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Me lo explique, oiga

Calvin Johnson consiguió una recepción que, según mi opinión, debería estar muy arriba en los highlights de la jornada. Una recepción majestuosa, imperial, magnífica…

Pero una decisión arbitral nefasta le robó, sí robó, la victoria a los Lions, en un partido en el que dejaron bastante en evidencia a unos Bears que tendrán mucho que mejorar si quieren aspirar a un récord digno.

Ahora me pregunto si los virus del deporte europeo están llegando a la NFL. Si los equipos perdedores son medidos con otro rasero, o si a los Saints o a los Colts les hubieran maltratado de la misma forma.

Es de esperar que en las primeras jornadas los equipos aparezcan poco ajustados y cometan errores por falta de concentración o compenetración, pero no es de recibo que los equipos arbitrales se columpien de un modo tan vergonzoso.

Y lo peor puede llegar ahora, cuando algún ejecutivo de la NFL intente explicarnos que la decisión está correctamente tomada, que sigue escrupulosamente la letra de la regla de turno y que el árbitro Gene Steratore ha sido felicitado por su trabajo. ¡Por favor, que esta vez no lo hagan! Mike Pereira ya lo justifica, en mi opinión de forma patética, en el resumen oficial.

Me importa un bledo la letra del reglamento. El espíritu del mismo, aplicado como Dios manda, dice que Calvin Johnson consiguió una recepción que valía un partido cuando quedaban sólo unos pocos segundos. Que el árbitro decidiera que fue un pase incompleto, y que para ello necesitara revisarlo en video, habla de incompetencia, de un impropio afán de protagonismo y de cobardía.

Si la NFL no toma cartas en el asunto, y deja a Steratore sin sanción, será cómplice de un atraco indigno de esta competición. O provocará, como ya ha sucedido con otras decisiones similares, que se comiencen a considerar pases incompletos recepciones innegables. Primera jornada de la NFL y ya han abierto la caja de los truenos.

¡¡¡Árbitro!!! Si el partido se hubiera jugado en Detroit, no hubieras tenido huevos… o ya vivirías sin ellos.