Quiniela razonada (Semana 15)
Siempre se dice que en la NFL todo el mundo intenta ganar todos los partidos. Que las cuentas que se hacen en otros deportes no existen, que con sólo 16 encuentros por temporada regular nadie se puede permitir el lujo de rendirse antes de jugar. Estoy completamente de acuerdo con ese razonamiento en lo que se refiere a los equipos con peor récord. Aquí no son necesarios los sorteos para evitar los fraudes. El draft es suficientemente voluminoso, y hay tantas posibilidades, que perder o ganar un puesto no parece tan decisivo tantos meses antes del gran día de las elecciones colegiales.
Pero en la cima las cosas no son iguales. Ya os he contado alguna vez que el 2 de enero de 2006, con la clasificación para play-off ya resuelta, los Patriots, que no se jugaban nada, perdieron ante los Dolphins (28-26) pero su celebración fue mayor que la de Miami. En el último cuarto, en un extra point, Doug Flutie anotó el primer drop de la NFL desde 1941. Fue muy curioso que, al final del partido, los Pats sacaran a Flutie a hombros mientras, en la otra banda, los Dolphins celebraban la victoria. Los equipos que no se juegan nada muchas veces se dejan llevar para evitar lesiones, o probar cosas, y pueden tener sus objetivos en cuestiones absolutamente peregrinas. Saints y Colts han entrado en la pretemporada de invierno.
Los Colts ya han dicho que intentarán culminar una temporada perfecta, PERO sin comprometer el objetivo real: la Super Bowl. Los Jaguars ya están jugando a la ruleta rusa y perder este partido puede ser para ellos el tiro de gracia. Apuesto por los Colts porque son mejores, pero sin mucha fe en que jueguen al ciento por ciento y sin descartar la sorpresa.
¿Dónde vas, Colston?
En este caso me sucede lo contrario. Pienso que los Saints están ávidos de éxitos y que quieren la temporada regular perfecta a toda costa. Los Cowboys están como los Jaguars, con el agua al cuello. Tienen a su mayor competidor por una plaza de la repesca en su propia división. Los Giants están a sólo una victoria y con el desempate a favor. Romo debe estar tomando bicarbonato a cucharadas para intentar digerir este año el pavo de ‘acción de Gracias’ a tiempo para clasificarse. Que le hayan vuelto a elegir holder del equipo no parece buena señal. Que toque madera.
Los Ravens, como se esperaba, aprovecharon la semana de descanso, ante los Lions, para darse un festín de optimismo. Sólo los Steelers deberían poder impedir que terminen la temporada con diez victorias y se clasifiquen para la repesca. Los Bears siguen sumidos en una crisis profunda. Cutler manda intercepciones y Forte es una caricatura de si mismo. Pero que nadie descarte que Chicago pueda dar alguna sorpresa antes del final de la temporada. Tienen suficiente potencial como para ganar a cualquiera si sus estrellas juegan al nivel que saben.
Llevo bastantes semanas diciendo que Moss no estaba jugando, ni mucho menos, a su nivel habitual. Su potencia de arrancada sólo dura un drive y el resto del partido es incapaz de sacar ventaja sobre su defensor. Se está hablando mucho de su moral, que siempre ha sido muy frágil, pero yo pienso que también se ha notado el paso del tiempo. Ya no tiene las facultades de antaño. Por eso, ahora los Patriots han quedado reducidos a la conexión Brady-Welker. La secundaria es un horror, la línea y los LB no aguantan un partido entero, el juego de carrera es un mero acompañamiento y Brady ya no tiene tanto tiempo en el pocket y no se fía de la mayoría de sus receptores. Por eso es tan peligroso que la secundaria de los Panthers haya destapado el mal juego de Moss. La última gran arma que le queda a Belichick es el orgullo y el espíritu ganador y creo que la polémica ha servido para que el vestuario se conjurara para dar un paso adelante. De todos modos, Buffalo ha mejorado mucho en los últimos partidos y Fitzpatrick y Owens pueden romper a Boston con el pase profundo.
Los Cardinals tienen casi todo hecho. Los Lions son el rival ideal para recuperarse de la derrota ante los 49ers. Deben asegurarse la clasificación si se cumplen los pronósticos y los Eagles vencen a los de la bahía. Lo único preocupante para Arizona fue descubrir que ante un rival duro, que no para de pegar rozando siempre la legalidad, pierden la concentración y son incapaces de recuperarla. En enero los golpes serán aún más fuertes.
Los Rams vienen de recibir una paliza y los Texans de recuperar su mejor juego. Unos no se juegan nada y otros apuran sus últimas posibilidades. Que Houston no ganara con claridad sería un sorpresón.
Lo de Miami comienza a ser heroico. Están ganando partidos durísimos y muy apretados en el marcador y, sobre todo, han encontrado en Henne a un QB de futuro que está demostrando, desde el primer día, un temple y una fortaleza mental propia de un veterano. Enfrente estarán los Titans, otros con la misma fama de duros y que no tienen nada que ver con el equipo desnortado de las primeras jornadas. Los dos apuran sus opciones para entrar en postemporada, pero en ese aspecto son los Dolphins los mejor colocados. Vince Young será duda hasta última hora.
