6 partidos, 6
Esa es la sanción que le ha caído a Big Ben por su turbio incidente en el Capitol City de Milledgeville. Podrían reducirse a cuatro si el jugador demuestra un significativo cambio en su actitud personal, pero creo que la NFL quiere que la sanción sea ejemplar y no estará muy dispuesta a aprobar ninguna reducción.
Más allá de la sanción, Roethlisberger ha tirado su carrera profesional por una de las tazas del baño de mujeres del Capitol City. Cuantos más detalles se conocen del suceso, más truculento parece. El jugador, sin saberlo, salió de la sala de fiestas con su carrera en la NFL herida de muerte.
Ahora los Steelers, en una carrera contrarreloj, intentan conseguir una primera ronda alta a cambio del jugador. Cuando escribo estas líneas nadie parece dispuesto a aceptar el trato. La última gran opción parecen los Raiders, pero en algunos medios ya anuncian que el equipo de Oakland no quiere a Big Ben salvo a precio de saldo. Negociar con el agua al cuello no es muy recomendable.
En Pittsburg ya han fichado a Byron Leftwich, lo que demuestra la situación desesperada en que se encuentran. Si el futuro del equipo está en manos de Leftwich, o de Charlie Batch, los aficionados de los Steelers pueden empezar a pensar en el QB que podrán elegir con una de las primeras elecciones del draft de 2011.
Es lamentable la espiral en la que entró el equipo tras la lesión de Polamalu. Uno de los equipos que casi nunca decepciona parece abocado a pasar una larga temporada en el fondo de la clasificación de la NFL. Y Big Ben será señalado desde ahora como el gran culpable de la debacle. No creo que vuelva a jugar con el casco negro del equipo obrero y ya nunca estará codeándose con las grandes estrellas de la liga.
El año que viene las Terrible Towels no darán tanto miedo. Como dije el otro día, esto sólo lo arregla Bill Cowher y su puño de hierro. La historia de los Steelers no merece esta calamidad.
Y la NFL ha sentado un precedente. Por primera vez en su historia ha sancionado a un jugador simplemente por su actitud personal, sin que haya cargos criminales, consumo de sustancias prohibidas o incumplimiento de alguna norma de la competición. El tiempo dirá si Goodell no se ha pasado también de frenada.