Quiniela razonada (playoff)
La semana pasada nos llevamos tres grandes decepciones. Bengals, Eagles y Patriots no estuvieron a la altura. Visto lo visto, eche de menos a Steelers y Texans en los partidos de la Americana. Sobre todo después de ver el pobre papel de los derrotados. No me sucedió lo mismo en la Nacional. Los Eagles se vieron superados por los Cowboys pero no creo que ninguno de los equipos no clasificados hubiera podido frenar la avalancha vaquera. Los de Philadelphia fueron duros contendientes pero tuvieron en frente a equipo más en forma de la NFL en estos momentos… mientras no se demuestre lo contrario.
Sobre el Cardinals-Packers ya se ha dicho casi todo. No voy a entrar a valorar el famoso facemask. He leído opiniones para todos los gustos y sigo sin tener claro qué pensar. Lo único seguro es que ya no hay marcha atrás y que el árbitro que hubiera tenido el valor de lanzar el pañuelo amarillo, para anular el touchdown de la victoria, no hubiera salido vivo de Phoenix. En el lejano oeste es muy arriesgado cabrear al dueño del Saloon.
De lo que estoy segurísimo es que los Packers serán, en los próximos años, el equipo a batir en la NFC. Ya no hay duda, la sucesión de Favre a Rodgers es equiparable a la que hicieron los 49ers entre Montana y Young. Hasta ahora era una suposición pero ya es una seguridad. Los Packers de Rodgers ganarán la Super Bowl, no lo dudéis. Tal vez sólo los Cowboys y los Saints puedan hacerles sombra en las próximas temporadas. Los Cardinals notarán la marcha de Warner y los Vikings son un equipo de un año, salvo que un milagro haga caer del cielo, de forma sobrenatural, al recambio de Favre. Pero bueno, tenemos muchos meses por delante para comentar todo esto.
Hablando del presente, nos enfrentamos a unos partidos de playoff que, a priori, parecen igualadísimos. Sólo los Jets darían un sorpresón si se impusieran en San Diego. Los otros tres partidos se presentan muy abiertos y con pronósticos para todos los gustos.
Los Saints llevan un mes sin jugar en serio y los Cardinals empezaron a hacerlo el domingo pasado. Brees es muy bueno pero Warner es mejor. Entre otros motivos, el QB de los Cardinals es, junto con Manning, el jugador que mejor lee defensas de toda la NFL. Ya lo demostró ante Green Bay.
Las dos defensas son sólo dignas contra la carrera y tal vez la gran clave del choque esté en las secundarias. Ambas son, básicamente, oportunistas. Que no os engañe el inicio fabuloso de la defensa de los Saints durante la temporada regular, sus números en yardas permitidas eran muy normales. La diferencia era su capacidad para conseguir intercepciones y muchas yardas tras la captura. Pero eso mismo se puede decir de la defensa de los Cardinals. Como vimos el pasado domingo, cornerbacks y safeties están más preocupados de interceptar el balón que de placar a su marca. Esa tendencia no va a cambiar en N. Orleans.
Creo que no es necesario decir nombres. Los receptores de ambos equipos son espectaculares. El juego de carrera también estará equilibrado. La mayor diferencia es que Pierre Thomas y Reggie Bush tienen mejores manos que Wells y Hightower así que Brees puede usarlos para lanzar pases de seguridad en situaciones comprometidas. Ambas líneas ofensivas son muy capaces de darle tiempo suficiente a sus QB para encontrar al receptor más dañino. Tampoco esperéis que Rackers falle otro field goal como el de la pasada semana. Suele ser un kicker muy seguro.
Así que no hay ningún factor claramente desequilibrante. Tal vez sólo la presión del público de N. Orleans, aunque dos derrotas en casa en el último mes, y la veteranía en estas lides de los jugadores de los Cardinals, hacen pensar que ese puede no ser un factor tan decisivo.
Apuesto por otro duelo de altísima anotación decidido por las secundarias pero sin olvidar que Warner continúa su última gira triunfal y tiene ganas de marcha.
