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Las horas vacías de Unicaja

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Un blog para tratar el pasado, presente y futuro del baloncesto tanto nacional como internacional: ACB, ULEB, Euroliga, Eurocup y la NBA.

Autor: Juanma Rubio

Las horas vacías de Unicaja


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El sorteo de la Copa 2010 llegó por fin y llegó sin Unicaja. Mucho más que una anécdota para cualquier aficionado al baloncesto, un ajuste sorprendente en el mapa español de la canasta… y un drama en Málaga, donde se viven tiempos muy difíciles. Una ciudad de baloncesto apartada de una de las fechas del calendario que respiran baloncesto por los cuatro costados. Apartada por sus pecados, crónica de una muerte anunciada que parecía que nunca llegaría pero que finalmente llegó. Horas negras que siguen a un pasado brillante y a un futuro que pinta bien, aunque sea tan difícil verlo ahora, en medio de un presente vacío, todavía más vacío que negro.


Empiezo casi por el final por cuestión de impacto. Las palabras son de Aíto García Reneses tras perder con contundencia en Vitoria y sellar la ausencia de Unicaja de una de las Copas más baratas de los últimos tiempos (Estudiantes ha entrado con 8 victorias): “A la Copa hay que ir en condiciones de ganar y no para caer en el primer partido. (…) Para hacer un papel en el nivel que hemos demostrado en esta primera vuelta, pues no es tan interesante ir a la Copa. Si vas a la Copa y en el primer partido sabes que te van a pegar una paliza impresionante, no vale la pena. Muchas veces se confunde el objetivo que no es clasificarse para la Copa, es ir para tener posibilidades de ganarla”. Sorprende. Mucho. No son declaraciones de un hombre de deporte, no son declaraciones de Aíto y la sorpresa se extiende incluso a quienes hemos seguidos la escalada de tensión y el uso de la palabra como arma que ha vivido Málaga desde los albores de la temporada.

Aíto, por cierto, nunca había dejado a un equipo fuera de la Copa con el actual sistema de competición. Unicaja, por cierto, no faltaba a la Copa desde 2004, fue finalista de la pasada edición (donde tampoco llegaba como favorito, recuerdo) y ganó el torneo en 2005 a pesar de llegar con dudas, recuerdo también. Demasiadas cosas desmontan las palabras del que sigue siendo para mi (y lo digo desde ahora y bien claro) el mejor entrenador español de baloncesto. Demasiadas cosas que hacen que sólo se puedan interpretar desde el punto de vista de la crispación y la partida de cartas asesina que se juega en Málaga: se reparten y sortean culpas y se envían mensajes en busca de reacciones, acciones en busca de efecto. También desmontan a Aíto -en plena ceremonia de confusión, frustración, miedo e ira- los otros poderes fácticos: el director deportivo Juanma Rodríguez (“Unicaja tiene que estar en la Copa y no estamos”) y el presidente Molina, que habla de decepción y frustración: “El objetivo era estar en el top 4 de la Copa y no estamos ni en el Top 8”.

Culpables, casi todos

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Por supuesto que la ausencia de Unicaja de la Copa es una sorpresa a priori, en la perspectiva de la temporada y desde la pretemporada. No es una sorpresa desde luego tras el 0-5 de inicio de curso (un arranque igual de pésimo no ha impedido clasificarse a Estudiantes) y tras una carrera de fondo mal llevada y mal gestionada, mal parida y acompañada de mala suerte en forma de lesiones y falta de carácter, cohesión y calidad (importante este último aspecto) en los partidos en los que de verdad se jugó el equipo las habichuelas coperas, con fiascos de difícil (¿o no?) explicación ante Xacobeo, Gran Canaria, DKV Joventut… Cuando Unicaja dio un buen tono defensivo no tuvo instinto en ataque (ante Madrid y Barcelona, sin ir más lejos) y la Euroliga, tras un inicio que repartió las únicas sonrisas de la temporada, se ha convertido en otro camino de espinas a partir de la paliza en Atenas y hasta el descalabro intolerable ante el Orleans. Unicaja nunca -haya más o menos presión, más o menos necesidad- debería ofrecer semejante imagen ante un equipo tan terriblemente limitado y perder por 16 puntos tras manejar ventajas de 14 ya en el segundo tiempo.

