Título de Nadal fuera de la pista
Tomás de Cos
Rafael Nadal es también campeón en solidaridad. Después de haber sumado en Tokio su séptimo título del año, y de caer eliminado antes de la cuenta en el Masters 1000 de Shanghai, el número uno de la ATP redondeó su gira asiática inaugurando una escuela para niños desfavorecidos en Anantapur, la ciudad india en la que trabajó el gran Vicente Ferrer durante cuarenta años.
A través de su fundación (Fundación Rafael Nadal), que dirige su madre Ana María, ha construido y mantiene una escuela que ofrece apoyo en matemáticas, inglés e informática y que, como no podía ser de otra manera, cuenta con tres pistas de tenis de tierra batida, en las que jugó en la inauguración con los chavales de la escuela.
“Estoy muy contento de estar aquí para poder ver de cerca la escuela y conocer a los niños que van a estudiar en ella. Espero que les guste, que la aprovechen y que este proyecto les ayude a formarse y a recibir todas las atenciones que los niños de esta edad merecen. Ojalá pueda volver dentro de unos años y ver que los que hoy estudian, tienen una nueva vida”, dijo Rafa Nadal.
Mientras que Nadal compartía jornada con Moncho Ferrer y otros trabajadores de la Fundación Vicente Ferrer en el estado de Andhra Pradesh, Andy Murray daba una lección a Roger Federer en la final del penúltimo Masters 1000 de la temporada. La otra bestia negra del suizo ejecutó su partido con maestría y se anotó su segundo título de la temporada. Dos triunfos cosechados por cierto ante el nuevo número dos del ranking, que sólo ha logrado ganar dos de las seis finales disputadas.
No hay duda de que cualquiera firmaría ser el segundo mejor tenista del mundo y disputar seis finales en una temporada con 29 años, pero no es menos cierto, que su porcentaje de éxito ha bajado de forma sensible. Con y sin Paul Anaconne. A Mr Perfecto le honra querer seguir mejorando físicamente y seguir confiando en sus posibilidades. Pero debería centrar sus esfuerzos en recuperar la tranquilidad y la fortaleza mental.
Mención especial merece aquí Guillermo García López, que se ha marcado una sensacional gira asiática, en la que sumó en Bangkok el segundo título de su carrera y en la que ha logrado superar al propio Rafa Nadal y al checo Tomas Berdych. Resultados que le han permitido dar un salto enorme (del 53 al 29) y colarse entre los treinta mejores tenistas del planeta.
Mientras, la ATP baraja reducir un par de semanas el calendario de 2011. Nunca una medida fue tan necesaria. Otra cosa es que logren llevarla a buen puerto. Hace tiempo que la ATP va a remolque de la WTA, que hace tiempo que optó por dar más descanso a sus estrellas. Que el ATP Finals se celebre del 21 al 28 de noviembre y la final de la Copa Davis del 3 al 5 de diciembre, sencillamente no tiene nombre cuando la temporada 2011 arranca la primera semana de enero.
Sólo las cuatro primeras raquetas tienen asegurada su plaza en Londres (Nadal, Federer, Djokovic y Murray), por lo que las calculadoras de muchos jugadores echan humo estos días. Y habrá que rezar para que a Djokovic le aguante el físico y no se quede coja la gran final por equipos que este año enfrenta a Serbia y Francia.