Quiniela razonada (semana 11)
Esta mañana he partido el cuadro de mi bici cuando estaba bajando sin conocimiento por una trialera, así que sólo puedo deciros que estoy encantado de seguir entre vosotros. Por suerte no me he hecho ni un rasguño. ¡Milagroso! Lo peor es que he tenido que cargar con los trozos durante siete kilómetros, hasta que he llegado a un lugar civilizado en el que me pudiera recoger un coche. Por si alguno monta en bici, un consejo: ¡siempre con casco! Ya no se ni las veces que me ha salvado de un disgusto serio.
Pero vamos a la NFL, que es de lo que se trata. Se acabaron las semanas de descanso. A partir de esta jornada los 32 equipos están en juego. Y también será habitual que cada semana se adelante algún choque. Sólo en la jornada 17, como es tradicional, todos los partidos se jugarán el domingo.
Ronnie Brown será baja para el resto de la temporada y parece que Delhomme ha reencontrado el toque, gracias a la ofensiva sin reunión que tan buen resultado le está dando a los Panthers, en las dos últimas semanas. En teoría es un partido muy parejo, que se desequilibra con la ausencia del corredor número 1 de Miami. DeAngelo Williams ya jugó la semana pasada tocado, pero no pareció resentirse y el ataque terrestre de Carolina siguió siendo dominante. Veremos cómo suplen la baja de Jordan Gross para toda la temporada.
Confieso que hasta el domingo por la noche pensé que los Colts entrarían en una cuesta abajo tras jugar con los Patriots. Ahora pienso lo contrario. El subidón de moral de Manning & Co. les habrá puesto por las nubes. Y además, por muy bien que juegue la defensa de los Ravens, terminará, a su edad, tan cansada o más que la de los Patriots; así que, si hace falta, Peyton se marca tres drives para touchdown en el último cuarto, y listo. Al final será él quien destroce el récord de yardas de pase en una temporada de Marino. Ya está en los números.
Quién lo ha visto y quién lo ve. La rivalidad por excelencia en la NFL está en decadencia. No creo que deba engañarnos la última victoria de los Redskins. Tener más de medio partido a Simms como QB rival es casi como jugar con 12, o tener un saboteador infiltrado. No creo que deba engañarnos la última derrota de los Cowboys. Fue como si los Packers les pegaran su enfermedad. Los Redskins no conseguirán golpear tanto a Romo.
Los dos son igual de malos pero, como en ‘Rebelión en la Granja”, unos son más iguales que otros. Si Stafford no termina por reventar y decide seguir jugando al football el año que viene, será un buen QB para los Lions. Si Calvin Johnson tiene paciencia, y no se vuelve a enfadar con su QB por no encontrarle, terminará por formar una buena sociedad con él. Los Lions pueden ver luz al final del túnel, los Browns, simplemente, se han quedado a vivir dentro.
Los Jaguars son el equipo que más desconcertado me tiene de toda la NFL. David Garrard no me ha gustado nunca, pero admito que hace dos temporadas, cuando los Jaguars entraron en postemporada, fue muy efectivo sin cometer grandes errores. En los últimos partidos ha vuelto por esa senda, y tiene detrás a un Maurice Jones-Drew que está superando todas las expectativas, ahora que no está bajo el ala de Fred Taylor. La defensa va por días, pero esta semana, ante Buffalo, tampoco necesitará dar lo mejor de si misma. De los Bills no puedo decir nada. Dick Jauron está en la calle y Perry Fewell, por muy buena defensa que tengan los Bills, no parece un entrenador principal para el futuro. Veremos.
Cada vez tengo más claro que los Vikings son el auténtico equipo a batir en la Nacional. Cada día juegan mejor y cada vez es más eficaz el binomio Favre-Peterson. El corredor está adquiriendo poco a poco más protagonismo y las defensas rivales son incapaces de descifrar el rompecabezas. Los Seahawks son demasiado vulgares como para competir con ellos.
