Dos diamantes del draft
No me he podido resistir. Y eso que había hecho el propósito de desintoxicarme de la temporada pasada. ¡Cielos! Ver el nombre de Orton puesto en un titular y además en mayúsculas... Mariano, si querías que te enviase algo sólo tenías que pedirlo, pero hacerme despertar de mi letargo de esta manera es vil. Fuera de bromas y ante todo, Mariano es mi amigo. Muy amigo. Que no le quede duda a nadie. Como se que se ríe y le gusta este tipo de juego le provoco como me provoca él a mí. Hecho este inciso, para no levantar viejas ampollas entre los bloggers entraré en materia. No voy a hacer ni mock draft ni nada que se le parezca, simplemente voy a hablar de dos jugadores que me gustan.
Como os ha anticipado Mariano en alguna de sus columnas, me gusta sobremanera Colt McCoy. No lo he contrastado, pero creo que debe ser uno de los quarterbacks universitarios de la historia con mejor porcentaje de victorias. Hace cuatro años sustituyó a Vince Young (Tennessee Titans), quien condujo a los Longhorns en la consecución, frente a los Trojans de Reggie Bush, del cuarto y último título universitario de los Tejanos. El aspecto de McCoy en su debut frente a North Texas era impresionante: barbilampiño, con cara de no haber roto un plato en su vida. Lo primero que pensé es que se lo iban a comer con patatas de guarnición, pero quedé impactado por el carácter que demostraba en el terreno de juego. Estoy de acuerdo que North Texas no es rival para nadie, pero era su primer partido, en un equipo que venía de ser el campeón universitario. Jugar en los Longhorns siempre supone mucha presión. Cuatro años después, el tejano de adopción, no ha llenado tantas páginas como Bradford, Clausen, Pike, Tebow... pero os aseguro que puede ser uno de los robos del draft. Han criticado mucho su falta de brazo para los lanzamientos profundos y que no se encuentra cómodo en la bolsa de protección. Lo han comparado con Jake Plummer, con Jeff García, con Drew Brees,… A mi me gusta compararlo a Doug Flutie, y no por que se le parezca, si no por el espíritu y su capacidad de liderazgo, intangibles que hay que valorar en el niño Colt, y que son tenidos muy en cuenta en el escenario profesional.
El otro jugador que me enloquece es Taylor Mays, el safety de los USC Trojans es un animal. Como leí no hace mucho “golpea como un linebacker y corre como un cornerback”. Se le tacha de no ser un jugador que provoque “big plays”. Bob Sanders, de los Indianapolis Colts, tampoco era un dechado de virtudes a la hora de interceptar, pero intimidaba un rato. Esa es la gran cualidad de Mays: su imponente físico (236 libras y sus seis pies y tres pulgadas) que sumado a su velocidad hacen temblar al mas plantado. Mays es capaz de tumbar a un rival y dejarlo en la banda para el resto del partido, aunque también su afán por dar el golpe del siglo le hace cometer errores en el placaje.
Aún así y todo, es un espectáculo. Los más mayores se acordarán de Ronnie Lott (San Francisco 49ers), y casi todos de Troy Polamalu, ambos Trojans. Mays está en el molde de ambos. Su posición en el draft ha podido bajar debido a la pobre temporada de USC esta temporada, pero con Pete Carroll en Seattle se me antoja difícil que caiga más abajo de la elección de los Seahawks, aunque este sea el jugador que me gustaría para mis Vikings.
Antes de despedirme, algo sobre Tim Tebow. Si Michael Vick fue el número uno del draft y ha dado que hablar tanto en la NFL, ¿porqué se dice que Tebow no puede jugar en la liga de quarterback?