucha información”, explica.

¿Y en qué le han ayudado los dobles? “Con la regla del punto de oro tras el deuce, se juegan muchos puntos con presión durante el partido. Mejorar en esos puntos también le ha dado confianza para los partidos individuales. Y le ha ayudado mucho en el resto. Ahora es capaz de poner casi todas las pelotas en juego”, dice Burrieza. “Hemos ganado cuatro torneos y hemos jugado otras tres finales”, agrega satisfecho Javi.

Cuestionado por el número de veces que ha pensado ‘en matar’ a su jugador, Burrieza no puede contener la risa y contesta sin quitar ojo a la posible reacción de su socio. “Muchas, pero bueno… Nos queremos bastante. Él sabe que conmigo no es una cuestión de ganar o perder. Mi gran objetivo es que luchase todos los partidos, incluso en los que se encontrase muy mal. Confiaba en que en la medida en que adquiriese ese hábito, iría ganando más partidos y la seguridad para ir jugando mejor. Y por suerte, eso está ocurriendo”.

¿Y en lo que queda de año? “Ahora jugamos dos futures (15.000$) en Croacia y estamos a la espera de si tenemos plaza de invitado en el ATP 500 de Valencia”, cuenta Javi. “Luego jugará el Campeonato de España por equipos con el Chamartín y puede que también el future de Ciudad de la Raqueta”, le interrumpe Burrieza. (“A mi me gustaría que lo jugara, desde luego”, afirma Koki, padre del chaval y gerente de la mencionada instalación). “Pero no es seguro porque hay alguna posibilidad de que nos dieran un wild card en un algún challenger de Sudamérica”, añade el técnico.

Ser un competidor más duro, objetivo para 2011

Javier Martí ha madurado mucho este 2010 y está inmerso en un proceso de mejora de sus condiciones físicas y mentales. Es muy consciente de la dureza que implica ser jugador profesional de tenis, el deporte más duro que existe según argumentó recientemente en Madrid el gurú del coaching, Jim Loehr, psicólogo de estrellas como Sampras, Courier, Agassi o Arantxa Sánchez Vicario.

“El objetivo es ser más fuerte de cabeza”, sentencia Burrieza. “Vamos a jugar más challengers, pero por técnica y ritmo, Javi se va a adaptar muy rápido. Lo difícil será competir al principio competir con jugadores más hechos, más duros mentalmente. Ahora es más consciente de que el tenis está muy igualado y de que las diferencias residen en la fortaleza mental y física. En cuanto juegue bien en un challenger, se lo va a creer y va a dar otro saltito hacia delante”, añade confiado.

Si obtiene buenos resultados en las próximas semanas, el 2011 podría arrancar para Javier Martí en el verano austral, jugando la previa del primer grande de la temporada. Luego alternará torneos challenger, future y alguna previa de ATP Tour. Ahora su cabeza parece más centrada y preparada para lo que se le viene encima, y su físico está ganando enteros de la mano del preparador físico Raúl Chapado.