El 'limpia'Dani HidalgoMariano TovarmtovarnflActualizado a 9 de noviembre de 2009 20:27 CETDicen que la mafia quedó hipnotizada tras el estreno de ‘El Padrino’ en 1972. Hasta tal punto que en el día a día adoptaron su terminología, forma de vestir, gestos… Mario Puzo, el guionista, a pesar de su ascendencia italiana, jamás tuvo ninguna relación, ni contacto, con el crimen organizado. Se inventó la jerga intentando darle al tema un toque romántico. Francis Ford Coppola, el director, supo hacer buena una novela que, en mi humilde opinión, es bastante mediocre. La trilogía de los Corleone se convirtió en una de las joyas culturales del siglo XX. Pero en la saga de El Padrino no queda bien dibujado ningún personaje mafioso como ‘Limpia’. El primero del que yo tengo conciencia aparece en ‘Nikita’ (1990), una película francesa estupenda de cuando Luc Besson todavía intentaba hacer cine. En ella aparece un personaje, Víctor, protagonizado por Jean Reno, que se dedica a ‘limpiar’ los trabajos fallidos de otros asesinos. ‘Nikita’ fue un éxito y provocó un remake, en 1993, protagonizado por Bridget Fonda. ‘La Asesina’ era un bodrio pero la verdad es que siempre he sentido debilidad por las Fonda, tía y sobrina (corregido), así que disfruté de ella (la película) con bastante placer. El papel de ‘limpia’ lo hacía Harvey Keitel, que con el tiempo se convirtió en paradigma de ‘limpia’.AmpliarFue en 1994 cuando el ‘limpia’ se convirtió en un personaje clásico. Dos películas lo consiguieron. ‘León, el profesional’ y ‘Pulp Fiction’. En la primera, Luc Besson recupera al personaje de ‘Víctor’ para convertirle en protagonista de una historia en la que enseña a una niña, Natalie Portman, a ser asesina a sueldo. Para mi gusto la película, a pesar de tener grandes momentos, es bastante irregular, sobre todo porque Gary Oldman es un pesado. Sin embargo fue uno de los éxitos del año.Ampliar Pero el auténtico bombazo de 1994 fue Pulp Fiction. Confieso que fui al cine a verla tres o cuatro veces. En esos años no existía la descarga directa y las películas llegaban al videoclub con más de un año de retraso. Harvey Keitel repetía el papel de ‘limpia’ que ya bordó en ‘La Asesina’. Pero Tarantino le da una vuelta de tuerca. El limpia es un hombre tranquilo, elegante, pausado e imaginativo. No se trastorna, no se come la cabeza. Sólo actúa cuando hace falta. Y, por supuesto, nunca se equivoca. Llega al lugar de los hechos y lo soluciona todo, sin estridencias, antes de marcharse en su deportivo a seguir con su vida tranquila. Su frase “No empecemos a chuparnos las pollas todavía” (corregido) se ha convertido casi en un dicho popular. Algún día titularé algún artículo con ella.Harvey Keitel, el ‘Señor Lobo’ es, para una generación, el limpia por excelencia.En la NFL también hay limpias. Supongo que ya habréis deducido a qué jugadores me refiero. Son tipos tranquilos, que viven en un mundo aparte. Suelen ser jugadores elegantes y pausados que no se comen la cabeza. Sólo aparecen en momentos decisivos y los buenos de verdad nunca se equivocan. Entran y salen del campo en un visto y no visto. Lo habéis adivinado, son los kickers.Kickers y punters son los únicos que de verdad juegan al football. Los demás, de ‘foot’ nada. Los punters sólo aparecen cuando el ataque ha fracasado. Son los reyes del ‘mal menor’. Intentan arreglar el destrozo obligando al enemigo a empezar su ataque lo más atrás posible.Pero los kickers son francotiradores. Su mentalidad es completamente ofensiva. Más allá de los kick off, su trabajo es meter la bala entre los dos ojos. Y viven en un mundo monástico interior. En una guerra permanente con su fuerza mental. AmpliarEl paradigma de kicker puede ser Adam Vinatieri. Sus pies decidieron dos Super Bowl. Los Patriots ganaron gracias a él a Rams y Panthers. Pero tal vez su field goal más impresionante fue en la final de conferencia contra los Raiders en enero de 2002. Anotó, también en el último instante, un field goal de 45 yardas, bajo un vendaval de viento y nieve que no dejaba ver a más de 20 metros, que podría ser calificado como el patadón de todos los tiempos.Belichick, como buen jefe mafioso, siempre se ha preocupado por tener un gran ‘limpia’. Dejó marchar a Vinatieri y escogió en el draft