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Impresiones del US Open'09

Tomás de Cos

Como muchos comentarios de la entrada anterior destacan la ausencia de algún post acerca del US Open, trataré de dejar aquí algunas de las pinceladas que personalmente me ha dejado el torneo. Dado que los horarios de la jornada de tenis en Nueva York apenas son demasiado compatibles con mis quehaceres laborales, en esta ocasión no quiero ir mucho más allá. No he visto un sólo partido entero, ni siquiera de Nadal, por lo que sigo más atentamente que nunca vuestros comentarios.

Nadal y los españoles

En primer lugar quiero destacar la gran recuperación de Nadal, pese a los dolores en los abdominales. Rafa parece fresco –él mismo así lo ha reconocido y se ha enfadado por las insistentes preguntas de los periodistas sobre las lesiones- y dispuesto a recuperar el trono perdido. Eso sí, aún le veo algo falto de ritmo y sin confianza en el servicio. Es conocida la importancia que tienen los abdominales -junto a la palanca de las piernas, la cadera, etc.- en este golpe, por lo que no es nada extraordinario. Sí lo es, en cambio, que el balear siga vivo, y en cuartos de final, con semejante hándicap. Nadal es siempre capaz de lo mejor, y por qué no de ganar este US Open y completar su ‘Grand Slam de carrera’, pero creo que todos daríamos por buena una derrota en la final, e incluso en semifinales.

Sin embargo, la meritoria recuperación del español tampoco puede esconder que son unos pocos afortunados los que a estas alturas de temporada aún no han recibido la visita de alguna lesión. Una ATP obsesionada con el dinero está explotando hasta el infinito a la gallina de los huevos de oro. La última idea, hacer una especie de ‘show tenístico’, parece inviable con el actual calendario. Ningún otro deporte tiene un calendario de enero a diciembre. Eso al margen de que este deporte, y los aficionados que lo sostienen, son bastante resistentes a los cambios.

Otras buena noticia ha sido que hayamos contado con cuatro representantes en los octavos de final: Nadal, Verdasco, Robredo y Ferrero. Otra vez más que nadie. España cuenta con jugadores de un nivel superior aunque sólo uno sea superlativo.

Verdasco ha realizado un gran torneo aunque sigue estancado en el mismo peldaño de la escalera. Parece que los consejos de su idolatrado Agassi, esos que no comparte ni con sus más íntimos, le mantienen más centrado que nunca. El problema para mí es que sigue jugando con la misma receta: pegar y pegar, sin variar gran cosa. Aunque ahora se mueve mejor.

Robredo parece haberse reencontrado con su regularidad. Una característica que marca su tenis para lo bueno y lo malo. Raramente pincha pero le cuesta mucho dar un paso más frente a los mejores. Se impuso a Blake y su público pero volvió a hacer aguas frente a Federer, como para muchos otros, su gran bestia negra. Una de sus frases tras el partido lo dice todo: “Explicaré cómo se le puede ganar a Federer cuando lo consiga”.

Juan Carlos Ferrero tiene un mérito infinito. Que haya recuperado las ganas de jugar al tenis ha permitido que su enorme talento vuelva a aflorar. Pero coincido con él en que el nivel de los diez primeros le queda aún lejos. Del Potro es ahora todo un gigante. Esperemos que llegue a tiempo de volver a jugar en la primera división del tenis antes de retirarse, aunque es evidente que ya no tiene veinte años. Debería tratar de ser positivo y disfrutar de su profesión, lo que en muchos momentos de la misma parece no haber hecho y no vivir obsesionado con el ránking, si no con sus sensaciones, por más que haya dado un salto mayúsculo. Parece entendible, eso sí, su disgusto por no jugar la semifinal de la Copa Davis después de su aportación en Marbella y la mejora de su tenis. De todas maneras, creo que Albert Costa no lo tiene totalmente descartado.

Otros favoritos

No hay duda de que Federer sintió un alivio enorme tras hacer doblete en París y Londres. Lograr su ansiado ‘Grand Slam de carrera’ y superar a su amado Sampras le han permitido disfrutar plenamente de su paternidad y deshacerse de gran parte del peso de la (auto) presión que llevaba en la mochila. Vuelve a disfrutar en la pista y su tenis ha recuperado brillo y juventud. La confianza es un factor decisivo en el tenis por más que un partido parezca cambiarlo todo. Sin Murray ya en el cuadro y con un Nadal en pleno rodaje, es el gran favorito. Aunque con ello no quiero descartar a Del Potro o Djokovic.

