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El punto de dobles será clave

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Tomás de Cos

La primera jornada de la Copa Davis resultó agitada y emocionante y dejó un empate (1-1) que concede al siempre decisivo punto de dobles un valor añadido. Suiza se puso brava y el campeón sufrió de lo lindo en Logroño.

Nicolás Almagro dio una nota alta en su debut en la competición jugando como local. Pero le faltó algo de confianza en sí mismo para haber cerrado a su favor un partido que se alargó durante más de cuatro horas. No se puede obviar que dispuso de un 3-1 a su favor en el set definitivo, que a la postre perdió frente a Wawrinka por 6-3. Al murciano se le apagó la luz en el momento más inoportuno, cuando su nota oscilaba entre el notable y el sobresaliente. Dominó y cansó a su rival, pero no supo rematar la faena y acabó derrotado (3-6, 6-4, 3-6, 7-5 y 6-3).

El amigo de Federer es hoy por hoy mejor tenista que Almagro. Aunque lo es por un estrecho margen. Lo dice su ranking –son décimo noveno y cuadragésimo de la ATP respectivamente-, la mejor clasificación de ambos –noveno y undécimo- y los enfrentamientos directos que han protagonizado. En torneos ATP marchan 1-1, pero en la época de júniors Wawrinka se impuso en las dos ocasiones en las que se midieron (2-0) y ayer volvió a hacerlo. Pero sobre todo lo es por la sensación de serenidad y madurez que transmite el tenista de Lausana, que es cinco meses mayor que el español.

Almagro ha dado un gran paso adelante de la mano de Josep Perlas (ya comenzó a darlo de la mano de Antonio González), pero necesita dar otro más para demostrarse a sí mismo que tiene potencial para estar entre los diez mejores. Ahora pesa menos, se mueve mejor, ha ganado en resistencia y mantiene su admirable definición. A poco que gane en consistencia, será un fijo en las últimas rondas.

Ferrer enderezó el rumbo

Tampoco lo pasó bien David Ferrer ante Marco Chiudinelli, pero el alicantino supo vengar su derrota en Copa Davis de 2007. Y lo hizo en tres sets (6-2, 7-6 y 6-1), aunque con un marcador engañoso que no refleja para nada lo apretado y complicado del choque.

Ferrer se ausentó mentalmente del partido en el arranque del segundo set y sudó a mares para darle la vuelta después cuando parecía completamente perdido. En esa segunda manga fue siempre a remolque, incluido el tie break, en el que llegó a perder por 3-5.

Ferrer ejerció de salvador, pero el tropiezo de Almagro puede hacer saltar hoy más presionado al tándem Robredo-Granollers ante Allegro y Wawrinka. Hoy la victoria tiene un valor psicológico extra, porque coloca al ganador con dos bolas de partido a su favor. Esperemos que sea España quien disfrute esta noche de tan privilegiada posición. El nuevo doble español se enfrenta a su día más grande.