Quiniela razonada (Semana 12)
El lunes por la noche retrocedí en el tiempo. Los Titans me recordaron a aquellos que, cuando terminaba el siglo XX, jugaban la Super Bowl contra los Rams. Fisher ha enseñado todas sus cartas ahora que Vince Young ha madurado. Buscaba otra pareja que emulara a que formaron Steve McNair y Eddie George.
Aquel primer McNair era también un jugador con una increíble movilidad, a pesar de su corpulencia, y aquellos Titans eran capaces de mover el balón de un modo casi milagroso. Avanzaban a trompicones, con toda la variedad de jugadas posibles entre QB y RB. Desde la casi escolar Option (que volvimos a ver el lunes en alguna ocasión), hasta las carreras de QB con la jugada rota (que también vimos contra los Texans). Esos Titans, como los actuales, siempre se sacaban el conejo del primer down de la chistera.
La mala noticia para el resto de los equipos es que Chirs Johnson es infinitamente mejor que George (siempre pensé que en cualquier otro equipo no hubiera sido titular) y que Vince Young puede llegar a ser muchísimo mejor que McNair. Sí, soy yo el que escribo. Creo que me confundí con él. Me sorprendió su temple, y ahora creo que, en manos de Fisher, Young será no sólo un gran QB corredor, sino una máquina imprevisible que, si no se deprime, tendrá en poco tiempo más armas que nadie para volver locas a las defensas.
Con Culpepper como titular los Lions pueden ganar a los Packers y sorprender a casi todos. El viejo QB siempre me pareció un grande de la NFL. Las lesiones y la mala suerte le han perseguido, pero será capaz de aprovecharse de las bajas defensivas que se acumulan en los Packers, y de mantener el partido controlado en un duelo de alta anotación.
Los Cowboys son buenos, de verdad, pero también son demasiado irregulares. Toda la temporada están teniendo problemas para mantener el control durante drives largos, y para progresar en tercer down. La defensa de los Raiders está salvando, por decir algo, la temporada del equipo, pero creo que Romo será capaz de marcar distancias con sus big plays. Además, Gradkowski tampoco fue para tanto, que aquí todo el que consigue un drive ganador en los últimos minutos acaba en los altares.
Los Giants superaron su racha gracias a otro partido de Eli Manning como los que protagonizó en las primeras jornadas. Pero su defensa, que sigue sin funcionar, a punto estuvo de tirar todo el trabajo por la borda. Los Broncos recuperar a Orton, aunque no está claro si al ciento por ciento. Creo que las derrotas ante Ravens y Steelers entran dentro de la lógica, y más cuando los primeros descubrieron que el ataque sin reunión y el control del pase corto cortocircuitarían a Denver. El problema han sido las dos siguientes. Con Orton en el campo los Redskins nunca hubieran ganado, y la acumulación de desgracias les sacó del partido frente a los Chargers cuando podían haberse puesto 10-14 y con la moral por las nubes. Todo esto no quita que considere a los Giants mejor equipo.
Los Falcons necesitan ganar para seguir vivos y vuelve Michael Turner. Los Bucs están en plena descomposición de su staff técnico y no parecen preparados para presentar demasiada batalla.
Aquí me sucede como con Culpepper. Que Ricky Williams se convirtiera en la estrella de Miami la semana pasada me hace feliz, me devuelve la juventud y me hace apostar por ellos. Y más ante unos Bills que la semana pasada jugaron su partido bueno del mes… y lo perdieron. Aún así, creo que los Dolphins, con sus bajas por lesión, han dejado de ser imprevisibles en ataque y eso les impedirá ganar a rivales duros de verdad.
Que los Bengals regalaran el partido a los Raiders provoca que deje de creer en ellos de nuevo. Eso les beneficiará, porque mientras me parecieron flor de un día ganaron sin parar. Ahora en serio, creo que Cincinnati necesita crecer aún más si quiere ser competitivo en enero. Los Bengals no sólo deben ser sólidos, deben parecerlo.
Cada vez me gusta más Brian Cushing. En poco tiempo será un fijo en la Pro Bowl. Cada vez me creo menos a Steve Slaton. No es el corredor que los Texans necesitan para estar en la élite. Tras el fracaso del lunes, los Texans no tendrán ánimo suficiente como para ganar a Peyton Manning con sus mismas armas. Buen día para que los Colts se reafirmen.
