Quiniela irracional (Semana 4)
No os engañéis, lo de los Bills ante los Patriots en ataque fue un espejismo. Los de Buffalo sufrirán para conseguir su primera victoria esta temporada y bajo ningún concepto la lograrán con su triste defensa contra la carrera teniendo enfrente al renacido Tomlinson. Es verdad que Sanchez está apareciendo siempre que hace falta, pero el ex de San Diego cada vez se parece más al de los años buenos.
Los Bengals comienzan a recordar a la máquina engrasada que asustó a todo el mundo mediada la pasada temporada. Funciona el pass rush, cierran la carrera a la perfección, su secundaria está entre las mejores, Benson se va entonando y los receptores cogen incluso los melones que está lanzando Palmer, el único que sigue ausente. En los Browns, por el momento, es difícil encontrar grandes cosas, aunque en sus tres derrotas se han mantenido vivos hasta el último momento.
Más allá del increíble momento que están viviendo los Steelers, los Ravens se suelen colapsar en el Heinz Field. El miedo escénico les encoge el estómago y provoca que casi nunca consigan rendir a su auténtico nivel. Además, después del roto que les hizo Peyton Hillis la semana pasada, no sería raro que Mendenhall repitiera los festivales de las primera y tercera jornadas. A pesar de todo, el partido es casi una final para los de Baltimore. Sufrir una segunda derrota divisional, y quedar a dos partidos de los Steelers cuando aún no ha regresado Big Ben, podría ser para ellos un golpe casi letal.
Denver está defendiendo la carrera con bastante solvencia, pero también se vuelve inoperante cuando se acierta a la zona de anotación contraria. Esa falta de pegada tiene, en mi opinión, dos razones fundamentales: la primera es la carencia de un corredor desequilibrante, la segunda es el miedo de Orton. Creo que ese es el mayor defecto de un jugador al que siempre defiendo: tiene pánico a las intercepciones. Cuando se acerca a la zona de anotación, y las defensas se aprietan, Orton lanza demasiados pases inalcanzables por el miedo a equivocarse. Los Titans, a los suyo, deberían imponerse salvo que Vince Young les arrastre a en un circulo vicioso de errores como el que sufrieron ante los Steelers.
Detroit está cercano a ese punto de inflexión en el que los equipos sin suerte pierden la esperanza. Y es una pena porque son mucho mejor bloque que en los años pasados. Los Packers necesitan una victoria fácil para seguir buscando cómo resucitar el juego terrestre y cómo mantener la agresividad defensiva sin provocar una tormenta de pañuelos amarillos.
Atlanta fue, ante los Saints, el equipo poderosísimo que ya podía haber rendido a ese nivel en 2009 si no se le hubieran acumulado las lesiones. Ahora sólo necesitan demostrar que pueden mantenerlo con regularidad. Hoy mantuvimos un debate muy interesante en la redacción del periódico sobre la hornada de QBs de 25 años o menos que comienza a pisar fuerte en la NFL. Es la mejor desde la de Brady, Manning, Brees y compañía, y comienza a empujar cada vez con más fuerza. No me parece descabellado pensar que los duelos entre Aaron Rodgers y Matt Ryan emulen, en muy poco tiempo, a aquellos míticos entre Steve Young, Brett Favre y Troy Aikman por el reinado de la Conferencia Nacional en la segunda mitad de los 90’. Así de bueno me parece Ryan. Los 49ers, en pleno ataque de esquizofrenia, darían un sorpresón si ganaran, pero una derrota les convertiría en cadáveres.
Los Saints se pueden cebar con los Panthers para vengar su derrota ante los Falcons. Parece un partido sin alternativas, pero visto el destrozo que Turner hizo en la defensa de los Saints, tal vez Williams y Stewart puedan mantener el resultado más apretado de lo previsto. Eso sí, me da pena la paliza que se puede llevar Clausen por segunda semana consecutiva.
Los aficionados de los Seahawks me vais a coger manía, pero, a pesar de sus dos victorias, sigo pensando que son mucho peor equipo de los que demuestra su récord. Pienso justo lo contrario de los Rams, que están jugando mucho mejor dirigidos por un Bradford que está incluso mejorando las expectativas. Los Rams me parecen mejores y, visto lo visto en su división, no deberían descartar entrar en la lucha por colarse en playoffs. Mi única duda: Steven Jackson es duda hasta última hora por esa dichosa lesión de ingle que le persigue.