Y Unicaja, diga Aíto lo que diga, tendría que estar en la Copa del Rey. Por presupuesto y por plantilla, a pesar de las bajas y a pesar de la mala planificación. Resulta inadmisible su ausencia si bien es cierto que ahora, en pleno caos y en plena devaluación, casi todos los equipos que estarán en Bilbao parecen superiores.

Unicaja ha tenido margen para montar un equipo más competitivo, y este es un apartado resbaladizo porque nadie parece tener la culpa y nadie parece saber (yo al menos no lo sé) cuánta mano de Aíto hay en la configuración de un equipo que perdió a Kelati, a Cabezas, a Haislip o a N’Dong y que no se ha reforzado nada bien. La plantilla es limitada, mal confeccionada en cuanto a roles y compatibilidades y sin una verdadera estrella. Un equipo destinado a sufrir para anotar y con menos poder defensivo del que se podía esperar.

Y muy castigado por las lesiones, por supuesto. Pero eso no oculta que Unicaja ha tenido problemas en todas las líneas. Déficit en la estructura + lesiones + falta de cohesión entrenador – plantilla. El resultado es que un equipo obligado a estar entre los cinco primeros de la clasificación está fuera de la Copa, con la masa social en ebullición y con un síndrome que recuerda a lo sucedido en Valencia en los últimos años. Cuando las cosas se arreglan en Levante, se tuercen en la Costa del Sol.

Unicaja renunció a Cabezas en una situación que se enquistó y acabó sacando del club a un jugador muy válido en lo deportivo y muy necesario en lo espiritual. Perdió por lesión a Gomis, erró al fichar a Jeter, no acertó con Shammond Williams (ya cortado, primera víctima) como revulsivo y seguramente no sea un ejemplo de solidez considerar a Cook un base titular de plenas garantías, más allá de que personalmente me parezca un jugador muy válido y con más capacidad para asistir de la que se le supone.

En las alas falta energía y sobre todo artillería: se apostó fuerte por un Saúl Blanco castigado por las lesiones y por un Dean que no es jugador de nivel Euroliga para un puesto donde un anotador se hace esencial. Carlos Jiménez no es eterno (por desgracia para Unicaja y para el baloncesto) y Berni Rodríguez parece al borde de la cuesta abajo definitiva. Welsch mantiene su relación de amor / odio con la afición y su irregularidad en la pista, más allá de que es un jugador de trabajo sordo y no la estrella que una vez pareció y de que no luce en aquello que más necesita el equipo en su territorio: tiro exterior. Por la cuestión de los bases y las alas se explican muchos de los problemas ofensivos del equipo malagueño, que además ha fundido su poder interior: sin N’Dong y Haislip añora intimidación, rebote, puntos y presencia, y la salida de Germán Gabriel se ha visto mal tapado con la llegada de Rubio. Con Archibald lejos de su mejor versión, el equipo carece de un ‘5’ nato y vive a expensas de dos jugadores que no están cómodos cerca del aro: Printezis, un muy valioso ‘4’ moderno y Freeland, un jugador que tiene tanta proyección en ataque como escandalosa necesidad de mejorar en defensa.

Freeland, de hecho, ejemplifica los males defensivos de Unicaja. Blando, sin concentración y presionado en el peor sentido, incapaz de leer el juego y de corregir errores. El equipo de Aíto se deshace ante los pick and roll más básicos, se descose ante las penetraciones y es incapaz de frenar las rachas de los rivales, males que se unen a sus problemas para jugar finales igualados, a su falta de calidad en momentos determinantes, a su carencia de físico, centímetros y conceptos defensivos absolutamente básicos.