a Stephen Gostkowski. Ese año todo el mundo se echó encima del head coach por elegir a un kicker en cuarta ronda, cuando suele ser una posición cubierta mucho más adelante. Pero fue un acierto. Gostkowski tiene una pierna prodigiosa y una gran seguridad.En estos años estamos viviendo una época de grandes kickers. Jóvenes como Robbie Gould, Josh Brown, Rob Bironas, Nate Kaeding, el mismo Gostkowski, e ilustres veteranos como Jason Elam o Ryan Longwell han convertido en un juego de niños anotar field goals de 48 yardas en todos los campos de la NFL… bueno, en todos menos en el Heinz Field.Porque el estadio de los Steelers es un infierno para los francotiradores. La unión de dos cauces provoca unas corrientes de aire imprevisibles. A partir de estas fechas anotar una field goal de más de 40 yardas en el reino del Acero se convierte en una hazaña.También hay campos chollo, como el Lucas Oil de Indianapolis. En un dome las distancias disminuyen y un field goal de más de 50 yardas se convierte en sencillo. Por ejemplo, el domingo pasado Kris Brown anotó uno de 56 sin problemas.Entonces ¡¿PUEDE ALGUIEN EXPLICARME CÓMO PUEDE FALLAR UNO DE 42 YARDAS, A FALTA DE UN SEGUNDO, QUE HUBIERA VALIDO LA PRÓRROGA?! Kris Brown fue elegido en el draft por los Steelers, y es el tipo por el que más lástima he sentido viendo football americano. Ya hablé de él en un artículo de NFLSpain hace años. Los comienzos no fueron malos, pero en su tercer año como ‘steeler’ se vino abajo. Era incapaz de anotar un field goal. Firmó una patética temporada con el 68,2% de eficacia. ¡No metía ni uno!AmpliarPero lo peor era verle la cara cuando Bill Cowher le pedía salir al campo. Se escondía entre los otros jugadores de la plantilla y se hacía el despistado. Cowher gritaba y él miraba al cielo. Ponía una cara de pena… Durante la temporada 2001 se habló mucho de él. Los realizadores de televisión, auténticos buitres, se cebaban en las retrasmisiones. Le enfocaban mientras se escondía, enfocaban al head coach, los banderines de la punta de los palos bailando de forma imprevisible, otra vez al tipo mientras se colocaba el casco y asomaba una manchita húmeda en la entrepierna. Salía al campo y enfocaban al público que se echaba las manos a la cabeza o le jaleaba con chanza. Primer plano, Brown estaba bizco. Long snap, patada y el balón volaba y volaba hacia sitios inverosímiles. No es broma, creo que alguno estuvo a punto de salir por la banda. Falló hasta tres extra points. Lo curioso es que fuera de casa recuperaba la eficacia, pero en Pittsburgh era tremebundo. Como no podía ser de otra manera, al final de la temporada lo dejaron marchar a Houston.Con los Texans Kris Brown fue intercalando temporadas dignas con otras bastante mediocres, pero demasiados problemas tenían en el equipo como para preocuparse del asunto. Las últimas dos temporadas apareció un nuevo Brown que, por fin, podía ser considerado un auténtico francotirador. Terminó en ambas por encima del 85% de efectividad con un 100% en los extra points. En Houston creyeron que, por fin, tenían el ‘limpia’ que necesitaban. AmpliarEste domingo, cuando los Texans eran, de verdad, aspirantes y necesitaban que todos sus jugadores estuvieran al ciento por ciento, cuando tenían en la mano llegar a la prórroga tras un drive ofensivo excepcional de Schaub y sus cuatreros, cuando los Colts veían peligrar su racha de victorias, Gary Kubiak llamó a su ‘limpia’. Brown salió al campo. ¡Mirad, es un ‘limpia’! Un hombre con los nervios de acero, capaz de acertarle a una mosca al otro lado del estadio. Un tipo que sólo sale al campo para anotar puntos, que no tiene corazón, ni sentimientos. ¡Miradle!Ya te digo que le vimos. Igual que en 2001. Se hizo ‘popó’ en la yarda 42 de un dome mientras todo el mundo le contemplaba incrédulo. El ‘limpia’ Brown lleva un mísero 71,4% en una temporada en que los Texans aspiran entrar en wild card.Kubiak necesita un ‘limpia’ que ‘limpie’ a su ‘limpia’. Kris Brown ayer no estaba en Indiana. Su mente viajó a Pittsburgh y por el rabillo del ojo vio a Cowher murmurando entre dientes: “¡PAQUETE!Etiquetado en:Resumen jornadaDeportesResúmenes deportivosCrónicas deportivasCompeticionesHouston TexansAFCDeportesFútbol americanoNFLEquiposAFC SurCompeticiones