En condiciones normales apostaría por los Colts sin dudarlo. Manning ha zanjado esta temporada el eterno debate. Las comparaciones con Brady ya no se sostienen. El QB de Boston necesita armas a su alrededor para brillar. Peyton se las inventa si es necesario. Los Colts tienen una defensa rápida pero poco dominante, el peor juego de carrera (estadísticamente) de la NFL y receptores desconocidos más allá de Dallas Clark (TE) y Reggie Wayne. Pero también tienen un QB capaz de sacar adelante los partidos en las peores condiciones posibles. Manning ha ganado este año encuentros en los que el equipo rival se ha comido el reloj para no dejarle jugar; también ha sido capaz de dirigir muchas remontadas, varias de ellas en los últimos minutos. Ninguna diferencia es suficiente, ningún tiempo restante asegura nada. El MVP es capaz de ganar él sólo un partido como tal vez sólo Steve Young había hecho antes en esta competición.
Más allá de todo lo anterior, los Colts son un equipo que lleva un mes sin jugar al máximo nivel. Y también es un vestuario al que le cuesta bastante coger la forma y compenetrarse. Enfrente estarán unos Ravens en su mejor momento de juego, enchufadísimos, con la moral por los aires y convencidos de que pueden llegar a Miami.
También pienso que los Colts necesitarán a Addai y a Donald Brown si quieren ganar el partido. Los Ravens demostraron ante los Patriots que son muy capaces de poner presión al QB rival sólo con la línea y Ray Lewis. Si Indianapolis abandona la carrera, como hicieron los Patriots, Manning tendrá muchos problemas para encontrar receptores libres y no hay que olvidar que no le importa arriesgar intercepciones cuando las cosas se complican y eso será muy peligroso ante los Ravens.
En ataque los Ravens no tendrán suficiente con Ray Rice y McGahee como la semana pasada. Esta vez Flacco deberá demostrar que, en su segunda temporada, ya es un QB maduro. Si el partido se complica, tendrá que ser capaz de asentar el juego de pase; si los Ravens cobran ventaja, deberá administrar el reloj con habilidad para no llegar a un drive final decisivo con Manning jugándose el todo por el todo frente a la defensa de Baltimore.
Creo que el momento de los Ravens les hará llevarse la victoria frente al excesivo descanso de los Colts, pero si yo fuera Ray Lewis intentaría sacar a Manning del partido a las primeras de cambio.
Después del magnífico análisis del partido que ha hecho Manolo Arana en su artículo no se que más decir. Manolo es un sabio. Nunca os he contado su currículum en el mundo del football americano pero posiblemente sea el más extenso de nuestro país. Fue jugador de los Zaragoza Lions cuando el equipo estaba formado fundamentalmente por norteamericanos de la base de Zaragoza. Más tarde fue entrenador y, por fin, presidente del club. Posteriormente pasó a trabajar en Barcelona Dragons. Allí fue el jefe de estadística y formo parte del equipo estadístico de la World Bowl en varias finales. Aún le ofrecen todos los años ir a Wembley a ayudar al equipo que lleva los números del partido. Dirigió NFLSpain, ha hecho colaboraciones para varios medios periodísticos estadounidenses y cada año es invitado a campus de verano por varias franquicias de la NFL. Se cartea habitualmente con bastantes jugadores y miembros de staff técnicos de muchos equipos. No creo que en España haya nadie que conozca mejor que él el football americano en todas sus facetas. A veces pienso que le estamos desaprovechando en este blog. Yo le pido que escriba artículos aptos para todos los públicos cuando él es capaz de radiografiar cualquier equipo hasta el último detalle. Hay pocas cosas en esta vida más divertidas que seguir un partido con él. Te descubre cosas que ni siquiera intuirías.