Maurice Jones-Drew no termina de carburar, Garrard se está convirtiendo en un lastre y Manning se puede dar un festín si la secundaria de los Jaguars repite el ridículo de la semana pasada. Vick dio un recital de lanzamiento de pizzas y melones, globitos y pases dudosos que terminaban en las manos de sus receptores ante la inoperancia de la defensa de los del norte de Florida. Los Colts nunca pierden duelos divisionales como éste.
Los Texans empezaron muy bien ante los Cowboys pero, mediado el segundo cuarto, volvieron a ser el equipo dubitativo y acomplejado de las pasadas temporadas, sobre todo desde que Andre Johnson tuvo que abandonar el campo lesionado. Todo lo anterior no impedirá que los Texans se venguen con unos Raiders que la semana pasada fueron mucho mejores que los Cardinals, aunque terminaran regalando el partido con los tres field goals fallados por Janikowski. El duelo McFadden-Foster será otro de los grandes alicientes.
Sin ninguna duda, el partido de la jornada. McNabb vuelve a casa y estará ansioso por demostrar que los Eagles se equivocaron dejándole marchar. Enfrente, Vick se ha convertido en la sensación de la temporada. Algunos afirman que ha mejorado muchísimo contra el pase, a mí, después de volver a ver su actuación contra los Jaguars, me parece que sigue lanzando los mismos melones que en el pasado, pero que ha cogido la ola buena y un jugador de sus características, y en racha, es muy difícil de parar. Más allá de Vick, sigo pensando de los Eagles lo mismo que en pretemporada. Creo que se ha infravalorado una plantilla joven, pero muy completa, con muchas armas en ataque y una defensa más que digna que terminará siendo muy dominante. Los Redskins tampoco están jugando mal, pero en todos sus partidos están intercalando drives brillantes con ausencias incomprensibles. De repente se van, nadie sabe a dónde, y sus rivales aprovechan para abrir distancia en el marcador. Con los Eagles en racha, y jugando en casa, no creo que el ansia de McNabb sea capaz de invertir la tendencia.
Los Chargers van de regalo en regalo, pero los Cardinals están haciendo, en cada partido, un esfuerzo titánico por perder, así que no se me ocurre ninguna razón por la que San Diego pueda repetir el fracaso de la semana pasada. También sería un buen momento para que alguien explicara el porqué del despido de Leinart. Lo que cada vez parece más claro es que el repescado que se enfrente en wild card al campeón de la NFC oeste se va a encontrar, sea quien sea, con un chollo.
Creo que aquí voy contra todos los pronósticos. Chicago está asfixiando a todos su rivales con una defensa contra la carrera portentosa con el regreso del mejor UIrlacher y mucha presión contra el QB rival con Peppers, aunque su defensa contra el pase no resulte tan eficaz. Además, Cutler se está entendiendo a la perfección con Martz y su sistema. Es un QB valiente, ambicioso y que se crece (a veces demasiado) ante la adversidad. A pesar de todo, los Giants no están jugando tan mal como parece. Tal vez su mayor problema esté siendo la fragilidad de Eli Manning, que vuelve a recordar al jugador dubitativo e inseguro de sus primeras temporadas. Si Eli deja de sufrir intercepciones y fumbles, Bradshaw no se contagia de su QB, y la defensa juega a su auténtico nivel, los Giants volverán a ser aspirantes.
Este partido es un importantísimo examen para ambos equipos. Quien pierda acumulará dos derrotas divisionales, y eso será muy difícil de remontar si la batalla Jets-Dolphins-Pats se mantiene tan igualada hasta el final de la temporada como se espera. Los Patriots parecen haber apostado definitivamente por Green-Ellis como corredor número uno, pero su gran partido ante los Bills sólo parece un espejismo. Volverán a necesitar al mejor Brady para intentar ganar el partido anotando más puntos, sean los que sean, que los Dolphins. El problema es que los de Miami les conocen al dedillo, tienen una defensa poderosa que podrá ajustarse para ir ahogando el juego de pase de Brady y Henne tiene suficientes bemoles como para atreverse a un toma y daca… contra la inexistente secundaria de los de Boston.
Descansan: Chiefs, Cowboys, Vikings y Buccaneers.