El pasado día 6 se cumplieron 25 años desde que la alemana oriental Marita Koch corriese los 400 metros en 47.60, un récord mundial que aún sigue vigente... y que seguirá en las listas muchos años. Sucedió el 6 de octubre de 1985 en Canberra, la ciudad australiana en la que se disputó la entonces denominada Copa del Mundo, actual Copa Continental. La plusmarca mundial la tenía la checa Jarmila Kratochvilova en un tiempo de 47.99, hecho en los primeros Campeonatos Mundiales, los de Helsinki 1983. Marita tenía una marca personal de 48.16 desde 1982, en los Europeos de Atenas, que ganó.
No existen tiempos de paso oficiales de los 47.60 del récord mundial, pero Wolfgang Meier, entrenador de la atleta (y ahora su marido) facilitó estos parciales cada 100 metros: 10.9, 11.5 (22.4 en el primer 200), 11.7 (34.1 en el 300) y 13.5. Una carrera perfecta y difícilmente repetible por atleta alguna... aunque también pensábamos que pasaría mucho tiempo hasta ver a un velocista correr los 100 metros en 9.58 y los 200 en 19.19, y ahí está Usain Bolt.
En la carrera récord de Marita Koch fue segunda la soviética Olga Vladykina-Bryzgina, única atleta que también bajó de 50 segundos: 48.27. Quinta fue Jarmila Kratochvilova, la plusmarquista desbancada, con 50.95. Kratochvilova tiene aún el récord mundial de 800 metros en un crono de 1:53.28, desde 1983, que es el récord mundial que más tiempo ha durado en la historia del atletismo.
Un total de nueve atletas han bajado de los 49 segundos en los 400 metros, con un conjunto de 37 registros. Marita Koch es la mejor en este aspecto, con quince carreras por bajo de ese tope. Le siguen la checa Jarmila Kratochvilova (seis, con 47.99 como la mejor), la soviética Olga Vladykina-Bryzgina (cinco y 48.27), la estadounidense de origen jamaicano Sanya Richards (cuatro y 48.70), la checa Tatyana Kocembová (dos y 48.59), la francesa Marie-Jose Perec (dos y 48.25) y la estadounidense Valerie Brisco-Hooks (48.83), la australiana Cathy Freeman (48.63) y la mexicana Ana Guevara (48.89), con una.
Es decir, que entre las atletas en activo sólo Sanya Richards ha roto la barrera de los 49 segundos, lo que indica bien a las claras qué difícil va a ser para la actual generación batir el récord de Marita Koch. Yo creo que más que difícil va a ser imposible. Este año la mejor marca en la vuelta a la pista la tiene la estadounidense Debbie Dunn, con 49.64... ¡a más de dos segundos del récord! Hay que tener en cuenta, sin embargo, que Richards ha estado lesionada.
No hay que olvidar, ciertamente, que Marita Koch pertenecía a la RDA, el 'Imperio del Dopaje', con un sistema sofisticado y masivo de utilización de sustancias prohibidas. Y que es seguro (presuntamente) que la plusmarquista estaba inmersa en ese plan, como sucedía con las atletas soviéticas, pero también de otras partes del mundo, empezando por los Estados Unidos. Si Marita estaba dopada, sus rivales probablemente también lo estaban. Hablamos de la década de los ochenta, donde prácticamente había barra libre en cuestiones de dopaje, y no sólo en los países de Europa Oriental. Pero esa es otra historia...
Lo cierto es que Marita estableció un récord prodigioso hace ahora 25 años. ¿Habría que anularlo por dopaje? Entramos en un terreno peligroso, en el que el debate ha sido muy fuerte. Si eliminamos este récord tendríamos que borrar de las listas otros muchos conseguidos por atletas de los que estamos casi seguros (o seguros completamente) de que se dopaban, pero que nunca dieron positivo. Si ante las dudas se anularan las marcas, habría que reescribir la historia y las listas de récords apenas nada se parecerían a las actuales.