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Así que tiene culpa la plantilla y tiene culpa la directiva, que reacciona ahora con cortes (fuera Williams, seguramente fuera Dean) y con la búsqueda de un movimiento mágico, un punto de inflexión que será Juan Dixon, o eso dicen ahora las quinielas, en una operación que veo muy arriesgada y con un futuro dudoso en lo deportivo. Y tiene culpa Aíto, por supuesto, incómodo e irreconocible en la dirección en muchos partidos, dejando síntomas de falta de comunión con la grada y con su equipo, como si su fórmula no funcionara y las soluciones parecieran siempre más lejos que las complicaciones, los enredos, las declaraciones con demasiados significados o demasiados destinatarios.

Y sin embargo, el futuro no pinta mal en Málaga. Todo lo contrario. Unicaja tiene cosas que cualquier equipo ACB querría. Tiene afición, tiene el apoyo sólido de una empresa que es al fin y al cabo la que conduce los designios de la entidad y tiene, casi por encima de todo, una licencia A de Euroliga, billete dorado de estabilidad, ingresos y proyección deportiva. Tiene, en esencia, la base necesaria para mantenerse entre los cuatro o cinco mejores equipos ACB. La plantilla tiene un esqueleto prometedor a partir de Saúl Blanco, Printezis o Freeland, jugadores con proyección enorme si explotan su también amplio margen de mejora. Y a partir de la apuesta que se pueda hacer por la cantera: Freire, Lima, Servera, Prestes, Rai López… Unicaja tiene que saber trabajar en un nuevo marco del baloncesto europeo que exige un trabajo más profundo de base toda vez que las grandes estrellas ya consolidadas y contrastadas son patrimonio casi exclusivo de los mastodontes presupuestarios del continente. Pero las cosas mejorarán en Málaga, seguro. Lo harán si todos asumen su parte de culpa y trabajan a partir de la unión y la sensatez. La alternativa podría ser una espiral que se lleve consigo el gran trabajo de muchos años y convierta estas horas vacías en horas verdaderamente negras para Unicaja.

6 Comentarios

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pabero23

Excelente articulo; no puedo estar mas de acuerdo.El presente es negrisimo y el futuro puede ser explendido.Freire,Lima, Printezis, Freeland,Rai,Paulao, Servera... Mucho futuro y mucha calidad.Pero me da miedo que los dirigentes del club no sepan aprovechar a estos diamantes en bruto y los acaben desperdiciando, por que teniendo en cuenta los ultimos 3 o 4 años no es para fiarse de la direccion deportiva de este club, por que lo de este año es la gota que colmo el vaso, pero no el primer fracaso.

01/12/2010 12:26:25 AM

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Carlos

Excelente análisis.

01/12/2010 02:46:18 PM

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praod

Gran artículo, por fin leo algo en relación a mi equipo que me ha gustado. Felicidades. El autor ha dado en el clavo tal y como lo vemos los socios del club.

01/12/2010 03:51:46 PM

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mdk

La visión más clarividente de la situación actual de Unicaja que he leído hasta ahora.

Creo que la mayor parte de la afición malagueña está de acuerdo con esta opinión. Gracias.

01/13/2010 12:18:49 AM

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Kobe24

Juanma grande como siempre. Escríbete un análisis de la Copa, por favor.

01/13/2010 02:08:23 AM

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Romerito Mijas

Muchas gracias Juanma, gran artículo. Coincido en todo el análisis y sólo discrepo en que el futuro no es nada esperanzador mientras siga el tridente de dirigentes el el club: presidente, director deportivo y director general. La única esperanza del club vendrá dada por destituir a las personas que ocupan actualmente esos cargos, nombrar a un nuevo presidente con un cociente intelectual un poco mayor que el del actual. Con una cuarta parte del dinero destinado a los dos actuales cargos ejecutivos contratar a una persona realmente responsable, trabajadora, honesta... en fin, con aptitudes y actitudes para desempeñar el cargo de director deportivo, y eliminar la figura de directos general. Dedicar el 75% del dinero restante del congtrato de los dos individuos actuales a trabajar la cantera. Con buen trabajo se puede(tenemos el ejemplo de institución bien gestionada de Vitoria), la situación es inmejorable, pero si fallan los que mueven el dinero no hay esperanza (referencia AirComet.

01/13/2010 11:57:19 AM