Tres tristes tigres

Yo siempre me he trabado. “Tres tristres trigres comen trigo en un trigal”. He sido incapaz de pasar de ahí después de 41 años. Y como no se decirlo, me lo ahorro. He aprendido. Me doy cuenta de que no puedo y no lo hago.
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No se si una pantera tiene algo que ver con un tigre, pero si se que Delhomme tiene algo que ver conmigo. También se atasca. Yo, con el trabalenguas. Él, con sus intercepciones. Pero no seamos malos. En realidad ha comenzado la temporada mejor que acabó la pasada. En su último partido de enero le interceptaron cinco veces y el domingo sólo cuatro.

Porque lo de los Panthers es un desperdicio insultante. Un equipo con Steve Smith y Muhsin Muhammad (cuyo nombre soy tan incapaz de pronunciar, como el del inefable Edgerrin James) como receptores, con DeAngelo Williams y Jonathan Stewart como corredores (no creo que puedan mantener a los dos una temporada más), con una línea de ataque espectacular, con Julius Peppers liderando una gran defensa en la que destaca un impresionante grupo de linebackers, con… ¡¿Cómo es posible que Jake Delhomme siga en ese equipo?! ¡¿Cómo es posible que le renovaran cinco temporadas más?!
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Creo que los Panthers son el sueño dorado de cualquier QB. Es un equipo en el que, por potencial, lo único que tiene que hacer el pasador es no equivocarse. El juego de carrera es espectacular e imprevisible y John Fox quiere que esa sea la gran arma de Carolina. ¿Qué es lo que no entiendes Jake?
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Todos los QB tienen cierta tendencia a dar espectáculos mesiánicos. Cuando más hambriento y desorientado está su equipo, más les tienta demostrar que son capaces de multiplicar los panes y los peces, marcar el camino a seguir y llevar a los suyos a la victoria. Entonces levantan el mentón y caminan hacia el vestuario sin darse por aludidos por la infinidad de flashes y cámaras que los enfocan.
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Al final se despiertan y descubren que no ha sonado el despertador y que llegan tarde al entrenamiento.
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Pocas veces he observado a un QB salvar a su equipo en plan Juana de Arco. He visto a Peyton Manning, Brett Favre o Tom Brady lograr remontadas impresionantes pero siempre liderando a su equipo, con los pies en la tierra y con muchísima sangre fría. En realidad he visto muy pocas veces a Manning o a Brady empeñarse en ganar el partido ellos solos. Y cuando lo han intentado, lo han perdido. Sobre todo Favre, que en los últimos años también ha tenido demasiados ataques de predicador televisivo.
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Pero a Jake Delhomme llevo viéndole intentar ganar el solo desde hace muchos años sin que nadie se lo pida ni, lo que es peor, se lo impida. Es sorprendente la facilidad con la que se descentra. Pero Jake no aprende. No sabe hacerlo, pero sigue empeñado. Y vuelve a intentarlo. Y vuelve a equivocarse. ¡QUE NO LO HAGAS! ¡QUE TÚ ESTAS AHÍ PARA NO EQUIVOCARTE! Insisto, que fácil sería que Delhomme se limitara a no intentar demostrar al mundo que es un buen quarterback. Los Panthers estarían cada año en play-off y los aficionados, ignorantes nosotros, pensaríamos que es un QB mucho mejor de lo que es.
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Pero la culpa es de Jerry Richardson, Marty Hurney, John Fox y todos aquellos que en esa franquicia no han sabido venderle cuando todos estábamos engañados para encontrar un QB que en vez de mirarse el ombligo mire por los intereses de su equipo. Delhomme debería dar gracias por poder jugar junto a una constelación de estrellas como la que tiene Carolina. No cambiaré de opinión aunque termines ganado la Super Bowl. ¡Jake, eres un paquete!
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 El segundo tigre de la jornada es un tigre patanegra, de los de verdad. El tigre de Bengala. El de Sandokan. La bestia más fiera de cualquier jungla de la tierra… venida a menos. Los Bengals son el único equipo del universo capaz de perder un partido, a falta de 28 segundos, con el balón en la yarda 13 contraria, por un pase desviado por un defensa, que termina cayendo en las manos de un rival que entra en la endzone casi andando. Brandon Stokley logró el touchdown más increíble de su carrera. No te lo pierdas en NFL.com. Y no te rías, que es para llorar. Ambos equipos tienen motivos para ser optimistas: ya no pueden jugar peor. Tanto Bengals como Broncos sólo tienen margen de mejora visto lo visto el domingo. La pregunta es si el público se atreverá a ir al campo a verles perpetrar otro engendro igual.
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El último tigre no es un equipo. Es un jugador. El 90% de los que jugamos una liga fantástica nos hemos tirado de los pelos durante toda la noche del domingo porque no tuvimos las pelotas suficientes como para ficharle. Todos lo pensamos pero muy pocos se atrevieron. Sí, efectivamente, hablo de Cadillac Williams. 97 yardas y un touchdown. Los Bucs perdieron con los cowboys pero el mundo del football americano ha recuperado a uno de los corredores más espectaculares del siglo XXI. Esta temporada hay un título individual que está entregado antes de que empiece la temporada. Tom Brady será el ‘comeback player of the year’. ¿O no? La historia de Cadillac Williams puede enternecer el corazón de los especialistas si sigue jugando a este nivel y consigue completar una temporada sin lesionarse. Mientras, si tienes un Cadillac en tu equipo de fantasy sólo puedo sentir admiración por tu atrevimiento. Al final, lo más seguro es que se rompa pero ¿qué sería la vida sin estos momentos?
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También me gustaría hablar del petardazo de Cutler. Tranquilos, un accidente lo tiene cualquiera. Y de la lesión de McNabb y la taquicardia que le ha dado a Vick. ¿Visteis a Favre? Pues yo vi a Peterson y eso es bueno para los Vikings. Como bueno parece Mike Singletary. Vale, los 49ers no enamoraron. Pero yo estuve viendo el partido y San Francisco me pareció muy práctico. Tuvo muy claro siempre lo que tenía que hacer. Eso es trabajo de staff técnico y con esa filosofía los 49ers tal vez vuelvan a ser ganadores. ¿Y Atlanta, y los Jets?...
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Esto ha empezado pero que muy bien. “Tres tristres trigres comen trigo en un trigal”. Yo sigo trabándome y Delhomme seguirá siendo un paquete. Para temas como estos los castizos tienen un dicho estupendo: ’Ay Manolete, si no sabes torear pa qué te metes’.
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mtovarnfl@yahoo.es
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