Es una buena pregunta, ya lo sé. A mí me pareció que sí, que Tyson Gay se había escapado en los 100 metros del Memorial Ivo van Damme. Me pareció en un primer momento que había ido a cazar la salida y que había sido... cazado. Luego he visto las imágenes una y otra vez, desde un lado y desde otro, y me sigue pareciendo que sí, pero con reparos. En todo caso, me alegro que no se produjera la descalificación, porque el espectáculo se habría resentido, lógicamente.
Las salidas las detecta un sofisticado aparato electrónico, que emite una señal de alarma en los cascos del juez de salidas cuando el atleta despega de los tacos en menos de cien milésimas de segundo. Ese es el límite humano en responder muscular y nerviosamente a una señal acústica, según estudios científicos. El aparato avisó, porque la salida se dio como nula. Sin embargo, no se descalifcó a nadie, lo que no deja de ser extraño. Por el momento no sabemos muy bien qué paso.
Lo cierto es que Gay volvió a vencer. Nadie dudaba de que así iba a ser. Y su marca de 9.79, con las malas condiciones que había en el Estadio Rey Balduino, son muy buenos. Me volvieron a gustar los dos jamaicanos. Nesta Carter mejoró su marca personal con 9.85, una centésima más rápido que el 8 de agosto pasado, en Nottwil, y Yohan Blake corrió por sexta vez (cuarta este año) por debajo de los 10 segundos. Y con 20 años.
