Quiniela razonada (Wild card)
¿Qué quién va a ganar cada combate? Y-yoo-queee-seeee. Esta semana no juegan ni los Chargers, ni los Vikings, que son mis grandes favoritos para jugar la Super Bowl. Colts y Patriots sólo se podrían encontrar en la final de conferencia, así que me parece imposible que se repita el partido con el que más disfruto. Lo que no me parece tan descabellado es que Vikings y Packers se vuelvan a cruzar. Ese es el otro duelo que más me apetece.
Pero también me encantaría volver a ver a los ‘Pajaros Locos’ jugar otra Super Bowl, aunque la lesión de Boldin nos tiene a todos en vilo. O ver el resurgir del ‘Equipo de América’ a manos de Romo para que todas las maldiciones desaparezcan de un plumazo. ¿Y qué me decís de volver a disfrutar del baile de Ray Lewis antes de la Super Bowl? Sería espectacular escuchar en Miami el rugido del último gran ‘man-eater’.
También pienso que la NFL está en deuda con Andy Reid y los Eagles, pero la lesión de Jamaal Jackson deja a McNabb y su backfield a los pies de los caballos de los Cowboys.
¿Grandes sorpresas? No apostaría un duro por los Jets, y me provocan muchas dudas los lesionadísimos Bengals. Los de Palmer han enseñado demasiadas debilidades en las últimas semanas. Por eso sólo confío en que los Ravens sean capaces de plantear un enero sangriento, como les gusta a sus defensas. Flacco puede sacar todo el genio que tiene y McGahee y Rice pueden cabalgar para convertirse en los mejores jugadores de estos play-off, como pronostican algunos analistas. Que el ‘comeback player of the year’ Brady fuera capaz de imponerse a Flacco, Rivers y Peyton Manning, superaría la categoría de sorpresa y alcanzaría la de leyenda.
En la Nacional no caben las sorpresas. Para mí lo más inesperado sería que los Eagles fueran capaces de sobreponerse a las lesiones para enfundarse el anillo. Los Packers, una de las mayores sorpresas de la temporada, pueden soñar con la Super Bowl. Ahora todos sabemos que Green Bay es un equipazo que en muchas casas de apuestas está por delante de los Cardinals. Los Packers podrían ganar el Lombradi para dejar en evidencia a los muchos aficionados que este año sólo les veíamos como una figura decorativa para que Favre aumentara su leyenda. ¡Qué bueno es Aaron Rodgers! Si nada se tuerce acabará siendo un QB de leyenda. En él hay otro Señor de los Anillos en potencia.
Fijaos, tal vez la mayor sorpresa para mí sería que los Saints estuvieran en Miami. Desde que la defensa dejó de conseguir grandes jugadas el equipo ha revivido los mismos problemas defensivos que provocaron el fracaso de la pasada temporada. Ahora la duda es saber si levantaron el pie cuando confirmaron el mejor récord de la división o si las dificultades son reales. Y que nadie piense que les tengo manía. Como prueba tengo de testigos a los Reyes Magos, que me han traído una espectacular camiseta con el 12 de Marques Colston.
Y ahora, mis pronósticos para este fin de semana:
Vamos a ser realistas: ni Palmer va a completar 1 de 11, ni Cedric Benson va a quedarse en la banda, ni Ochocinco va a acabar sin recepciones, ni Mark Sanchez terminará sin intercepciones. El domingo pasado unos se dedicaron a dejar correr el reloj mientras tomaban notas y los otros dieron todo lo que tenían para alcanzar la postemporada. Los aficionados de los Jet posiblemente no me lo perdonaréis, pero creo que los Texans hubieran sido un contendiente mucho más duro, a priori. Los Jets, que ya han hecho lo que debían este año, intentarán imponer su defensa, sobre todo contra el pase, y su gran juego de carrera, con Thomas Jones y Shonn Greene, contra la línea de los Bengals. Pero, a pesar del último mes, la defensa contra la carrera de Cincinnati es muy potente y todo el equipo sabe que deberá recuperar la dureza de la fase intermedia de la temporada para triunfar en enero.
Otro factor es que, mientras Palmer sí es capaz de remontar, sacar al equipo de situaciones comprometidas y cargar con el peso del juego, si es necesario, Sanchez no es un QB que pueda asumir protagonismo. Así que los Jets necesitarán anotar con la defensa, mantenerse en el partido, controlar el reloj y evitar que Sanchez se confunda. Mientras, los Bengals, pese a sus lesiones, tienen muchas más armas en todos los aspectos del juego. Apuesto por menos de un touchdown de diferencia porque la defensa de los Jets me parece tan buena que al menos mantendrá a su equipo en el partido.