Andy Murray es quien ha dado la nota negativa. Sin restar mérito a la victoria de Marin Cilic (7-5, 6-2, 6-2), al escocés parece que se le han agotado las baterías. Algo parecido a lo que ya le sucedió en su día a Djokovic, también en la segunda parte de la temporada. Este año ha jugado a gran nivel, ha acumulado muchos partidos, minutos en pista y kilómetros y no sería de extrañar que sufriese fatiga y cansancio mental. Ello unido a que no parece sentarle muy bien que le señalen como favorito. Una situación que muy pocos toleran –basta echar un vistazo al circuito femenino- y a la que debe ser muy difícil acostumbrarse. Incluso Nadal, siendo número uno, habitualmente seguía apuntando hacia su media naranja (suiza) como máximo aspirante a los títulos.

A Djokovic parece por el contrario haberle sentado bien vivir un tiempo como número cuatro y no ser perseguido por todos los focos. La progresión de su servicio parece haberse frenado pero mantiene su buena cabeza, su agresividad, la velocidad de sus piernas y una gran elasticidad. Ya sabe lo que es ganar un ‘grande’ (y ganará más), ha mejorado mucho su juego sobre tierra batida, con lo que ello haya reportado a su autoestima, y no es descartable para hacerse con el título. Por cierto, es de celebrar su apuesta por el tenis de ataque (creo que esto no lo había escrito nunca).

El alocado estado del tenis femenino

El mundo WTA está muy convulso en los últimos tiempos y parece haber saltado por los aires definitivamente en este US Open. Las jóvenes promesas, que hasta hace poco caminaban con paso firme y sonoros gemidos, parecen desorientadas. Hablo de las serbias Jankovic e Ivanovic, las rusas Sharapova, Safina…La WTA busca reina estable pero las principales candidatas parecen haberse retirado de esa carrera.

No hay duda de que las arriba mencionadas están muy lejos del nivel de quienes las precedieron: Serena y Venus Williams, Justine Henin, Kim Clijsters... por no ir más atrás a buscar comparaciones que serían aún más sonrojantes. Con esto no quiero decir que sean malas tenistas, pero sí que el circuito dista mucho del nivel que ofrecía hace no tantos años.

Esta edición de Flushing Meadows ha dado la razón a Serena y sus críticas a Safina, que aún no ha ganado un Grand Slam. La presencia en semifinales de Serena y Clijsters -la primera a pesar de llevar años con un ojo en el tenis y otro fuera de él y la segunda en su regreso tras una más que aparente retirada- da para escribir largo y tendido. Es una pena que ambas vayan a medirse en semifinales y no en la gran final.

Wozniacki y Oudin

Quizás sea la joven y bella tenista danesa Caroline Wozniacki, junto a la bielorrusa Victoria Azarenka, las grandes revelaciones de este extraño 2009. A sus recién estrenados diecinueve años, Wozniacki ha cosechado tres títulos individuales y uno de dobles este año (Ponte Vedra Beach, Eastbourne, New Heaven y Memphis), con lo que ya suma ocho, y ha alcanzado por primera vez una semifinal de Grand Slam. Ha sido la única capaz de frenar al terremoto teenager llamado Melanie Oudin, a la que han proclamado persona ‘non grata’ en Rusia. Pavlyuchenkova, Dementieva, Sharapova y Petrova cursaron por correo urgente su petición conjunta al Kremlin.

La estadounidense Melanie Oudin ha sido un soplo de aire fresco que ha recorrido de arriba abajo el Billie Jean King Nacional Tennis Center, con sus piernas de acero y su descaro. Parece una tenista inteligente, alejada del prototipo bastante robótico que ha dominado en estos años. Defiende bien, se maneja con soltura al contraataque y tiene mano para volear. Además, es atrevida y osada como corresponde a su edad. En su contra juega su escasa estatura (1,68 m) y que le falta pegada en ataque. Pero al menos se sale del molde. El tiempo nos irá diciendo más cosas.

La anécdota: la ficticia retirada de Ivanovic

Una de las momentos más tristes e incomprensibles del US Open’09 fue el anuncio de retirada temporal del tenis profesional hecho por Ana Ivanovic. La mediática serbia lo afirmó entre lágrimas después de ser eliminada en primera ronda por una de las Bondarenko. “Voy a separarme del mundo del tenis por un tiempo para luego volver a la senda del triunfo. Mi mal juego tiene que ver con la pérdida de la confianza”, afirmó en caliente y con el ego herido, generando la consiguiente alarma entre los enviados especiales.

Sin embargo, no tendremos tiempo casi ni de echarla de menos. En dos semanas empuñará de nuevo su raqueta y lucirá modelito y el espíritu competitivo de siempre. Debió reflexionar tras la derrota, quién sabe si tener una conversación con algunos de sus patrocinadores, y rectificó poco después: "Siento que no he tenido tiempo de descansar durante un periodo largo de tiempo y por eso creo que lo mejor ahora es tomarme una o dos semanas de descanso, desconectar totalmente del tenis, y volver completamente renovada en el siguiente torneo".

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