Después de este comentario de justicia, vamos al partido. El año que Romo debutó en los Cowboys escribí un artículo sobre él, en NFLSpain, que fue aún más polémico que el de Orton de este año. Afirmé que Romo sería el nuevo Favre (todo bien matizado, claro). Hoy sigo pensando lo mismo. El motivo es que, en mi opinión, ambos se parecen en el terreno de juego como dos gotas de agua. Se mueven igual en el pocket, arman el brazo de la misma manera, ponen el mismo gesto cuando leen las defensas y cargan todo el alma en el brazo cuando lanzan el balón. Haced una prueba este fin de semana. Si les veis jugar con los ojos medio entornados os daréis cuenta de que parecen clones. Cuidado, no estoy valorando quién es mejor o peor, sino su forma de jugar. También se parecen en la mentalidad. A ambos les gusta arriesgar, no temen lanzar a dobles o triples coberturas y cuando un partido se complica ambos intentan cargarse al equipo en la espalda y ganarlo ellos solos. Por ejemplo, si ven venir un sack, o están medio agarrados, intentarán lanzar un pase a la remanguillé aunque eso pueda costar una intercepción. Hay muchos otros aspectos en los que no se parecen en nada, pero ese sería el tema de otro artículo.
Ambos equipos tienen más jugadores que nadie elegidos para la ProBowl. Sus líneas, tanto ofensivas como defensivas son las mejores y más agresivas de la NFL y creo que ahí será donde se decidirá el partido. Ambos equipos saben que necesitan levantar un muro para evitar que les destroce el juego de carrera rival, pero también tienen claro que están obligados a llegar a unos QBs que, aunque no tienen problemas para conseguir big plays, bajan mucho su eficacia y cometen errores si son presionados.
Por eso creo que más allá de Favre, Romo, Peterson, Austin y cualquier otro corredor, receptor o tight end, será la pelea en la línea de scrimmage la que decida el partido. Si hace poco que ves football americano, intenta olvidarte del balón por un día y fíjate en los combates de sumo entre los gigantes que nunca tocan el balón (no os perdáis a los dos Williams de los Vikings). Ahí estará la clave.
Es muy difícil dar un favorito entre los dos mejores equipos libra por libra de la NFL en estos momentos, pero creo que los Vikings se impondrán gracias al ruido del público, a la experiencia de Favre y a la genialidad de Peterson… siempre y cuando el primero no se empeñe en ganar él solo y el segundo evite sus habituales fumbles.
Creo que este partido tiene trampa. Los Chargers son, sin ninguna duda, el equipo más en forma de la AFC en estos momentos, pero los puntos fuertes de los Jets apuntan, exactamente, a los mayores defectos de San Diego. Los Chargers sufren contra los equipos muy corredores y Shonn Green y Thomas Jones están destrozando a todos los rivales de los Jets por tierra desde primeros de diciembre. Tomlinson ha vuelto a ser decisivo en la segunda mitad de la temporada, pero sobre todo en la red zone. Lejos de las 20 yardas el juego de carrera de San Diego sigue sin funcionar del todo, así que Rivers está obligado a cargar con el peso ofensivo hasta que, en las últimas yardas, el ataque de San Diego se vuelve más imprevisible. Pero enfrente estará la mejor secundaria de la temporada y el QB de los Chargers tal vez se vea obligado a buscar a Antonio Gates entre líneas, en rutas centrales más cortas, y no a sus receptores en rutas abiertas.
Así que los Jets llegarán al partido con las ideas muy claras. Si consiguen imponer su juego de carrera, y cortar las vías de pase a Rivers, pueden mantener un partido de baja anotación en el que controlen siempre el reloj. Eso les obligará a estar siempre a menos de un touchdown de distancia. Si los Chargers abren diferencias en el marcador serán inalcanzables.
El último punto clave será la eficacia de Sanchez. El QB de los Jets jugó un partido inmejorable ante los Bengals pero es un misterio si será capaz de mantener la misma calma y precisión esta semana. Pienso que si el marcador le obliga a correr riesgos se convertirá en una máquina de lanzar intercepciones, pero si los Jets son capaces de controlar el partido, como lo hicieron la pasada semana, el rookie puede volver a jugar con la tranquilidad del que se siente protegido, y no arriesgará en ningún pase.
Dicho esto, creo que los Chargers son mucho mejores y que deberían ganar el partido con cierta facilidad, pero Rex Ryan ha demostrado esta temporada que es un gran estratega, sobre todo contra equipos que cargan mucho el juego en el pase. Los de San Diego necesitarán al mejor Tomlinson si no quieren llevarse un susto.