Los dos equipos han mejorado en las últimas semanas, hasta el punto que los Browns vencieron a los Steelers en una de las más grandes sorpresas del año. En el fondo, sólo a los aficionados de Cleveland y Kansas City les interesa demasiado el partido. Aprovecho este hueco para contaros que Pepsi, por primera vez desde 1987, no se anunciará en la Super Bowl. Coca Cola, que tras ocho años de ausencia volvió en 2007, aprovechará la ocasión para ganar protagonismo con un anuncio con ‘Los Simpson’ como protagonistas. Echaremos de menos aquellos supervideos con Britney Spears o Cindy Crawford…
Sin Turner ni Ryan, a pesar de el buen papel del equipo en su derrota frente a los Saints, no creo que los Falcons sean capaces de superar la defensa de los Jets. Ni creo que Redman repita las 303 tres yardas, ni que el juego de carrera pueda asumir ninguna responsabilidad. Los Jets están jugando francamente bien las últimas semanas. Sobretodo, porque han sido fieles a su estilo.
Manolo Arana me ha echado la gran bronca del año por no poner a Andy Reid el primero en la lista de aspirantes a entrenador del año. La bronca se debe a dos motivos fundamentales: el primero es el miedo escénico que, tradicionalmente, tienen todos los aficionados de los Vikings a unos Eagles que en los últimos años sólo les han dado disgustos; el segundo es que, como casi todos los años, los Eagles están metiendo la directa cuando más importa. A mí todavía no me convence ni la defensa ni el juego de carrera, pero la verdad es que son capaces de ganar de todas las maneras posibles. Enfrente, los 49ers, volvieron a tener éxito jugando a lo que saben: pegando en defensa y corriendo el balón. Su problema es que los Eagles no se amedrentarán como hicieron los Cardinals.
Los Broncos están jugando como a principio de temporada y no van a comprometer su clasificación ante los Raiders con Charlie Frye como QB titular. Los Raiders tuvieron un ataque solvente con Gradkowski al frente, pero con él lesionado volverán a la sima.
Los Chargers son ahora un equipo gigante y llegan al partido con carrerilla suficiente como para dejar zanjada la batalla por el segundo mejor récord de la Americana. Los Bengals enseñaron todas sus vergüenzas en Minneapolis y necesitan que Carson Palmer de un paso adelante ahora que se aproximan los partidos decisivos. Ante los Vikings se le arrugó el brazo y arrastra cierta fama de venirse abajo cuando las cuestas son más duras. La dramática muerte de Chris Henry también puede haber afectado bastante al ánimo de los jugadores de Cincy.
Partido dramático para los Steelers. Dicen los analistas que los de Big Ben deben recuperar el juego de carrera si quieren llegar a play-off. No tengo muy claro que los Packers les dejen correr y, tal vez, sea la genialidad del QB su única opción en las horas bajas. Además, enfrente está Rodgers con todo el campo para él y sin Polamalu enfrente. Será una buena prueba de fuego para que la línea de ataque de Green Bay demuestre, ante una defensa agresiva de verdad, que será capaz de proteger a su QB en postemporada.
Otro partido intrascendente e insípido. Los Bucs tuvieron un momento de recuperación cuando Josh Freeman se convirtió en el QB titular, pero en las últimas jornadas han vuelto al abismo. Los Seahawks tienen sus propios problemas domésticos con Mora desmelenado buscando culpables de la mala temporada. Al menos, todavía pueden contar con que Hasselbeck ponga un poco de cordura.
Minnesota está a una victoria del segundo mejor récord de la Nacional. No creo que, a estas alturas, arriesguen lesiones si el partido se complica, pero no deben tener problemas, si vuelven a jugar como la semana pasada, para imponerse a unos Panthers que, como demostraron contra los Patriots, ya tienen muy pocas ganas de pelea. Fox, este año no te libras de saltarte tu propia norma. Tendrás que buscar un buen QB en primera ronda del draft.
La defensa de los Giants se ha convertido, definitivamente, en un coladero. Pero lo malo es la falta de concentración de todo el equipo. Ese es uno de los grandes males históricos de los de N.Y. Las disputas de vestuario, la presión de los periodistas y la poca paciencia de una de las aficiones más exigentes casi siempre han afectado a su juego. Ficharon a Coughlin para romper esa dinámica y lo consiguió, no sin antes dar la patada a varias figuras consagradas e intocables de la plantilla. Pero el punto de inflexión fue la derrota ante los Patriots en la última jornada de la temporada regular en la que ganaron el anillo. La plantilla se conjuró tras ese día y se convirtió en una piña agresiva e indomable. Creo que aún están a tiempo de conseguir eso esta temporada, pero para ello deben evitar las grandes jugadas de los rivales, las penalizaciones, las faltas de concentración… Y los Redskins ya no son el equipo amigo de la primera mitad de la temporada.