Los Saints se desinflan semana a semana… pero siguen ganando y esta vez deberían tener menos problemas ante Tampa. Josh Freeman me tiene impresionado. Es un QB con una planta impresionante, buen brazo y muy listo. Creo que con él los Buccaneers pueden salir del hoyo a velocidad meteórica. Pero hay que darle tiempo, dejar que se forme con paciencia, y asumir que en esta primera temporada será irregular. La verdadera piedra de toque de Brees y compañía será la semana próxima. Belichick y Brady serán sus auténticos jueces.
Dos equipos en crisis. Los Giants vienen del hospital. Los Falcons de perder a Michael Turner para varias jornadas. Creo que los Giants tenían dos problemas fundamentales: Eli Manning no estaba completamente sano y toda la plantilla estaba descentrada tras la acumulación de derrotas. Ambos problemas han debido quedar resueltos tras el descanso. A Coughlin, además, se le da de miedo quitarle la tontería al personal. Esta semana, por fin, volveremos a ver a los Giants.
Los Steelers sin Polamalu, pero con los Chiefs enfrente. El calendario ha sido benévolo con los de Pittsburgh. Sin su strong safety la defensa del acero se vuelve maleable. El calendario es tan sencillo que la verdadera preocupación de los Steelers será recuperar a su defensa estrella, de verdad, antes de que lleguen los play off. Dos lesiones seguidas en la misma rodilla son muy mala señal.
Los 49ers son un equipo, fundamentalmente, duro. Singletary es un experto en meter el dedo en la llaga de sus rivales y seguro que está preparando un plan para golpear a Aaron Rodgers en todas y cada una de las jugadas. Los Packers mostraron ante los Cowboys su cara buena, pero esta vez tendrán enfrente un rival que planteará un partido agresivo, con mucha batalla en las líneas. ¿Aguantarán los Packers la pelea?
Los Rams están mejorando cada semana, pero Kurt Warner vuelve a la casa que le vio nacer. Si el problema habitual de los ‘Pajaros Locos’ es su falta de motivación en algunos partidos, sus aficionados pueden estar tranquilos. Todos querrán regalarle a Warner una victoria lo más espectacular posible.
Si juega Orton al ciento por ciento, ganarán los Broncos. Si juega Simms, u Orton tocado, lo harán los Chargers. El que se lleve la victoria será, muy probablemente, el ganador de la división así que, en realidad, éste será el primer partido real de postemporada del año. Es curioso cómo se están reconstruyendo los Chargers semana a semana. Parecen transformers. Primero sólo jugaba Rivers, después empezaron a brillar algunos receptores. Más tarde, volvió Merriman. Ahora ha aparecido Tomlinson… Como sigan así y estén todos de vuelta a tiempo, los Chargers pueden ser temibles en enero.
Yo confieso ante todos vosotros que no me creí ni una gota a los Bengals hasta que la semana pasada ganaron a los Steelers. Ahora depende de vosotros ponerme la penitencia. Por ahora, salgo a la ventana cada hora, como un reloj de cuco, y grito “¡¡¡Who Dey!!!” a pleno pulmón. Espero que sea suficiente con eso, porque en cualquier momento algún vecino llamará a un psiquiátrico.
Los Jets van a pagar los platos rotos en Indianapolis. Los Patriots no pierden dos partidos seguidos por principios y los de Nueva York han pasado de sorpresa a equipo en formación. Además, los de Boston querrán venganza y no pueden perder si quieren llegar a enero con tranquilidad.
No hay nada en estos Eagles que los conviertan en un equipo peor que el que aspiraba a todo en septiembre. La baja de Westbrook está perfectamente cubierta y los novatos están rindiendo incluso por encima de lo esperado. Y eso que todo el mundo decía que Philadelphia hizo el mejor draft de la NFL. Tal vez sólo McNabb necesite un ratito en el banquillo para volver a ponerse las pilas. Los Bears, una vez más, dejarán a Cutler a los pies de los caballos. ¡Cómo debe arrepentirse ahora del pulso que pensó haberle ganado a McDaniels!
Aquí sí que voy a tirar de estadísticas. La segunda peor defensa contra el pase no podrá contra el tercer mejor ataque aéreo. Una cosa es que los Titans hayan salido del pozo y otra muy distinta que hayan solucionado todos sus problemas de un plumazo. Y no nos engañemos, Young se puede volver a derrumbar en cualquier momento y no le veo cargando con el peso de una remontada.