Vick o la perseverancia en la idiotez
Dice el refrán que ‘Dios le da pan a quien no tienen dientes’. Y también dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Esa es mi opinión sobre el nuevo ‘asunto Vick’. Este artículo sirve de respuesta a varios de vosotros que me habéis pedido que escribiera sobre el tema.
Supongo que ya sabréis que Michael Vick celebró su 30 cumpleaños, el pasado 25 de junio, en un restaurante de Virginia llamado Guadalajara. Pocos minutos después de que el jugador y sus acompañantes abandonaran el local, se produjo un tiroteo en el que una persona resultó herida. Vick asegura que no fue testigo de los hechos porque ya se había marchado, pero ¡oh desolación! en el vídeo de vigilancia del restaurante aparecen Vick y sus acompañantes ocultándose de las balas. Y ¡oh desamparo! En el tiroteo fue herido Quanis Phillips que ¡oh casualidad! fue uno de los condenados junto a Vick por el asunto de los perros de pelea. Entre los dos existe orden de alejamiento.
Así que ya veis la mala suerte que tiene Vick. Se va a cenar con unos amigos y precisamente cuando sale del restaurante le pegan un tiro a uno de sus compinches que pasaba por allí sin que nadie sepa los motivos. ¿Cómo puede alguien no pensar que el pobre ha sido víctima de una confabulación que persigue hundirle como jugador y como persona?
Ahora en serio, Vick ha demostrado, el día de su cumpleaños, que toda su contrición era una fachada y que sigue siendo un golferas. Y no me refiero al tiroteo, cuyas circunstancias no han trascendido, sino a quedar con un tipo del que debería huir como de la peste. Ahora han vuelto todos los rumores y se han encendido todas las luces de alarma. ¿Prescindirán los Eagles del jugador? Ya sabéis mi opinión, Vick no pinta nada en Philadelphia, ni por estilo de juego, ni por prestigio como franquicia, ni por nada. Si el QB tuviera dos dedos de frente, cosa que dudo, debería haberse centrado durante la pretemporada en buscar la salida de Philadelphia, en firmar un contrato barato en uno de los muchos clubes que necesitan un QB como el comer, y en recuperar su imagen lanzando pases de touchdown durante la temporada 2010. La única remota posibilidad que tiene Vick de centrarse, es llegar a un equipo en el que la titularidad de obligue a trabajar de verdad. Mientras tanto, el niño se aburrirá y se dedicará a hacer trastadas... o animaladas.
Esto no se arregla ni con unos azotes ni con la perdida de la condicional. Vick ha firmado la defunción de su carrera, el día de su 30 cumpleaños.