NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Adiós a un amigo

El verano pasado, Julio ‘El Abuelo’, un malagueño que peina canas hace años, amante del football y enamorado de los Patriots, me llamó por teléfono.

- Muy buenas don Mariano ¿cómo esta ‘usté’?

Julio es de esos andaluces que rezuma gracejo, buen humor y optimismo. Pasar una tarde con él siempre es un placer. Julio destila alegría por los cuatro costados.

- Qué te cuentas, don Julio.

- ¿Cómo vas a ir a Wembley este año?

- Pues seguramente me acredite.

- Te propongo una cosa, en el sorteo hemos conseguido más entradas de las que necesitábamos. ¿Quieres dos para ti y tu mujer? Vamos a ir un grupo de aficionados españoles y pondremos Londres patas arriba.

Me gustó la idea y me apunté a ese plan. Quedamos en encontrarnos la tarde del viernes en el Covent Garden, cerca de la tienda Reebok que pensábamos asaltar al más puro estilo del salvaje oeste.

Ahí conocí a Carlos Caso. Un tipo gamberro, divertido y apasionado, un poco gruñón y que se quedó un poco pequeño para ser un center dominante. Venía indignado porque en la tienda Reebok no había casi nada. Bramaba contra todo y casi todos, pero con esa emoción en los ojos que se siente horas antes de presenciar un partido de la NFL en vivo.

Nos fuimos a un pub a beber cervezas y a hablar de lo nuestro, que es el balón ovalado y el choque de cascos. Quedé fascinado. No sólo por lo que contaba, sino por la pasión con la que vivía el football americano. Tenía una memoria prodigiosa y una facilidad increíble para contar historias como si las estuviera viviendo en ese instante. Fue una tarde estupenda, de esas que no se olvidan. Planeamos que el año que viene no iríamos a Londres. Viajaríamos a Washington para ver perder a los Redskins in situ. Carlos protestaba divertido mientras contaba con todo detalle todos y cada uno de los viajes que había hecho a EEUU para ver football con Víctor, su mejor amigo.


Ampliar

Carlos y Víctor en Wembley. Fue un placer ver el partido con ellos.

Carlos, amigo, el año que viene no podremos ir a Washington contigo. Creo que, ahora, lo que me apetece es volver a Londres, y sentarme en la misma mesa, del mismo pub, con los mismos amigos que vivimos esa velada, para acordarnos de ti, de tu alegría hablando de football, de tus enfados fingidos cuando opinabas sobre esos jugadores que odiabas. ¡Gruñón! ¿Ves como merecía la pena dar la vuelta completa a Wembley después del partido? Tu última gran vuelta al ruedo como un aficionado de plaza de primera; como un artista cuyo corazón, que se ha roto, latía a ritmo de football.Nos vimos por última vez en el aeropuerto de Gatwick. Nos dimos un abrazo y reafirmamos nuestro pacto: “El año que viene nos vemos en Washington”.

Carlos, ya lo has conseguido, en el Cielo hay un asiento de lujo reservado para ti, con vistas al FedEx Field. Desde ahora verás todos los partidos de tus amados Redskins en primera fila.

El 23 de marzo de 2010 falleció Carlos Caso a los 36 años de edad.