Bengals, 14; Jets, 24.
Ni Carlson Palmer fue capaz de cargar con el peso del ataque, ni Ochocinco tuvo un papel relevante, ni el gran partido de Credric Benson fue suficiente para que unos muy disciplinados Jets se llevaran, con mucha facilidad, la victoria en el primer partido de la repesca.
Los Bengals empezaron anotando con un touchdown de Coles pero, a partir de ese momento, el choque fue un monólogo de los Jets con un Sanchez casi perfecto (12 de 15 para 182 yardas y 1 TD) y un Green que cortaba una y otra vez por el centro de la línea defensiva de los locales. Además, la secundaria dominó en todo momento a los receptores de los Bengals, que tuvieron que sufrir una sesión de pases muy mal dirigidos por un decepcionante Palmer.
A los tres touchdowns de los Jets (Greene y Keller en el segundo cuarto y Jones en el tercero), siguió uno de Benson que parecía dejar el partido abierto a falta de más de la mitad del último cuarto, pero la acumulación de penalizaciones de Cincinnati, muchas de ellas en los momentos decisivos, y el desastroso partido de Graham, que falló dos field goals sencillos, provocaron que los Bengals volvieran a fracasar en postemporada.
Los Jets, muy serios, con un Sanchez más parecido al que asombró durante los primeros partidos de la temporada que al inseguro de los siguientes partidos, y dando una lección magistral sobre cómo se debe ejecutar el play action (con los Bengals cayendo una y otra vez en el engaño) han confirmado sobre el campo la ambición de su entrenador. Rex Ryan había afirmado durante la semana que aspiraban a ganar la Super Bowl. Si el equipo de Nueva York sigue jugando como lo ha hecho esté sábado, puede aspirar a ganar a cualquiera.