Cardinals, 51; Packers, 45.
Lamento deciros que no estoy preparado para hacer una crónica de este partido. En los tres anteriores he intentado hacer un texto lo más periodístico posible, pero ahora no soy capaz. He visto toda la segunda mitad y la prórroga con el sensor cardiaco de la bicicleta puesto para saber hasta donde llegaba mi locura y os aseguro que he llegado a pulsaciones que solo alcanzo cuando subo puertos pero que muy duros.
De vez en cuando lo digo y creo que es el momento de recordarlo. ¡Éste es el partido! Grabadlo y guardadlo como oro en paño. Os aseguro que hoy hay muchos nuevos aficionados que se han sentado a ver football por primera vez y se han dado cuenta que su vida, como aficionados al deporte, no ha tenido sentido hasta este momento. Así que cuando un amigo, a partir de ahora, os pregunte lo que veis en el football americano, se lo ponéis, aprovecháis para volver a verlo y punto pelota.
El choque empezó con unos Cardinals espectaculares, como no veíamos desde los playoff del año pasado. Los ‘Pájaros Locos’ se aburren durante la temporada regular y no juegan de verdad hasta que llega enero. Warner, como Mark Knopfler, tocaba “Brother in arms” mientras Wells destrozaba a la, hasta hoy, espectacular defensa de los Packers. Como le sucedió ayer a Philadelphia, los de Green Bay pagaron su agresividad defensiva ante un Warner que completaba todo lo que tiraba y se lo pasaba bomba adivinando todo lo que iban a intentar contra él sus rivales.
El gran protagonista de la noche, a pesar de sus 82 yardas y 2 touchdowns, no fue Fitzgerald, que sufrió un fumble en el primer cuarto que impidió que la diferencia en el marcador fuera insalvable (pero que tontería estoy diciendo, en este partido no había diferencias insalvables). Como decía, la gran estrella fue Steve Breaston que sumó 125 yardas de pase, un touchdown y 28 yardas de carrera. O tal vez Jermichael Finley con sus 159 yardas de recepción. Perdón, miento, la gran estrella fue Aaron Rodgers con sus 422 yardas y cuatro touchdowns. ¡Pero qué estoy diciendo! Esta claro que la gran estrella fue Warner con sus 379 yardas y cinco touchdowns. Espera, espera… ¿No será Karlos Dansby que recuperó el fumble en la prórroga y anotó el touchdown que dio por concluido un partido que nunca debió finalizar?
Porque hubo tantas estrellas en el cielo de Arizona que es imposible nombrarlos a todos. Eso sí, carbón en los próximos Reyes Magos para las dos defensas. La de los Packers por ser incapaz de interpretar a un Warner que la destrozó con sus pases entre líneas y a un juego de carrera que la superó permanentemente por el exterior. La de Arizona porque Adams deberá jugar muy bien a partir de ahora si quiere que el staff técnico se olvide de sus tres interferencias ridículas, porque Rodgers-Cromartie estaba más preocupado de conseguir intercepciones que de frenar a su marca y eso le costó muchos primeros downs a su equipo, y al resto de los jugadores porque, tras un inicio estupendo, se fueron desdibujando incapaces de frenar a unos Packers espectaculares.
Y es que lo mejor del partido, a pesar de la victoria de Arizona, fue la valentía de los de Green Bay arriesgando cuartos downs, engañando con un ‘onside kick’ que marcó un antes y un después en el devenir del choque, y demostrando unas ganas de vencer, con todos los elementos en contra y cuando la diferencia había alcanzado los 21 puntos, que debería hacer sonrojar a Belichick, Brady y el resto de los Patriots que bajaron los brazos por mucho menos pocas horas antes.
¡Cómo lamento que sólo se haya clasificado uno de los dos! Os dejo, que me voy a la tele a ver otra vez el partido desde el principio. ¡¡¡ESTO ES GULA DE FOOTBALL!!!