Favre se lo está pasando bomba. Mientras su defensa se da festines con los ataque rivales, y Peterson mantiene a las defensas como a un toro ante la muleta, el se da un festín de pases completos sin correr ningún riesgo. Jamás había jugado tan a placer, pero jamás tuvo a su alrededor un equipo tan bueno. Favre, a este ritmo, va a ganar el MVP, pero debería regalárselo a Peterson como agradecimiento.
Los Jets están desesperados. Se acumulan las declaraciones de desaliento, los malos rollos y los reproches. Los Panthers fracasaron ante los Dolphins la semana pasada, pero su juego terrestre funcionó a la perfección una semana más. Ambos están casi descartados, pero en Carolina todavía queda algo de fe en el milagro.
Philadelphia es mejor equipo de calle. No soy capaz de entender cómo, McNabb y compañía, no son capaces de cerrar los partidos antes. Todas las críticas se dirigen al ataque, pero pienso que la defensa, pese a sus buenos números, no es tan dominante como en el pasado. Tal vez ahí esté la falta de chispa del equipo.
Kyle Boller vuelve a la titularidad en St. Louis tras la lesión de Bulger. Tal vez eso le de más balones a Steven Jackson. Creo que esta semana el corredor de los Rams puede ganar el partido él sólo. ¡Qué mala suerte ha tenido Jackson! Es un jugador de Pro Bowl que año tras año pasa desapercibido en St. Louis. Los Seahawks están tan desangelados que pienso que ya todo les da lo mismo. Mora Jr. Lo ha vuelto a conseguir. El hombre insípido ha vuelto a construir otro equipo aséptico.
Ya he dicho, en la presentación, todo lo que tenía que decir sobre los Titans. Su calendario es terrorífico, sobre todo por el viaje a Indiana y el duelo navideño con los Chargers, pero que nadie se extrañe si se plantan en play-off. Ya se que se nota demasiado, pero el lunes me impresionaron y me trajeron buenos recuerdos. Los Cardinals, con Warner entre algodones, no necesitan meterse en esta batalla para seguir vivos en enero.
Los Transformers deben seguir creciendo para enfrentarse en postemporada a gigantes como Colts y Patriots con garantías. Los Chiefs mejoran semana a semana, pero su guerra está en el futuro y los Chargers están enchufados en el presente.
Partido de moneda al aire. Pienso que los 49ers no son ni tan buenos como el primer mes, ni tan malos como a partir de entonces. Ya empiezan las críticas a Alex Smith, pero en su primera etapa pensé que no le dieron tiempo para crecer como QB y en la actual sigo pensando que es un QB que sólo necesita paciencia y confianza para ser titular indiscutible en la NFL. El problema es que, seguramente, le condenarán antes de eso. De los Jaguars sólo me atrevo a decir que siguen encontrando la forma de ganar y seguir vivos, y eso es mucho.
Big Ben empieza a acumular conmociones y no parece descabellado pensar que su carrera puede ser mucho más corta de lo esperado. Su cara perdida en la banda, durante los últimos minutos de la derrota frente a los Chiefs, era todo un poema. Será titular pero no creo que esté en las mejores condiciones. Si eso no es suficiente, Polamalu sigue lesionado y los Ravens se juegan todas las opciones que les queda para entrar en play-off en este partido. Ray Lewis y compañía no pueden perder.
El partido. La bomba de la semana. Pero no os engañéis, no le llega ni a la suela del zapato al Colts-Patriots de hace dos semanas. Para los Saints, que ya no se juegan nada, el partido será un buen termómetro para medir su auténtico nivel frente a los rivales de verdad que se encontrará en enero, y el último gran escollo en su búsqueda de la temporada regular perfecta. Para los Patriots será mucho más importante. Se siguen jugando ‘librar’ en la jornada de repesca, esta vez no les valdrá ‘casi ganar’ si quieren seguir siendo auténticos aspirantes, y una derrota convertiría en decisivo su duelo de la próxima semana contra los Dolphins. Más allá de todo eso, es un partido que ningún aficionado se puede perder.