'Hulk Nadal' ha vuelto
Tomás de Cos
Nadal se reencontró en París con la bestia que lleva dentro e invitó a Verdasco a Londres. Sencillamente brillante. Rafa demostró una vez más su capacidad de adaptación a una pista y su constante mejoría dentro de un torneo. Se salvó por los pelos ante Nico Almagro, sufrió de nuevo en tres sets ante Tommy Robredo pero subió el nivel para destronar a Tsonga en su casa por un doble 7-5 y de paso clasificar a Verdasco para disputar el torneo de maestros.
Su progresión no para. Trabaja duro con la mirada puesta en la final de la Copa Davis, su objetivo en este final de temporada. Aunque si mantiene el nivel, que nadie descarte que se estrene como maestro. Decididamente el Masters 1000 de París-Bercy le está permitiendo recuperar sus mejores sensaciones tras un largo y alborotado año. El mallorquín, fiel a su filosofía ganadora, no descarta morder el trofeo parisino, pero su mirada está clavada en el Palau Sant Jordi. La espinita de ver la final de Mar de Plata desde casa aún pesa mucho.
Nadal vuelve a sentirse rápido en la pista y contundente con su derecha. Si ante Almagro salvó cinco bolas de partido, ante el bombardero de Le Mans levantó otras tantas de set. Nadal, como un héroe de ficción, volvió a reencontrarse consigo mismo en los momentos de mayor presión. Allí donde el pánico paraliza a la mayoría, su pensamiento se vuelve más claro, sus pies más ágiles y sus golpes más definitivos.
En ambas mangas manejó a su antojo la presión y se la traspasó a Tsonga -como un regalo envenenado- para que se le atragantara en pleno callejón sin salida. Nadal en estado puro. 'Hulk Nadal' pudo de nuevo con 'Ali Tsonga'. Con independencia del desenlace del torneo, Albert Costa tiene motivos para alegrarse. Verdasco ya no anda haciendo cuentas en su cabeza y la cuarta ensaladera está más cerca. Misión cumplida.