Los Cowboys tienen a Romo en el mejor momento de la temporada, con receptores como Austin, Witten (TE) o Crayton, peligrosos, capaces de big plays y con los que el QB se encuentra a gusto. Su juego terrestre, por fin, está sacando todo el jugo a la pareja Barber-Jones que también consiguen grandes jugadas con asiduidad. La defensa contra la carrera es casi inmejorable y sólo tienen un pequeño agujero real defendiendo el pase.
De los Eagles se podría decir casi lo mismo. McNabb ha jugado los últimos dos años el mejor football de su carrera, por fin tiene un gran grupo de receptores capaces de mantener un avance controlado o de big plays, la lesión de Westbrook no se ha notado con un gran backfield muy joven y muy efectivo y la defensa sigue siendo un grupo dominante, experimentado, capaz de aplicar mucha presión al contrario.
¿Entonces por que apuesto por una victoria clara de los Cowboys? Por que la línea ofensiva de los Eagles, como se vio el domingo, está destrozada por las lesiones y será incapaz de frenar a la marea defensiva de Dallas. Ni los corredores tendrán fácil encontrar espacios ni McNabb tendrá tiempo para pasar con comodidad, salvo que rejuvenezca unos años y corra esquivando blitzs mientras encuentra receptores de forma inverosímil como antaño. Como Reid es un sabio, seguro que estará inventando algo para solucionar ese grave problema pero dudo mucho que tenga éxito.
Ya hablé bastante de los Patriots hace un par de días. Insisto en que la clave para ellos será que Belichick consiga que Tom Brady recupere el ánimo y crea que con los receptores que tiene puede llegar a la Super Bowl. A Brady, por su mentalidad, le preocupa más ser competitivo frente a los Chargers y los Colts que frente a los Ravens. Si piensa que no podrá con los favoritos bajará los brazos frente a Baltimore.
Los Ravens son un equipo que se ha ido perfilando lentamente a lo largo de la temporada. Su defensa, la mayor preocupación durante casi todo el año, ha vivido un debate intenso entre la intención de Ray Lewis y el resto de los veteranos de actuar, como a ellos le gusta, de forma intuitiva, y el empeño del staff por insistir en la disciplina. Al final creo que se ha llegado a un punto intermedio que saca lo mejor de la experiencia de sus jugadores y oculta las carencias provocadas por la edad. Además, Ed Reed ha vuelto a tiempo para inclinar la balanza frente Moss y compañía.
El ataque terrestre de los Ravens es peligrosísimo y Flacco, pese a que sólo parace encontrarse a gusto con Mason y Heap (TE), ha encontrado en el primero a un receptor todoterreno que puede hacerle mucho daño a la secundaria de Boston. Si los Ravens encuentran otro buen WR en los próximos meses pueden tener un ataque aéreo decisivo la próxima temporada.
El partido será apretado si los Patriots van por delante. Si los Ravens logran llegar al descanso con más de un touchdown de ventaja, apuesto por una paliza de Baltimore.
Me parece el partido más difícil de pronosticar. Más allá de cualquier análisis técnico, creo que el partido esta en manos de Kurt Warner. No me importa que Woodson pueda anular a Fitzgerald, ni que Boldin esté casi descartado, Breaston y Doucet pueden ser armas suficientes si Warner tiene el día. La otra clave será la posible baja de Rodgers-Cromartie. Si no se recupera a tiempo no se me ocurre ninguna manera para que la secundaria de los Cardinals pueda evitar que Aaron Rodgers se de un festín.
No creo que el juego terrestre sea el que desequilibre el duelo. Los Packers podrían intentar dominar con Ryan Grant y Ahman Green, pero preferirán aprovechar el problema en la puerta trasera de sus rivales para decidir el partido. Los Cardinals, que también podrían dar protagonismo a Hightower y Wells, saben que es muy difícil romper a los Packers por tierra así que se verán obligados a pasar.
Todo apunta a un duelo de pistoleros, en el que un drive que termine en field goal puede costar el partido. Pero, perdonadme, no puedo apostar en contra de Warner. Cualquiera puede ganar, pero los viejos rockeros afinan su guitarra sólo para los grandes conciertos. El bueno de Kurt sabe que esta gira de enero será la última en que pueda hipnotizar a la audiencia con un postrero concierto inolvidable.